Bryant Goldbach decidió pasar la noche de Halloween junto a sus hijos en el barrio en el que viven de Owensboro, Kentucky (Estados Unidos). Para ello, tanto él como sus dos hijos se disfrazaron y salieron a pedir caramelos cuando el resto de los vecinos empezaron a “increparles”. La familia había elegido un disfraz poco apropiado: él llevaba un traje de soldado nazi, y su hijo directamente estaba vestido como Hitler, con bigote y todo.
Bryant acudió a su Facebook para denunciar el hecho de que no les habían dejado en paz en toda la noche diciendo que habían llegado a intimidar a su hijo de 6 años. Esta queja provocó una oleada aún más grande de indignación en la población, que comenzó a mandarle mensajes acerca de la falta de respeto que significaban sus palabras y el disfraz que habían escogido. “Cualquiera que nos conozca sabe que amamos la historia, y muchas veces nos disfrazamos de figuras históricas.” Esto no ha servido como justificación para una persona que comparaba su disfraz con el de diablos y otro tipo de gore a los que nadie molestaba, sobre todo tras las jornadas de violencia racista que se viven en Estados Unidos en los últimos años.
“Esta noche, adultos amenazaron a un niño por su disfraz, así como a su madre y a su padre, y le amenazaron para que se lo quitase mientras le gritaban obscenidades, asustando a un niño pequeño. Primero, no es vuestro problema. Y segundo, ¡cómo os atrevéis!, quiero decir, ¿cómo os atrevéis a amenazar a un niño? A mí es una cosa, pero, ¿mi hijo? Estáis metiéndoos con fuego.” Declaraba Bryant, provocando que la gente todavía le atacase en mayor medida, hasta el punto en el que tuvo que cerrar su perfil, aunque sus palabras y sus fotos ya habían sido capturadas y difundidas por la red.
Tuvo que acabar disculpándose con la gente
El perfil de este ciudadano llamó la atención de mucha gente, ya que las páginas a las que seguía eran muy llamativas, destacando aquellas que abogaban por una supremacía blanca como una creencia necesaria.
Finalmente, Goldbach acabó disculpándose con todos aquellos que habían podido sentirse ofendidos declarando: "Cometí un error y quiero que la gente sepa que lo siento."
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