Para los niños, no hay forma más eficaz de aprender que a través del juego y la diversión. Estarán motivados, predispuestos a ello y dejarán a un lado las connotaciones negativas, que en el caso del agua atienden, sobre todo, a la inseguridad que les produce un medio natural que no es el suyo.
Eso sí, conviene en todo momento ser prudentes e ir poco a poco en el aprendizaje en el agua del niño. Está bien motivarle a querer mejorar, pero hay que ser conscientes con su edad, su nivel en el agua y también de su soltura y su seguridad. Es recomendable que él marque su propio progreso. Paso a paso, con naturalidad, seguirá dando pasos hacia adelante. Y estos juegos le pueden ayudar a ello porque se soltará y perderá el miedo.

Marco Polo
Dentro del agua, en que se la liga mantiene los ojos cerrados (hay que hacerlo donde no cubre). El resto se colocan alrededor de él, y el niño que se la liga dirá “Marco” para que los demás, que se mueven, contesten “Polo” y él puede así guiarse y pillarles. Él puede nadar, los demás solo andar. Es un juego que sirve, sobre todo, para familiarizarse con el entorno acuático.
Tiburón
En la parte baja de la piscina, con niños de cuatro o cinco años como mínimo, el tiburón se la liga y tiene que pillar a los demás. Según vaya “cazando”, cada presa se suma a la cadena que crea a partir del tiburón. El último que quede sin ser capturado, gana.

Waterpolo
Con una pelota pequeña y con porterías que se pueden colocar al borde de la piscina o dentro (o las escaleras hacen de porterías), en la parte baja de la piscina, se puede montar un partido de este deporte tan divertido que es una especie de balonmano en el agua. Quien más goles marque, gana.
Pilla pilla en el agua
La dinámica no tiene misterio alguno porque es similar al juego de toda la vida. Lo único es que se debe delimitar el área de la piscina en la que se juegue y también las normas. Por seguridad, no se debe salir de la piscina (así no hay carreras peligrosas alrededor de la piscina). Las escaleras pueden ser “casa”, aunque se debe limitar el tiempo que se pasa en ellos para que el juego sea dinámico.
El juego de las focas
Con una pelota de playa dentro del agua, se ponen distintos retos a los niños: llevarla a lo más profundo con la ayuda solo de la nariz, lanzarla haciendo carreras de relevos, o cualquier actividad que se os ocurra que simule al juego de las focas con este tipo de pelotas.

La caza del tesoro
Un clásico ideal para que los niños se suelten en el agua. Dependiendo de si ya saben nadar bien o no, habrá que hacerlo en una zona más o menos profunda de la piscina, y con mayor o menor dificultad. Pero básicamente consiste en dejar que objetos que se vean bien se hundan y jugar a recuperarlos mediante la inmersión y el nado subacuático.
El puente
Un juego sencillo pero muy bueno para trabajar la respiración y el nado subacuático. Donde no cubre mucho, varias personas se colocan en fila con las piernas abiertas y el que juega debe cruzar el puente buceando hasta ponerse el primero.