Dependiendo de las condiciones del cuello del útero, se puede iniciar esta inducción con prostagladinas. Pero, ¿qué son las prostaglandinas?

Son sustancias lipídicas similares a las hormonas que elabora el propio cuerpo, o que si se
precisa se utilizan de forma sintética. Hay diferentes prostaglandinas que controlan la presión arterial, la contracción de músculos lisos y otros procesos internos en los tejidos donde se producen, entre ellos, el útero.
En un embarazo normal, las prostaglandinas se sintetizan en las membranas fetales, la decidua, el miometrio y la placenta. La producción de estas sustancias se realiza en cantidades proporcionales a las semanas del embarazo, de manera que, al final del mismo, se producen más prostaglandinas que en el primer trimestre. Esto se produce para que la mayoría de los partos se produzca al término.
¿Por qué utilizamos prostaglandinas durante la inducción del trabajo de parto?
Las prostaglandinas cumplen la función de preparar el cuello uterino y ayudar a dilatarlo en respuesta a las contracciones uterinas por activación del músculo liso.
Cuando se decide inducir el trabajo de parto y el cuello uterino todavía no está dilatado ( en muchas ocasiones decimos que no está favorable), se emplean prostaglandinas sintéticas para madurarlo antes de utilizar los fármacos que producen las contracciones, principalmente oxitocina. En muchas ocasiones, la respuesta de nuestro cuerpo a las prostaglandinas es suficiente e incluso se puede no precisar Oxitocina porque se inicia parto con ellas. Un buen método de inducción bien elegido según las condiciones de la embarazada, consigue un parto seguro para la madre y el recién nacido.
Las prostaglandinas son efectivas, da lugar a un número relativamente bajo de cesáreas, tienen pocos efectos secundarios y son muy aceptables y toleradas para las madres .
Algunos métodos de inducción del trabajo de parto podrían provocar más cesáreas al ser ineficaces para iniciar el trabajo de parto, mientras que otros métodos podrían dar lugar a más cesáreas al provocar demasiadas contracciones (hiperestimulación) que provocan el sufrimiento del feto (cambios en la frecuencia cardíaca del feto). Por ello, hay que determinar cuál es el mejor método para cada mujer y estable el mejor control tanto de la madre como de bebé para evitar complicaciones.
¿Cómo se utilizan las prostaglandinas sintéticas?

Actualmente hay dos prostaglandinas que se utilizan para la maduración cervical previa a la inducción directa con Oxitocina si el cuello del útero no está suficientemente dilatado.
Los protocolos de cada hospital y la experiencia de los profesionales que atienden el parto son lo que van a determinar la utilización de un tipo u otro. Se dispone de Dinoprostona (derivado de una prostaglandina E2, conocido con el nombre comercial Propess ) de administración vaginal, y Misoprostol (derivado de una prostaglandina E1), administrado vía oral. En ocasiones, hay centro en los que se utiliza Misoprostol por vía vaginal en dosis más bajas (25 mcg cada cuatro horas o menos) ya que se ha observado que eran similares a los métodos convencionales en cuanto a eficacia y riesgos.
¿Qué efectos tienen las prostaglandinas?

De forma natural, las prostaglandinas liberadas por nuestro organismo intervienen en muchas funciones:
- Intervienen en la respuesta inflamatoria: vasodilatación, aumento de la permeabilidad de los tejidos permitiendo el paso de los leucocitos, antiagregante plaquetario, estímulo de las terminaciones nerviosas del dolor…
- Provocan la contracción de la musculatura lisa. Esto es especialmente importante en la del útero de la mujer. En el semen humano hay cantidades pequeñas de prostaglandinas para favorecer la contracción del útero y como consecuencia la ascensión de los espermatozoides a las trompas de Falopio. Del mismo modo, son liberadas durante la menstruación, para favorecer el desprendimiento del endometrio. Así, los dolores menstruales son tratados muchas veces con inhibidores de la liberación de prostaglandinas. Y durante el parto, favorecen la dilatación y maduración del cuello por las contracciones de la musculatura.
- Intervienen en la regulación de la temperatura corporal
- Controlan el descenso de la presión arterial al favorecer la eliminación de sustancias en el riñón
Por lo tanto, los efectos secundarios de las prostaglandinas administradas de forma sintética durante el parto, derivan de las funciones normales que realizan, principalmente fiebre, vómitos (si se administran vía oral), picor, dolor de cabeza…
Un efecto muy frecuente es la híperestimulación del útero. En ocasiones, se precisa la retirada del producto para evitar afectación del recién nacido por un exceso de contracciones uterinas.
Por lo tanto, antes de tomar la decisión de cuál es el mejor método para inducción del parto de parto, hay que conocer las condiciones de cada embarazada y realizar un manejo individualizado.