Cinco actividades al aire libre con niños para el verano recomendadas por un colegio Montessori

Las actividades cotidianas al aire libre en verano son una gran oportunidad para potenciar el desarrollo y el aprendizaje de los niños siguiendo el método Montessori.
istockphoto-1404675195-612x612
Un grupo de niños, de acampada - Getty Images

El final del curso escolar con la llegada del verano implica un cambio de hábitos y rutinas muy brusco para los niños y niñas pequeños. En la medida de lo posible, además de fomentar el juego libre y la actividad física, es interesante seguir estimulando a los peques durante las semanas de vacaciones, y hacerlo en línea con el método educativo que siguen en sus colegios. Si es Montessori, que le da mucha importancia a los juegos, podéis organizar muchas actividades en verano a partir de situaciones cotidianas.

“El verano es una época perfecta para que los niños exploren, aprendan y se diviertan al aire libre”, destaca el equipo docente del colegio TEMS (The English Montessori School), un centro privado británico en Madrid que tiene como base de su enseñanza el método Montessori.

En opinión de los expertos de este colegio madrileño, el método Montessori, que promueve la independencia, la libertad con límites y el respeto por el desarrollo natural de los niños, ofrece numerosas actividades que pueden integrarse fácilmente en la rutina veraniega. Por ello, invitan a las familias que eduquen siguiendo las directrices del método ideado María Montessori, a que faciliten las actividades veraniegas a sus hijos e hijas en las que estos puedan explorar y descubrir, aprender al fin y al cabo, desde un punto de vista lúdico.

No hablamos de actividades compatibles del método Montessori —no son exclusivas, puesto que muchos docentes las recomiendan para todos los niños y niñas en general—, como los juegos de construcción para estimular las habilidades infantiles, que se pueden realizar todo el año en casa, sino de actividades que ahora en verano son mucho más fáciles de desarrollar por una razón evidente. Una doble razón en realidad: los peques tienen más tiempo libre y el clima acompaña para pasar tiempo al aire libre.

Dos niños corren en la playa - josh hodge

Estas son las cinco actividades Montessori al aire libre con niños para el verano que recomienda el colegio TEMS. Todas ellas son, además, actividades para para educar a los niños en el respeto del medio ambiente:

  • Exploración de la naturaleza
Niños en la naturaleza - Getty Images

La naturaleza en verano se puede aprovechar de múltiples formas para que los peques disfruten con actividades Montessori. Por ejemplo, a través de la jardinería, si tenéis huerto o jardín en casa. O simplemente plantas en la terraza. “Los niños podrían plantar semillas, regar plantas y cosechar frutas y verduras. Este tipo de actividades no solo desarrollan habilidades motoras finas y gruesas, sino que también inculcan la paciencia y el cuidado por el medio ambiente”, apuntan desde el colegio madrileño.

Otra opción son las caminatas por el campo o el bosque, en función de dónde paséis el verano. “Son una oportunidad maravillosa para que los pequeños descubran su entorno. Equipados con una lupa y una libreta, pueden observar insectos, recolectar hojas, flores y piedras, y documentar sus hallazgos”, indica el personal docente de TEMS. “Esta actividad promueve la observación, el registro y el respeto por la vida silvestre”, añaden.

Y otra opción es hacer juegos en el parque o en el jardín de casa. Por ejemplo, una búsqueda del tesoro. “Crea una lista de objetos naturales que los niños deben encontrar, como hojas de diferentes formas, piedras de varios tamaños, flores, conchas y ramas. Esta actividad fomenta la observación, la atención al detalle y el respeto por la naturaleza, aconsejan desde el centro educativo Montessori.

  • Manualidades con materiales naturales

Aprovechando esa conexión con la naturaleza que se puede potenciar durante el verano, podéis animar a vuestros hijos e hijas a que hagan manualidades en casa con materiales naturales recogidos durante el tiempo libre que pasan fuera.

Pueden dar rienda suelta a la creatividad utilizando materiales de playa y bosques, como conchas, hojas, flores o piedras. “Estas manualidades no solo desarrollan habilidades artísticas, sino que también fomentan el aprecio por los recursos naturales”, indican desde TEMS.

Hacer un picnic fuera de casa, actividad Montessori para el verano - iStock
  • Cocinar al aire libre
Padre e hijo cocinando al aire libre - Ivanko Brnjakovic

El verano es tiempo de barbacoas. Es difícil que al menos no vayáis a una o dos en familia este verano, y si tenéis la suerte de disponer de un jardín en casa, serán muchas más. Por eso, una actividad Montessori recomendada para el verano es animar a los niños y niñas a que cocinen con vosotros fuera de casa.

Evidentemente, no se trata de que manejen el fuego y las brasas, pero pueden picar las verduras que aséis, utilizando cuchillos de cocina aptos para los niños, preparar la carne, envolver los productos en su papel protector, preparar el picoteo o servir las bebidas, por ejemplo. “Involucrar a los niños en la preparación de alimentos es una actividad Montessori clásica. Esto les enseña habilidades prácticas de vida y la importancia de una buena alimentación, asegura el personal docente del colegio de Madrid.

  • Observación de las estrellas
Observación de estrellas, actividad Montessori en verano - Javier López

Una cuarta actividad recomendada por el colegio Montessori para el verano al aire libre es la observación del cielo. Con o sin telescopio; con o sin prismáticos. Da igual. Simplemente, “con una manta y una linterna, los niños pueden aprender sobre las constelaciones y los planetas”, apuntan desde TEMS. “Esta actividad estimula lacuriosidad científica y el asombro por el universo”, añaden.

  • Cuidado de las mascotas
Niño y perro - iStock

Y la quinta y última actividad Montessori para niños en verano que destacamos es el cuidado de las mascotas de la familia, si las hay. Ahora tienen más tiempo de asumir esta responsabilidad, que pueden afrontarla como una actividad para su desarrollo individual.

Según el colegio madrileño, “alimentar, cepillar y jugar con ellas, les enseña a ser responsables y a cuidar de otros seres vivos. Es esta, en definitiva, concluyen desde el centro TEMS, “una oportunidad para el aprendizaje y el desarrollo personal”.

Recomendamos en