Consejos para que los niños duerman en la noche de Reyes

La noche de Reyes es una de las más excitantes del año, ¿cómo ayudar a los pequeños a descansar y dormir como habitualmente?
niña saltando en la cama en navidad

No es solo la expectación de los regalos que verán la mañana siguiente, en la noche de Reyes se acumula el nerviosismo de los futuros juguetes con el ritmo frenético que se ha llevado durante toda la Navidad, dos factores que influyen en el sueño de los pequeños de la casa.

Las reuniones familiares, las quedadas con los amigos, las cenas fuera, los cambios de horario y el fin de algunas rutinas durante las fiestas, hacen que los niños se encuentren sobrexcitados durante las Navidades. Además, nos hemos encargado de hacer con ellos muchas actividades para que disfruten de las fiestas y generar con ellos bonitos recuerdos, y lo han hecho pero, de paso, también se han cargado de energía y, aunque llegan agotados a casa, les cuesta dormir.

Esto mismo ocurre la noche de Reyes, a la que hay que sumar el nerviosismo que viven por la mañana que les espera llena de juguetes, dulces y sorpresas. Les encanta y debemos dejarles disfrutar de esta euforia pero debemos, también, asegurarnos de que no les afecta negativamente a sus horas de descanso nocturno. Tras varias semanas con un ritmo desenfrenado, la noche del 5 de enero puede convertirse en la más difícil para dormir del año.

Ansiedad ante la llegada de los Reyes Magos

Mensajes que caen en el chantaje como “Si te portas mal, los Reyes no te van a regalar nada” o “Los Reyes te están viendo, ya verás…” pueden funcionar a corto plazo pero generan un efecto negativo en el niño, manifiesta Ana García, experta en estudios de ‘Calidad del sueño’ del Grupo Lo Monaco.

El Doctor Alejandro Guillén-Riquelme, investigador de la Cátedra del sueño UGR – LOMONACO, “el tiempo de sueño necesario de los niños varía respecto a la edad que tengan”. Desde los niños de 1 a 2 años, que necesitan entre 14 y 15 horas de sueño diarias, hasta los pequeños de entre 2 y 5 años, que ya consiguen un buen descanso con una media de 11 horas. A partir de estos 5 años, la media de horas baja hasta las 10 diarias, centrándose ya solo en las noches y no en distintos momentos de descanso a lo largo del día.

Además una frase muy utilizada, que los adultos interpretamos como tranquilizador, es totalmente contraproducente: “duérmete pronto que te van a encontrar los Reyes despiertos”. Este provoca aún más estrés del que la situación en sí genera. Y es que no hay nada más dañino para el sueño, que la prisa por dormir, y más si lo sumamos a la excitación con la que viven estos días. No es raro que les afecte emocionalmente en forma de llantos, rabietas, peleas e insomnio. Repasamos los mejores consejos de LOMONACO para la correcta higiene del sueño en la noche más mágica del año. 

¿Qué hacer para que duerma mejor el niño?

Es importante madrugar el día 5 de enero, sí, sabemos que el 6 tocará madrugón también, pero si nos levantamos todos pronto los niños llegarán cansados al final del día y será más fácil que descansen. Además, un día lleno de actividades será el mejor aliado para que duerman bien por la noche: un paseo en bici, una tarde en las camas elásticas, un recorrido por los últimos coletazos de los mercadillos navideños… cualquier actividad de este tipo les ayudará a conciliar mejor el sueño por la noche.

Aunque siempre animamos a que los peques duerman la siesta, y nos parece de condición obligada para los más pequeños, el día 5 podrían saltársela para poder llegar con sueño al final del día.

A la hora de irse a la cama lo mejor es seguir la misma rutina de siempre, acompañarlo a la cama, contarle un cuento o hablar con él de algo agradable pero no relacionado con el día siguiente, para ayudarle a conciliar el sueño. Apagar la luz y mantenerse a su lado mientras consideremos oportuno.

La pócima secreta de los Reyes Magos

La pócima secreta de los Reyes Magos

Los niños tienen mucha imaginación y les encanta la magia de la Navidad, aprovechemos su maravillosa inocencia para que descansen mejor.

Para poner en marcha este truco tenemos que habernos agenciado con un bote vacío y limpio de alguna mermelada o botella de agua con gas, por ejemplo, y en él escribiremos con rotulador permanente dorado o morado o de cualquier otro color: Pócima secreta de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente. Si además decoramos el frasco con purpurina o washi tape o similar, mejor. La clave es que los pequeños no nos descubran esta manualidad.

Después llenaremos la botella de agua con un poquito de azúcar disuelto o de miel o de limón... También podéis añadir un par de gotas de colorante alimentario verde o azul para sumar más magia al momento. Cuando estén acostados en la cama, tranquilos, después del cuento de rigor, les contaremos la leyenda de la ‘Pócima Secreta’ que no se trata sino de decirles que el año pasado los Reyes os dejaron a vosotros, los adultos, esta pócima para ayudar a los niños en esta noche. Contadles que tiene los poderes mágicos de hacerles dormir rápido y con la que tendrán sueños maravillosos y superbonitos, después les daremos una cucharadita de esta ‘medicina mágica’ y no queda más que esperar a que se levanten maravillados en la mañana de Reyes.

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