De hecho, son hábitos muy sencillos de implementar y muy prácticos porque hemos visto lo bien que llevan funcionando durante décadas en los países escandinavos.
Es innegable que año tras año, los países del norte de Europa demuestran que tienen uno de los sistemas educativos mejores del mundo. Sus alumnos son los primeros en los rankings que miden la comprensión lectora o la escritura y además, son niños que aprenden a ser adultos cívicos y responsables en su día a día.
Todo eso, el neuropsicólogo Álvaro Bilbao señala que no es sólo mérito del sistema educativo sino también de la manera en la que los padres y las madres educan a sus hijos en casa, desde que son bebés, poniendo en práctica hábitos y costumbres tan sencillas y eficaces como estas.
Conciliación de verdad
Para empezar el permiso de maternidad de los países nórdicos es de 480 días en Suecia, por ejemplo. Son países que han implementado políticas para conciliar la vida laboral con la familiar que realmente funcionan.
El permiso de maternidad en Suecia, por ejemplo, no es necesario que se consuma del tirón, todos los días seguidos. La mayoría de los padres y las madres llevan a sus hijos en torno al año a la escuela infantil y los días que quedan sin consumir del permiso de maternidad, los emplean para quedarse en casa cuando los niños enferman.
Sesiones de frío
Precisamente para evitar que los niños tengan las típicas enfermedades relacionadas con el frío del invierno, que en esas latitudes es más crudo y supone un periodo de tiempo más largo que en nuestro país, en los países nórdicos tienen la costumbre de dejar a los bebés, bien abrigados, dormir en el carrito en la calle, mientras que mamá y/o papá, toman un café o hacen un recado.
Los niños estimulan su sistema inmunológico, no están expuestos a virus que puedan incubarse en espacios públicos cerrados y desarrollan una mayor tolerancia al frío.
Ocio al aire libre
Y cuando crecen, cuando ya dejan el carrito y pueden caminar llega el momento de pasar el máximo del tiempo de ocio de que se disponga en entornos abiertos, al aire libre. Visitando los parques cercanos, saliendo al campo, independientemente del clima que haga siempre dentro de lo normal para la época del año en la que se encuentren.
La naturaleza tiene un papel primordial en la forma de educar a los niños y las niñas en los países nórdicos, en la manera de entender el respeto, de trabajar las emociones e incluso de mantener un estilo de vida más saludable en general.

Autoestima saludable
Según señala el neuropsicólogo Álvaro Bilbao, las familias escandinavas tienen una relación sana y natural con la desnudez humana. no ven ningún tabú en torno al cuerpo desnudo, lo que se traduce en que la autoestima del niño o de la niña no se resiente sino que le queda claro que el cuerpo humano es hermoso en sí mismo.
Educación sin género
Tampoco es fácil encontrar juguetes específicamente para niños o para niñas, juguetes excluyentes que no fomenten la igualdad entre los géneros. Al contrario, la mayoría de los juguetes son sin género, lo que ayuda a crecer con una idea de que todos somos iguales mucho más integrada y natural.
Respeto siempre
La educación con mano dura, que resulte agresiva o que incluso permita o tolere agresiones físicas o verbales en el día a día de los niños y las niñas no tiene cabida en la mentalidad nórdica. Al contrario, la educación tradicional “con mano dura” no se contempla para los niños de los países del norte de Europa.
La magia de la biblioteca
Una de las grandes pasiones de los suecos, los noruegos y los finlandeses es visitar sus magníficas bibliotecas públicas. Disfrutar de los espacios, compartir con otros pequeños lectores algunas de las lecturas y por supuesto, seleccionar los libros que quieren leer tranquilamente en casa.
Todo esto está muy relacionado precisamente con esos primeros puestos que ocupan en los ránkings educativos de comprensión lectora y resultados académicos.
La tele habla en inglés
Lo mismo que el hecho de no ver los dibujos o las series infantiles en su idioma natal sino en la versión original que habitualmente suele ser en inglés.
El hecho de estar oyendo hablar en inglés desde que son pequeños a sus personajes favoritos y tener que leer los subtítulos, les ayuda a aprender un segundo idioma, en este caso el inglés, y a desarrollar una rapidez de lectura mucho antes que en otros países.

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