La razón por la que las madres se sienten más culpables que los padres, según una psicóloga

Lorena González de Serena Psicología nos explica por qué la mente de las madres con frecuencia se desborda con pensamientos culpabilizadores y aconseja como manejar adecuadamente la culpa durante la maternidad.
Consejos para acabar con el sentimiento de culpa en la maternidad

“Es realmente sobrecogedora la cantidad de pensamientos culpabilizadores que los profesionanles vemos en las madres cuando acuden a consulta”, afirma la psicóloga Lorena González, cofundadora de Serena Psicología.

Hay una lista interminable de causas por las que las mamás nos sentimos culpables, apunta González: Porque se pongan malos (¡Ay, le tenía que haber abrigado más! Es culpa mía), por no querer jugar (Debería querer jugar con mi hijo y no me apetece. Seguro que las otras mamás juegan más), por salir a trabajar, por salir con amigas un rato, por olvidar comprar un libro o material para el cole (Siempre me olvido de todo), por perder la paciencia en ocasiones (¡Ay! Le he gritado, que mala madre soy…

La psicóloga explica que la culpa es un sentimiento que nos mantiene alerta para no cometer errores, ni alejarnos de nuestros valores y objetivos, pero conviene estar alerta porque la culpa en exceso puede llegar a ser muy incapacitante y llevar a la persona que la sufre a un nivel muy alto de sufrimiento y ansiedad.

González relaciona las causas que provocan ese sentimiento de culpa en las madres con el peso que puede suponer la referencia ideal de convertirnos en la mamá perfecta para nuestro bebé: “La realidad es que ser madre no es nada fácil ni tan ideal como habíamos imaginado y cuando te ponen el bebé en brazos, a veces se despierta una inseguridad que se instala de forma permanente dentro de algunas madres”

¿Por qué las madres tienen un sentimiento de culpa más intenso que los padres?

La terapeuta de Serena Psicología sostiene que las madres tienen un sentimiento de culpa más intenso que los padres por motivos culturales y sociales: “La idea de sacrificio para la familia, los roles sociales de la mujer, los prejuicios sobre lo que es o no una buena madre, aún nos pesan mucho y por esta razón nos sobreviene la culpa con una intensidad mucho más alta que a los padres”.

Nadie nos cuenta, apunta González, que ser madre es agotador, caótico, desestabilizarte, abrumador, no tienes tiempo para casi nada.. “Por supuesto, es un amor tan sobrecogedor e intenso que lo compensa todo, pero no podemos obviar que hay momentos difíciles y que esa madre ideal que a veces nos marcamos como referente es prácticamente imposible que sea tan perfecta en todos los momentos”.

Consejos para manejar la culpa durante la maternidad

Lorena González apunta en un artículo titulado “La maternidad y la psicología” publicado en el blog de Serena Psicología una serie de consejos en aras de desnitrificar la maternidad y desidealizar el concepto de buena madre.

  • No tienes que ser perfecta, deshazte de ese ideal: Ser la madre perfecta es un ideal imposible e inalcanzable. No somos perfectas y no pasa nada. Sé simplemente tú misma y no te exijas tanto.
  • Permítete fallar y perdónate los errores: Hay momentos en la vida y en el día a día que es imposible llegar a todo. Por ello cometemos errores, también con nuestros hijos. ¿ Has cometido un error? acéptalo y proponte mejorar para lo próxima vez, analiza lo que ha ocurrido de manera constructiva para hacerlo mejor en un futuro pero perdónate el error y no te culpabilices tanto.
  • Necesitas tiempo para ti: Cuando somos madres las prioridades cambian. Antes pensábamos más en nosotras, nuestros objetivos, nuestras ilusiones, nuestras necesidades, etc. Pero cuando llega tu bebé lo primero es él. El instinto hace que los primeros meses y años todo gire en torno a él, alimentarlo, protegerlo, darle seguridad, comodidad, afecto, etc…
Unas horas de relax y salud
  • Que tu bebé sea lo principal no significa que tenga que ser lo único. Tú también tienes necesidades. Por ello es normal que necesites tiempo para tí, que te sientas desbordada, que desees desconectar y descansar, etc.
  • Plantéate qué tipo de madre eres: Es importante ser realista y aceptarte como eres, plantéate ¿ qué tipo de madre eres? Quizá se te de regular cocinar pero eres muy cariñosa. Quizá se te olvide algo cada vez que haces la compra, pero eres especialmente empática con tus hijos….
  • Piénsa en cuáles son tus puntos fuertes: Seguro que los tienes. Acuérdate de ellos cuando cometas un error. A todas se nos da mejor unas cosas que otras y en la maternidad también.
  • Y recuerda, para tus hijos no habrá nunca mejor madre que tú. No te exijas en exceso en cosas que para ellos, en realidad, no son tan importantes. Abrázalos, diles cuanto les quieres, escúchalos con atención, da importancia a las cosas que para ellos son importantes ahora, trátalos y háblales con todo tu cariño. Sé sencillamente tú misma. Así ya serás «perfecta».

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