¿Por qué tienen fríos los pies y las manos los bebés?

Hay varios factores que están más relacionados con esta cuestión que el frío. Te contamos cuáles son.
¿Por qué tienen fríos los pies y las manos los bebés?
Hay varios factores que están más relacionados con esta cuestión que el frío. Te contamos cuáles son.

Sí, los bebés tienen las manos y los pies generalmente muy fríos y no siempre tiene por qué ser culpa del frío. De hecho, no lo es en la mayoría de las ocasiones, sino que hay otra explicación para ello.

No es tanto la temperatura exterior de los recién nacidos, ni que les llevamos descalzos solo con calcetines y a menudo sin nada en las manos con el hecho de sus extremidades estén más frías que el resto de su cuerpo. El principal motivo de que así sea, por mucho que las abuelas insistan en que el pequeño tiene frío porque “está azul”, tiene que ver con la inmadurez de su sistema circulatorio.

El corazón es pequeño, no tiene todavía la fuerza necesaria para “alimentar” a todo el cuerpo por igual, y los capilares son finos. Lo explican, de maravilla por cierto, fuentes del Instituto Valenciano del Pie: “La sangre no solo transporta oxígeno por todo el cuerpo, también transporta calor. Los recién nacidos y los bebés menores de 3 meses todavía tienen un sistema de circulación sanguínea recién estrenado. Esto significa que en un bebé hay menos sangre (y calor) llegando a las partes más alejadas del corazón, las manos y los pies”.

Mano de bebé

Esta es la explicación de que la mayor parte del riego sanguíneo de un recién nacido se concentre en partes esenciales del cuerpo como los pulmones o el cerebro, y tenga un déficit (no es grave) en pies y manos, que todavía no reciben el extra de sangre que sí llega a las otras zonas de su cuerpo. Por este motivo, como bien suelen destacar las abuelas si lo detectan —en otras ocasiones, su cerebro les engaña— , protagonistas secundarias recurrentes de esta pieza, algunos bebés tienen las extremidades azules al nacer. “Esta afección muy común se llama acrocianosis. Por lo general, desaparece horas o días después del nacimiento del bebé”, explican desde el Instituto Valenciano del Pie.

Otros condicionantes

A la falta de madurez del sistema circulatorio hay que añadir otros factores que explican que los bebés tengan los pies y las manos frías.

Uno de ellos es la regulación de la temperatura corporal. “Los pies de un bebé pueden notarse incluso más fríos de lo que realmente están, porque tus manos están más calientes. En realidad, los bebés tienen temperaturas corporales ligeramente más altas que los adultos, pero sus brazos, manos, pies y piernas normalmente estarán más fríos que los de sus padres”, señalan desde el Instituto Valenciano del Pie.

Por este motivo, los pediatras insisten en la importancia que tiene controlar la temperatura corporal de un recién nacido, sobre todo en los primeros meses, pero esta no se mide en los pies y las manos, sino en la nuca, o incluso en su torso. Es fundamental en este sentido no abrigarles más de la cuenta pero tampoco de menos. Ya sabes: como mucho, una capas más de las que tú lleves, y más que nada por compensar su falta de movilidad, que no les mantiene tan calientes como a nosotros.

Esto, en menor medida, también afecta a la temperatura de pies y manos. Es como cuando los adultos estamos parados y el frío nos entra por los pies. “La vida del bebé se centra en dormir, comer y digerir la comida. Esto significa que un bebé no se mueve ni se esfuerza gran parte del día. Esto es completamente normal y saludable para un bebé. Pero esto puede llevarlos a tener los pies fríos”, advierten desde el Instituto Valenciano del Pie.

En definitiva, rara vez es el frío el motivo por el cual los niños muy pequeños tienen los pies y las manos frías. A veces, hasta puede indicar antes este síntoma que el recién nacido tiene fiebre o algún otro problema de salud relacionado con la circulación sanguínea, algo para lo que suele ser una pista fiable si continúa el tono azul de su piel o se extiende a otras partes de su cuerpo. En otras ocasiones, las menos, el frío puede excitarse también a sus extremidades, pero ya has visto que antes tienes que descartar otros motivos que están más relacionados con esta cuestión.

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