Las cuatro claves para educar desde el respeto según la psicóloga infantil Angélica Joya

El respeto mutuo en un ambiente de aprendizaje y de desarrollo para nuestros hijos, es lo que plantea esta psicóloga infantil para un modelo de crianza y educación en positivo que se desarrolla a partir de cuatro principios fundamentales.
Familia numerosa

No es lo mismo criar en positivo que decir sí a todo porque cuando hablamos de crianza en positivo y de respeto no estamos hablando de permisividad absoluta como pueden pensar algunas personas.

Angélica Joya lo plantea en su libro “Educar sin desesperar”, una propuesta que quiere guiar a las familias en la educación “desde la calma, el respeto mutuo y la conexión emocional” según palabras de la propia autora.

Permisividad versus autoridad

Estos serían los extremos totalmente opuestos entre sí, en un lado la permisividad y en el otro la autoridad, y en la parte media de esa línea imaginaria estaría la crianza en positivo, la que busca educar y criar desde el respeto mutuo.

El respeto por las necesidades del niño, respeto por las necesidades de la situación en concreto (lo que necesitamos todos en ese momento para la convivencia de la familia) y también respeto por mis propias necesidades.

Porque según esta psicóloga especialista en psicología infantil, se encuentra con que “muchos adultos están tan centrados en respetar al niño que pierden el respeto por sus límites personales” lo que hace que la educación sea errónea y no tenga la mejor evolución posible.

La cooperación y el respeto son fundamentales porque promueven un entorno y un ambiente de aprendizaje de manera fluida que favorece el desarrollo del niño de un modo más integral, más completo.

Los cuatro pilares fundamentales

1.- El refuerzo positivo

Se va a convertir en una herramienta clave con la que educar a través del refuerzo de los valores fundamentales.

Se trata de reconocer los logros y los esfuerzos por pequeños que estos sean, algo que desde la psicología conductual ya han demostrado que es una estrategia muy eficaz para moldear de forma positiva el comportamiento de nuestros hijos y fortalecer su autoestima.

Alfred Adler fue uno de los primeros psicólogos en defender este tipo de crianza como herramienta para la formación de la personalidad de un niño, así como su importancia en la relación que desarrollan padres e hijos con esta forma de criar y educar.

2.- La comunicación efectiva

Establecer un diálogo abierto y respetuoso entre todos los miembros de la familia, un diálogo que da seguridad y autoconfianza a nuestros hijos, lo que fortalece el vínculo emocional entre padres e hijos y además, facilita la resolución constructiva de los conflictos que puedan ir surgiendo.

La escucha activa, la comunicación abierta sobre cualquier tema, preguntar y valorar sus ideas, sus sentimientos y sus opiniones, todos esos puntos son los que definen una comunicación familiar realmente efectiva.

3.- La autonomía

En lugar de imponer decisiones, se plantea la participación activa de los niños en la medida de sus posibilidades y de su desarrollo, en el proceso de toma de decisiones. Así van a desarrollar pensamiento crítico y personalidad propia al mismo tiempo.

No se trata de no establecer límites o reglas claras porque son necesarias y también tienen una gran importancia a la hora de fortalecer el vínculo emocional en la familia.

4.- La empatía

Tiene un papel fundamental en el planteamiento de la educación en positivo. Con la empatía conseguimos que sientan que comprendemos y validamos sus sentimientos de una manera sana.

Desarrollamos a través de la empatía una conexión emocional que ayuda a un crecimiento sano del niño y de la niña desde todos los niveles.

Las conexiones emocionales sólidas y constructivas, así como la autonomía infantil, son los objetivos que se plantea la educación positiva. 

No se centra en castigos, de hecho los desaconseja y no los practica, se centra más en celebrar el comportamiento deseado lo que consigue motivar a los niños a repetir esas conductas y construye una autoestima saludable en nuestras hijas e hijos.

familia numerosa - Getty Images

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