Aprende a interpretar los dibujos de tus hijos con las pautas de dos expertas

En el dibujo de un niño hay todo un mundo escondido: refleja su carácter, su personalidad, su temperamento y sus necesidades. Aprende a interpretar los dibujos de tus hijos con las claves que proporcionan dos expertas en psicología infantil.
Niña dibujando

Tú puedes ver un sombrero cuando en realidad es una boa que se ha comido un elefante. El dibujo de un niño es una forma de expresión de sí mismo. Prestar interés al dibujo de un niño, es prestar interés por el niño: “Cuando observamos con atención el dibujo de un niño, es inevitable pensar que hay un mundo escondido dentro de esos dibujos. La seguridad que transmite en el trazo o el convencimiento con el que nos da sus explicaciones sobre el mismo.. Hay un sinfín de pistas que nos pueden ayudar a descubrir los mensajes que el niño transmite a través de sus dibujos”, afirma la psicóloga María Pilar Quiroga Méndez.

En el mismo sentido, la pedagoga Rocío Fernández de Rodríguez apunta en “Cómo interpretar los dibujos de los niños” que el dibujo representa en parte la mente consciente, pero también y de una manera más importante hace referencia al inconsciente: “No debemos olvidar que los que nos interesa es el simbolismo y los mensajes que el dibujo transmite, no su perfección estética”.

La pegagoga apunta que, sin darse cuenta, el niño traslada su estado anímico al papel: “Por ello nunca es conveniente obligarlo a dibujar, si él no siente la necesidad. Debe dibujar por placer, nunca por obligación”. Eso sí, si tiene deseos de dibujar es recomendable dejar que su imaginación se manifieste con toda libertad.

No hay que preocuparse, afirma Fernández de Rodríguez, si observamos que el niño tiene tendencia a dibujar formas fluidas, pues la originalidad indica capacidad para afirmar las opiniones propias: “Al preguntar a un niño por un árbol que no parece un árbol, este nos puede responder que el árbol procede de Marte”.

Sí conviene estar alerta, cuando nos encontramos con lo que la pedagoga define como dibujos con trampa: “Algunas veces el niño dibuja un tema en un lado del papel, mientras en otro coloca a un personaje, un objeto o cualquier otra cosa. Pues bien, está arrinconando aquello que se encuentra en el reverso de la hoja”.

Si, por ejemplo, el niño que dibuja a su familia omite a su hermana pequeña o a su padre o los pone en la otra cara del papel, significa que el pequeño quiere alejar a estos familiares de su entorno, apunta Fernández de Rodríguez .

Los dibujos nos permiten conocer datos sobre el temperamento, el carácter, la personalidad y las necesidades del niño. Para hacernos una idea del mensaje que transmiten y lo que quieren expresar la psicóloga María Pilar Quiroga Méndez apunta las preguntas que podemos hacernos cuando miramos un dibujo de nuestro hijo.

Preguntas que puedes hacerte al mirar el dibujo de tu hijo

La psicóloga María Pilar Quiroga Méndez cataloga  en su libro "Psicología Infantil Aplicada"  lo que hemos de mirar cuando observamos el dibujo de un niño y apunta las preguntas que podemos hacernos:

Figuras: ¿Son grandes o pequeñas? ¿Ocupan todo el espacio o hay grandes espacios en blanco entre ellas? ¿Qué representan? ¿Cómo lo representan? ¿Están unidas entre ellas o dispersas sin continuidad? ¿Tienen alguna característica llamativa? ¿Hay proporciones incoherentes? ¿Hay figuras centrales o que llamen especialmente la atención? ¿Hay alguna que esté señalada con algún color especial o con algún elemento que la signifique?

Situación en el espacio: Qué zona de la lamina ocupan los dibujos es otra variable a observar. ¿Hay preferencia por algún espacio? ¿Son las figuras pequeñas o grandes respecto a los márgenes externos?¿Van hacia arriba o más bien se acumulan en la base de la lámina? ¿Se distribuyen de modo ordenado o se acumulan en algún espacio elegido? ¿Ocupan la lámina de modo equilibrado o se amontonan sin equilibrio aparente?

Contenidos: ¿Qué se intenta representar? ¿Cuáles son los elementos más llamativos? ¿Qué es lo que expresa el dibujo? ¿Qué es lo que quiere expresar? ¿Cuál es la historia narrada que podemos imaginar cuando lo vemos? ¿Cómo es la que el niño nos cuenta? Para ello, resulta útil decirle que nos cuente una historia sobre el dibujo. Es importante partir de lo que el niño dice que el dibujo representa, ese es un punto de partida que a veces olvidamos tendiendo a interpretar sin confirmar lo que nos dice el autor. Al final puede ser que el niño simplemente estaba representando cualquier otra cosa.

¿Te acuerdas del sombrero que los adultos interpretaban que dibujaba El Príncipito cuando en realidad era una boa que se había comido un elefante?

El Principito

Trazo: ¿Es un trazo fuerte o débil? ¿Marcado o tenue? ¿Impresiona como seguro o más bien vacilante? ¿Es continuo o se entrecorta con facilidad? ¿Se repasa varias veces o se queda apenas definido? ¿Es ondulante o más bien recto y cortante?

Colores: ¿Cuáles son los colores que priman? ¿Cuál es el uso del color en el dibujo? ¿Están colocados correctamente o son aparentemente aleatorios? ¿Dan sensación de equilibrio o más bien de distorsión? ¿Producen sensación relajante o, por el contrario, inquietan?

Impresión general: ¿Cuál es la impresión general definida a partir de un adjetivo que te causa ese dibujo? ¿Crees que a otros les causaría la misma impresión?

Puedes hacerte alguna, si no todas, de estas preguntas la próxima vez que mires un dibujo de tu hijo y no te olvides de preguntarle a él, no vaya a ser que lo que parece un simple sombrero esconda una fascinante historia sobre una boa que se ha comido un elefante...

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