El embarazo es una etapa sumamente emocionante, y aunque muchas mamás pasan la gestación sin prácticamente enterarse de nada. Mientras que, otras, pueden sentir muchas molestias. Debemos tener en cuenta que los cambios hormonales y el crecimiento del útero pueden ocasionar una amplia variedad de síntomas, algunos de los cuales, es cierto, suelen acabar siendo bastante molestos.
Los gases, los problemas relacionados con la digestión y la propia hinchazón abdominal en sí son un buen ejemplo de ello, los cuales se encuentran directamente asociados con el proceso digestivo, que pueden variar desde ser simples síntomas leves pero incómodos, a auténticos dolores.
Lo cierto es que tienden a ser causados por una amplia variedad de factores, incluyendo principalmente tanto la acción de las hormonas como la propia dieta. Además, el aumento de la hinchazón y los gases pueden aparecer y desaparecer, pero en algunas ocasiones acaban por quedarse una vez surgen por primera vez, y se mantienen a lo largo de toda la gestación.
Aún cuando la mayoría de las molestias que surgen durante el embarazo son absolutamente normales, en ocasiones pueden convertirse en una señal de advertencia de algo más grave. Por tanto, es importante saber qué esperar para poder reconocer cuando algo verdaderamente no está bien.
Por qué aparecen la indigestión y la hinchazón en el embarazo
La presencia de gas en nuestro sistema digestivo es algo absolutamente normal. El cuerpo lo produce de manera natural cuando las bacterias presentes en el estómago y en el intestino descomponen los diferentes alimentos que ingerimos, durante el proceso de la digestión. Además, no debemos olvidarnos que también podemos añadir todavía una mayor cantidad de aire a nuestro cuerpo, al tragarlo cuando bebemos, comemos, reímos, hablamos o incluso respiramos.
En ocasiones, los gases pueden terminar ocasionando hinchazón, que ocurre cuando el estómago se hincha y lo sentimos demasiado lleno como consecuencia de la acumulación de gases, o después de haber comido mucha cantidad de comida. Esta sensación de hinchazón puede ser leve, o ser muy desagradable e incómoda. Además, es común incluso que el abdomen aumente de tamaño temporalmente.
La indigestión, por otro lado, ocurre cuando se come en exceso o demasiado rápido, y causa síntomas muy molestos como dolor de estómago, acidez, náuseas y vómitos. También es habitual sentirse demasiado lleno durante una comida, tener una sensación de ardor en el estómago o en el esófago, y puede ir acompañado de gases o eructos excesivos.
Durante la gestación, es normal notar que se expulsan más gases de lo habitual, y que incluso pueden llegar a ser más dolorosos que en otros momentos. Cuando ese aumento de gases y de la hinchazón se produce durante el embarazo, lo cierto es que son varias las causas que incluyen, incluyendo no solo lo que se haya comido, sino también los cambios que se producen en los niveles hormonales
1. Hormonas del embarazo
Durante el embarazo, existe una mayor cantidad de progesterona en el cuerpo de la futura mamá. Un exceso de esta hormona podría ser una de las causas principales por las que se experimentan gases e hinchazón en la gestación, puesto que actúa relajando el músculo liso del tracto gastrointestinal.
Así, cuando estos músculos se encuentra relajados, los alimentos se mueven de forma más lenta a través del sistema digestivo, por lo que a medida que el proceso de la digestión se ralentiza, se tienden a acumular una mayor cantidad de gases en los intestinos. Así, surgen más gases, más eructos y, finalmente, una incómoda y molesta hinchazón.

2. La alimentación
Lo que se come y se bebe también afecta a la producción de gases, de tal manera que determinados alimentos (como fritos, picantes, procesados, demasiado grasosos, lácteos, cereales integrales, bebidas carbonatadas y algunas frutas y verduras) pueden influir muchísimo.
No obstante, esto no significa que esos alimentos sean poco adecuados. De hecho, salvo los alimentos fritos, los procesados y los que contienen demasiadas grasas, el resto se caracterizan por ser tan nutritivos como saludables, como por ejemplo es el caso de los cereales integrales, determinadas legumbres, o el brócoli.
En este sentido, lo aconsejable es evitar al máximo aquellos alimentos menos nutritivos que sí producen gases (como refrescos, patatas fritas…), antes de reducir el consumo de opciones más saludables, como frutas, verduras, cereales integrales y lácteos.
En cualquier caso, si crees que algunos alimentos pueden ser la causa de tus gases y de la hinchazón, puedes prestar atención a los siguientes, e intentar limitar su consumo, o comprobar si los síntomas aparecen después de haberlos ingerido: manzanas, brócoli, repollo, judías, coliflor, queso, lentejas, cebollas, uvas pasas, ciruelas pasas y / o helado.
Por otro lado, la forma cómo se come también puede influir muchísimo. Por ejemplo, consumir comidas abundantes, demasiados alimentos que producen gases, comer muy rápido o no masticar bien son algunos hábitos poco adecuados en este sentido. Algunos alimentos que pueden favorecer la aparición de gases son: el ajo, la leche, el mango y la fruta muy madura.
3. El crecimiento del útero
A medida que el útero crece ejerce una mayor presión sobre los intestinos. Esta compresión sobre el sistema digestivo puede ralentizarlo, de manera que esa constricción puede dificultar a su vez el control de la liberación de los gases, por lo que pueden aparecer con más frecuencia, o incluso de forma inesperada.
4. Vitaminas prenatales
Las vitaminas prenatales son esenciales para garantizar que tanto la futura mamá como el bebé obtienen todas las vitaminas y minerales necesarios para el desarrollo y evolución de un embarazo saludable.
No obstante, pueden tener un problema: algunas de estas vitaminas y minerales (como por ejemplo es el caso de los suplementos de hierro), contribuyen al estreñimiento, lo que a su vez puede provocar gases.
5. Nerviosismo, estrés y ansiedad
Es común que el embarazo curse en algunos momentos con algo de nerviosismo, especialmente cuando se acerca el momento de llevar a cabo alguna prueba médica importante. En estos casos, el estrés y la ansiedad asociados pueden influir en la aparición de algunos síntomas gastrointestinales incómodos.