Los 7 problemas más frecuentes del pelo y su solución
Los problemas de pelo más frecuentes, solucionados: poco volumen, puntas abiertas, encrespamiento... Con mimo y productos adecuados casi todo tiene solución.
Llega el buen tiempo y la salidas con tu bebé se van a multiplicar. Es hora de que una madre guapa y orgullosa presuma de niño. Empieza por tu pelo, que tras el parto parece no dejar de caer, ha perdido volumen, las puntas parecen abiertas… Y ahora le solo puede perjudicarle más. No te desesperares. Te damos soluciones para lucir una hermosa melena.
1. Puntas abiertas
Es la zona del cabello que más se estropea. Si están muy dañadas, no queda más remedio que sanearlas cuanto antes, cortándolas al menos un centímetro por encima de donde se inicia la separación. Es la única forma de salvar ese pelo, que si no se seguirá abriendo hacia arriba.
Es un buen momento para darse un corte radical, pero si quieres seguir conservando el largo durante algún tiempo, prueba a hidratarlas con un sérum, que aunque no las sella definitivamente, las nutre temporalmente para que no se sigan abriendo.
2. Pérdida de cabello
- Lo normal es perder de 35 a 150 cabellos al día, pero si se produce una caída excesiva, deberíamos consultar al especialista y tomar algunas medidas caseras.
- Es muy bueno masajear, cabeza abajo, el cuero cabelludo con la yema de los dedos, moviéndolos sin desplazarlos.
- Completar el tratamiento con un champú anticaída, del que se debe utilizar siempre la menor cantidad posible.
- No abusar de acondicionadores, mascarillas ni productos de fijación, sobre todo en las raíces.
- Es muy importante tomar una dieta equilibrada que aporte hidratos de carbono, proteínas, grasas, minerales y vitaminas.
3. Poco volumen
Es un problema frecuente. Para conseguir más volumen, es aconsejable usar siempre productos específicos para este tipo de cabello y aplicar espuma o gel voluminizador en las raíces. Es mejor llevar el cabello corto, como mucho una media melena, ya que el propio peso del pelo lo aplanará y restará volumen.
Un truco clásico es secarlo boca abajo, al tiempo que se levantan un poco las raíces. En la peluquería nos pueden hacer un ahuecador de raíces (un moldeado muy suave, solo en esta zona) o poner unas extensiones.
4. El pelo está más graso
A veces, el cabello graso al exponerse al sol sufre un efecto rebote y se vuelve aún más graso. Las glándulas sebáceas producen más grasa de la que el cabello necesita para estar bien lubricado.
El mejor remedio es lavarlo siempre que sea necesario (incluso todos los días) con un champú para cabello normal o graso, y no aplicar mascarilla más que en las puntas (si la necesitan). No tocarlo con las manos, no abusar del agua caliente ni del cepillado y evitar gorros y sombreros.
5. Cabello encrespado
Suele ser un cabello rizado que se deshidrata, pierde la forma de los rizos y la flexibilidad, y se vuelve difícil de peinar. Es necesario reparar la cutícula con productos nutritivos que le devuelvan la flexibilidad.
El cabello se peina después de aplicar una mascarilla específica, que se reparte con un peine de púas anchas o con las manos –mecha a mecha– masajeando el cabello de raíz a puntas para cerrar la cutícula. Evita las planchas alisadoras y el secador (si se usan hay que aplicar en el pelo un protector contra el calor).
6. Color degradado
Debido al sol, el color del cabello (natural o teñido) pierde intensidad, se aclara y muestra reflejos pajizos o verdosos.
- Al cabello natural le viene muy bien un baño de color, con productos no permanentes y una buena mascarilla nutritiva.
- El cabello teñido hay que nutrirlo antes de aplicar el tinte con una mascarilla para cabello teñido y dejarla actuar un mínimo de 10 minutos con calor. Para mantener el tono retocar las raíces cada mes y reaplicar, en todo el cabello, cada cuatro meses.
7. El pelo no brilla
Si el pelo está opaco y falto de brillo, significa que las escamas están abiertas y, por tanto, la cutícula dañada. Para devolverle el brillo hay que nutrirlo a fondo (con productos para cabello seco), aclararlo con agua fría, secarlo sin restregar y, a poder ser, al aire libre, y no abusar de los productos de fijación.
Mientras el cabello recupera su brillo natural, puedes utilizar productos que lo aportan de manera artificial. O potenciarlo con un truco casero, aclarándolo con agua fría que contenga limón o vinagre de manzana.