¿Qué significa que tu hijo es el primogénito de la familia? Que es el primer hijo, sobrino y nieto de la familia. Su llegada hace mucha ilusión a todos los miembros de la misma. La noticia de su llegada llena de alegría y emoción a todos, y su bienvenida será sin duda un momento que marcará de amor a una familia entera.
Es cierto que la llegada de un bebé a la familia es algo maravilloso, sea el primero o no, pero con el primero de todos es especial. Empieza una nueva generación con la llegada de ese primer hijo, sobrino y nieto.
El momento anunciar el embarazo es también emotivo y especial, les diréis a vuestros padres que serán abuelos por primera vez y a los hermanos/as que serán tíos/as. El sentimiento que se genera es indescriptible, aunque con la llegada de otros sobrinos y nietos también sea motivo de una alegría inmensa, por supuesto.
Todo cambia para todos
Con la llegada del bebé primogénito todo cambia, empiezan las ilusiones y planes por parte de toda la familia. Cada detalle nos llena el corazón de amor y las ecografías se vuelven un acontecimiento familiar.
Sin darte cuenta el bebé se convierte en el centro de atención para todos y esto es precioso y te llena de júbilo, sientes a tu familia más unida que nunca. Vosotros os convertís en padres, pero vuestros hermanos/as en tíos/as y vuestros padres en abuelos.
Aunque también hay una parte que puede que no sea tan bonita, y es la presión que se puede sentir ante la llegada del bebé. Es posible que todos quieran aconsejaros desde sus buenas intenciones, pero podáis sentir abrumados, porque al fin y al cabo, sois padres primerizos.
Las expectativas de vuestros familiares pueden ser altas y quieren ayudaros a tomar decisiones. Por supuesto, lo hacen pensando en vuestro bien, pero esto puede agobiaros y es necesario que aprendáis a marcar límites para que no os sintáis invalidados en decisiones que deberíais tomar vosotros. En caso de que no los pongáis, podrían surgir tensiones innecesarias.

Los miedos de los padres primerizos
Es normal que sintáis ciertos temores y que os invadan a medida que se va acercando el momento del parto y de la crianza. Por supuesto, podéis contar con vuestra familia para preguntarles, pero recordad que la última decisión siempre será la vuestra.
Por ejemplo, si tú quieres alimentar a tu bebé con biberón en lugar de con lactancia materna, será tu decisión hacerlo y de nadie más. Y lo mismo ocurre si la situación es al revés. Tú eres la que debe pensar qué será lo mejor para ti y tu bebé en cualquier caso.
Tú decides cómo hacer las cosas aunque no sepas cómo hacerlo en un principio. Si te agobias siempre puedes hablar con un profesional de crianza y maternidad para que te dé información de manera objetiva y que puedas decidir qué hacer de forma totalmente libre.
Que no tengáis experiencia como padres no significa que no podáis ser los mejores para vuestro hijo. Además, si tenéis voluntad para hacer las cosas bien, las haréis. Os equivocaréis algunas veces y otras acertaréis, pero esto forma parte de la paternidad y no tenéis que sentiros mal por ello. Lo que importa en cualquier caso es que hagáis siempre las cosas lo mejor posible.
Cada miembro de la familia comenzará a tener un nuevo rol en cuanto llegue el bebé a vuestras vidas, pero vosotros como padres tomaréis las decisiones con vuestro propio criterio.