Bilirrubina alta en bebés, ¿se puede evitar?

La elevación de los niveles de bilirrubina por encima de lo normal o la hiperbilirrubinemia es una de las causas más frecuentes de ingreso en la unidad neonatal en los recién nacidos. Pero, ¿puede evitarse?
Bilirrubina alta en bebés

¿Qué es la ictericia?

La ictericia es la coloración amarillenta de la piel y las escleras de los ojos. Es el signo más visible que nos indica que los niveles de bilirrubina están por encima de lo normal. La ictericia no aparece en las primeras horas de vida, sino que suele hacerlo a las 48 ó 72 horas de vida, por lo que, puede ser que un recién nacido empiece a ponerse amarillo ya en su domicilio, momento en el que los padres suelen consultar.

¿Es posible evitar la bilirrubina elevada en los bebés? - Istock

¿De dónde viene la bilirrubina?

La bilirrubina es el producto de degradación de los glóbulos rojos. Desde que se forman en la médula ósea, los glóbulos rojos suelen vivir unos 120 días, dando vueltas por nuestro sistema circulatorio. Al destruirse se crea esta sustancia llamada bilirrubina.

¿Por qué la bilirrubina es más alta en bebés?

Normalmente la bilirrubina se elimina con facilidad de nuestro cuerpo. El hígado la transforma en dos sustancias que se excretan por las heces y la orina. En los recién nacidos, debido a la inmadurez de su hígado, esta función no se produce con la misma eficacia, por lo que los niveles de bilirrubina suelen ser más altos.

Además de este factor, la lactancia materna inhibe esta función a nivel hepático, por lo que en bebés amamantados al pecho es más probable que suba la bilirrubina. Sin embargo, es importante que quede claro que esto no debe, en ningún caso, ser causa de suspender la lactancia materna, ni tampoco en bebés que estén ingresados por ictericia.

Existen otras circunstancias que pueden desencadenar la aparición de ictericia con más frecuencia, como ocurre en aquellos casos de incompatibilidad de grupos sanguíneos, ya que entonces aumenta la destrucción de los glóbulos rojos y, por tanto, los niveles de bilirrubina. Esta situación no puede evitarse, pues no podemos cambiar los grupos sanguíneos de la madre y el bebé, pero sí podemos advertir a los padres si existe más riesgo, para que vigilen de una forma más exhaustiva al bebé y acudan a urgencias si su color es amarillento. En cambio, si el grupo sanguíneo y rh de la madre y del niño son el mismo, es mucho más improbable que aparezca ictericia.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento que resuelve las situaciones de ictericia en la mayoría de los casos es la fototerapia. Si habéis visitado alguna vez una unidad de neonatos, es muy probable que hayáis visto a recién nacidos en su cuna o incubadora bajo una luz azulada, con los ojos tapados, como si estuvieran tomando rayos uva en una cabina. Las radiaciones lumínicas rompen la bilirrubina a nivel cutáneo, para que pueda ser eliminada.

A un nivel más casero, la exposición a la claridad solar puede hacer el mismo efecto. Es importante recordar en este punto que los recién nacidos no deben ponerse al sol de forma directa, puesto que su piel es muy frágil y fina, corriendo riesgo de deshidratación y quemaduras. La medida a la que nos referimos para evitar la ictericia es levantar las persianas de la casa, permitiendo la entrada de luz solar y que el bebé pueda recibir la claridad del sol desde su cuna.

El tratamiento de la bilirrubina elevada en bebés es en realidad muy sencillo. - Istock

Signos de alarma

existen signos que nos pueden poner en la pista de que los niveles de bilirrubina sean demasiado altos en los recién nacidos. Por ejemplo, que aparezca ictericia en las primeras 24 horas de vida, ya que puede significar un elevado nivel de bilirrubina. Así mismo, la coloración amarillenta de la piel suele ir desde la cabeza hacia los pies, de forma que un bebé que tenga toda su piel, incluyendo piernas, de esta coloración, tendrá el nivel de bilirrubina más alto que un bebé que solo tenga amarillos la cara y los brazos.

El tratamiento que resuelve las situaciones de ictericia en la mayoría de los casos es la fototerapia

¿Puede evitarse la ictericia?

Para concluir, evitar una situación de ictericia, en su mayor parte, no está en nuestras manos. Hay factores genéticos, como los grupos sanguíneas, que no podemos modificar, como tampoco podemos evitar que la función hepática del recién nacido sea menos eficaz, debido a su inmadurez. Sí podemos valorar los factores que pueden aumentar el riesgo, advertir a los padres e intentar que entre en casa toda la claridad solar posible.

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