La soledad de las madres y la salud mental

Se estima que el 15% de las mujeres sufre depresión posparto y que un 35% de las madres presenta síntomas propios de un estado depresivo. 
Madres soledad

Cuando Marlo, el personaje interpretado por Charlize Theron en Tully, tiene a su tercer hijo, cae sobre ella el peso de la abrumadora soledad. Una soledad que la conduce irremediablemente a sentarse en la primera vagoneta de una montaña rusa emocional sin maquinista. Nadie parece ver a Marlo, que da la sensación de volverse traslúcida para un entorno social y familiar que ha olvidado de dónde venimos. Qué es lo que somos. Hacia dónde vamos. Porque Tully ofrece un retrato realista y honesto de la crianza en una sociedad occidental tan hipnotizada por el individualismo más despiadado que incluso puede hacer desaparecer a la propia madre.

Ser madre soltera, divorciada o separada hace ver a la familia de una forma distinta y te plantea retos distintos. - Getty Images

El film plantea preguntas cruciales sobre el lugar de las madres en un sistema donde lo laboral y lo económico prevalecen sobre las necesidades humanas básicas. ¿Es posible cuidar y ser cuidado en un sistema que prioriza lo productivo? ¿Quién sostiene a quienes cuidan si los cuidados son invisibles? 

La experiencia de ser una madre "sola" ante el mundo

La experiencia de la maternidad está hoy atravesada por la desvaloración de la labor de cuidados y la desinversión constante en políticas sociales, pero también por una precariedad estructural que erosiona la economía, los hogares, los vínculos y hasta los afectos. La vida de Marlo, con tres hijos y una pareja ausente, es una ventana indiscreta a la que asomarnos para ver cómo el sistema y el entorno abandonan a las mujeres en el momento más duro de la metamorfosis que supone la maternidad.

Tully - Una escena de la película interpretada por Charlize Theron.

La filósofa Carolina del Olmo reflexiona en 'Dónde está mi tribu sobre la profunda soledad que puede acompañar a la experiencia de la maternidad', especialmente para aquellas mujeres que viven en entornos urbanos, careciendo de apoyo familiar cercano o enfrentándose a distancias de cientos de kilómetros respecto a sus seres queridos. 

La soledad y la salud mental están íntimamente relacionadas. Lo vemos de una forma poética y metafórica -casi como un relato de realismo mágico- aunque no exenta de crueldad en Tully, mientras acompañamos a Marlo en su vertiginoso descenso a los infiernos. Y cada día, en todo el mundo, cientos de mujeres reales viven en primera persona, en sus propias carnes, el drama magistralmente interpretado por Charlize Theron en la pantalla.

La soledad agrava el riesgo de depresión posparto por ser un factor de riesgo

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Según diversos estudios, se estima que el 15% de las mujeres sufre depresión posparto y que un 35% de las madres presenta síntomas propios de un estado depresivo. Y entre muchos otros factores desencadenantes (personales, genéticos, violencia obstétrica, etc.), la soledad juega un papel fundamental en muchos de estos casos. 

Así lo demuestra un metaanálisis de estudios sobre la experiencia de la soledad en mujeres con depresión perinatal, publicado en febrero de 2023 en BMC Psychiatry. Según el mismo, la experiencia de la maternidad, ya de por sí transformadora, se ve agravada por el aislamiento social y la soledad, lo que lleva a muchas mujeres a autoaislarse y ocultar síntomas debido al estigma y al miedo al juicio. La falta de apoyo real y el desequilibrio entre el respaldo esperado y el brindado exacerban también la soledad, especialmente en el caso de las mujeres de comunidades desfavorecidas.

“La soledad parece jugar un papel central en la experiencia de la depresión perinatal según la frecuencia con la que surgió en los relatos de las mujeres”, concluyen las autoras de la investigación, que consideran que los resultados de la misma deberían abrir espacio al diseño de potenciales intervenciones psicológicas y sociales que, entre otras cosas, aborden el estigma y ofrezcan apoyo profesional, familiar y entre pares para ayudar a las mujeres con depresión perinatal a sentirse menos solas, especialmente en las comunidades desfavorecidas.

Como demuestra la investigación, las condiciones económicas, la red familiar y social y el lugar de residencia influyen en esa soledad. Dime cuáles son tus condiciones y te diré cómo vives la experiencia de la maternidad.

Madre con móvil - Getty Images

En la última década, muchas madres han trampeado la soledad a golpe de ratón, de clic y de pantallas de ordenador y de smartphone. “Los humanos somos seres sociales y estar solos en nuestras casas no nos gusta nada. Nos gusta hablar, compartir, criticar, conocer. Eso pasa en cualquier circunstancia, pero imagínate cuando tu vida se queda patas arriba, cuando nace tu hija y nunca habías visto una cosa tan hermosa que necesita tanto y no tienes ni idea de qué hacer con ella… La necesidad de hablar de todo ello en esos momentos diría que es casi física. Y entonces abres la pantallita del ordenador, a ver si hay alguien por ahí”, afirmaba la historiadora y escritora Cira Crespo, autora de Madres en red: del lavadero a la blogosfera, en un reportaje de Madresfera Magazine publicado en 2015.

Aunque Internet ha proporcionado un alivio parcial a la soledad y la falta de referentes para muchas madres, lo cual es de gran valor, no se puede negar que el contacto humano sigue siendo fundamental. Más allá de la pantalla, las madres continúan estando agotadas y desbordadas, por lo que resulta esencial analizar las dificultades maternales y su impacto tanto en las madres y los hijos como en el entorno familiar.

Quizás, como apuntó Carme Riera, la solución radique en reivindicar no solo nuestra capacidad creadora, sino también la reproductora, recordando que este es un asunto colectivo que nos afecta a todas las personas, tengamos hijos o no. Nos va la salud mental en ello.

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