El cordón umbilical es la unión que existe entre la madre y el feto durante los 9 meses que, aproximadamente, dura el embarazo. Este cordón es el encargado de cubrir las necesidades nutritivas, excretoras, respiratorias y hormonales del futuro recién nacido. Es por ello por lo que puede existir una infección que nace en esta unión de madre-feto. Se trata de la onfalitis, una infección del cordón umbilical que engloba el ombligo y de los tejidos que lo rodean. Descubre más información acerca de esta infección que puede aparecer en los bebés recién nacidos. El pediatra especializado en cuidados intensivos pediátricos y neonatología en el hospital Vithas Aravaca, Rafael Montero Reguera profundiza sobre esta infección que puede ocurrir nada más nacer.
¿Qué es la onfalitis?
Según la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP), la onfalitis es una infección que nace en la zona del ombligo y puede provocar una circunstancia grave en el bebé. La realidad es que las medidas de higiene y limpieza que se hacen al cordón umbilical hacen que esta contaminación se muy poco común. Según esta misma asociación, "la incidencia en recién nacidos de países de renta alta está en torno al 0,7%. Esta tasa asciende en países con renta baja al 8% si el parto es hospitalario y al 22% si ocurre en domicilio. Afecta por igual a ambos sexos".
¿Por qué se produce la onfalitis?
Esta infección en los recién nacidos aparecen cuando no hay una buena limpieza en el cordón umbilical o la zona se encuentra húmeda constantemente. Una forma de evitar que el cordón del bebé se infecte es realizar una limpieza y secado con excesivo cuidado, recomendándose dos veces al día desde que el bebé llega a la vida y hasta que se caiga y se cicatrice.
¿Qué pasa si se infecta el cordón umbilical?

Existen una serie de signos de infección que podemos ver en el cuerpo del bebé que harán que nos preocupemos sobre el estado del cordón umbilical. El pediatra asegura que debemos sospechar de una infección porque veremos cómo el ombligo del peque comienza a enrojecerse y aparece un líquido sanguinolento y maloliente. La secreción puede ser "más o menos espesa y se ve un enrojecimiento alrededor del ombligo", asegura. Además de estos síntomas, la Clínica Universidad de Navarra nombra otros como la piel endurecida de alrededor y muy roja. También lo son la secreción, el mal olor, el edema y el enrojecimiento.
¿Cómo empeora la enfermedad de la Onfalitis?

"Los padres deben consultar si notan mal olor en el cordón, si no se seca o genera secreción, o si la zona del ombligo se pone roja", añade el experto. Todo comienza a complicarse cuando el pequeño comienza a sufrir fiebres, están más irritados de lo normal, sufren vómitos o está especialmente afectado. Aunque la onfalitis no suele ser grave, si creemos que nuestro pequeño la puede tener, debemos realizar un control exhaustivo por el pediatra, porque si se agrava, requiere de tratamiento hospitalario o poner en riesgo la vida del neonato.
Como padres debemos cuidar del neonato, por lo que, ante la mínima sospecha de que el cordón umbilical comience a presentar síntomas de onfalitis, debes acudir a tu pediatra de confianza para que valore los síntomas: la salida del líquido, el mal olor, la piel roja o cualquier signo que haga que el recién nacido se encuentra mal.
¿La onfalitis puede ser grave para el recién nacido?
Se trata de una zona muy delicada. De hecho, el pediatra Rafael Montero recuerza que "la zona de inserción del cordón umbilical es una gran puerta de entrada para bacterias si se genera una infección por lo que sí que puede producir una infección importante y ser potencialmente grave".
Tratamiento para la Onfalitis
El pediatra concreta que "si la onfalitis es muy incipiente se puede controlar la infección con limpieza con algún antiséptico como la clorhexidina y antibiótico local. Si la infección es más avanzada requiere ingreso hospitalario y tratamiento antibiótico intravenoso".
Al suceder en los primeros días de vida, se sigue una observación exahustiva hospitalaria. Por otro lado, "no se recomienda una aplicación de antibioterapia tópica", aseguran desde la AEPAP.
¿Cómo saber si se está curando bien el cordón umbilical?

En el caso de que el cordón se infecte, debemos saber los síntomas de que todo está mejorando. En primer lugar, en la mayoría de los casos leves, sabremos que se está curando porque el enrojecimiento empieza a desaparecer y si, en alguno de los casos, hay secreciones, estas dejaran de aparecer. Otro detalle que el pediatra recuerda es que "a medida que pasan los días el cordón umbilical se va oscureciendo, haciendo menos grueso y al tocarlo está seco" y sabremos que se está curando.
Lo importante es hacer curas en seco. Aunque en países con menor renta per cápita usen antisépticos como la clorhexidina, no existe ningún estudio que afirme que este producto evite esta infección. "De cara a su limpieza diaria no es necesario aplicar ningún producto ni protegerlo con gasa o similar. Simplemente mantenerlo limpio y seco", añade.
Otra recomendación para evitar la onfalitis es el piel con piel inmediato. Esta acción puede llegar a ser un factor protector porque de esta forma, aumenta la colonización del ombligo por flora habitual de la piel.
Factores de riesgo que pueden provocar la infección de ombligo
Normalmente, esta infección es causada por factores de riesgo que afectan de forma directo o indirecta al feto. La plataforma ENARM asegura que pueden ser los siguientes:
- Bajo peso al nacer
- Trabajo de parto prolongado
- Rotura prematura de las membranas
- Corioamnionitis
- Manipulación inadecuada del cordón umbilical
- Cateterismo umbilical
- Partos domiciliarios no planificados
- Cuidado inapropiado del cordón
Onfalitis en adultos
El estudio de Federico Ochando Cerdán, aseguran que la onfalitis recurrente en adultos es poco frecuente, pero puede suceder. En estos casos, los expertos aseguran que esta enfermedad "se correlaciona con la falta de una buena higiene en el ombligo".
El tratamiento para estos casos se vasa en una adecuada higiene del ombligo, junto a una antibioterapia si existe repercusión sistémica y drenaje quirúrgico con desbridamiento si existen colecciones purulentas asociadas. Si los síntomas persisten, los médicos recomiendan la existencia de una causa subyacente, generalmente, "un cierre incompleto del conducto uraco", es decir, un cierre del ombligo.