Beneficios de dar masajes a los bebés

Una de las formas de favorecer el crecimiento y desarrollo del bebé es aumentando el contacto físico con sus padres. ¿Sabías que el masaje al bebé tiene múltiples beneficios tanto para el peque como para los padres que lo realizan ? Os invito a descubrirlos.
bebé masaje

Los bebés tienden a sufrir problemas gastrointestinales, sobre todo las primeras semanas de vida. Por ello uno de los mayores beneficios de los masajes infantiles es que con ellos se favorece el tránsito intestinal y también se alivian los gases, los cólicos y la disquecia del lactante. Por tanto, es muy recomendable un masaje realizado a base de movimientos circulares sobre el abdomen del bebé, pues así se favorecerá el peristaltismo intestinal y se aliviarán las molestias al poder eliminar los gases. 

Bebé en pleno masaje (Foto: iStock)

Mejoran el desarrollo muscular y beneficia el sistema digestivo

Además de favorecer el tránsito intestinal, los masajes infantiles ayudan a tonificar la piel, aumentan la flexibilidad y mejoran la coordinación de las extremidades tanto superiores como inferiores.

Potencian el desarrollo de su sistema neurológico

Durante un masaje los padres tocan, palpan y acarician al niño; por lo que el bebé mejora sus capacidades para captar estímulos. Además el masaje facilita el proceso de mielinización en el bebé.

Favorecen el sueño del niño

Un masaje no deja de ser un ejercicio que busca la relajación y el alivio de tensiones. Esto en los bebés supone un sueño más profundo y duradero. Por tanto, sería muy recomendable que un masaje formara parte del ritual previo a acostar al bebé.

Facilita la integración del esquema corporal en el bebé

El masaje infantil ayuda al bebé a conocer su propio cuerpo, y lo que es más importante, a tomar conciencia de sus dimensiones.

Beneficios para los padres

Si los masajes resultan beneficiosos para el bebé que los recibe, no lo son menos para los padres que los dan.

Un masaje supone contacto físico, contacto visual, caricias, risas, etc. Todo esto supondrá un aumento del apego y estrechará los lazos afectivos padres e hijo; pero es que además se favorece que los padres interpreten mejor ciertas señales que el niño realiza mediante algún gesto corporal.

Además un niño no sólo interactúa con sus padres. Es normal que otras personas (familiares, amigos) quieran cogerlo, acariciarlo, etc. Un niño que esté acostumbrado al contacto físico mediante masajes tendrá mayor facilidad para adaptarse a la recepción de estímulos de otras personas.

Quiero dar un masaje a mi bebé

Al tener efectos tan positivos, muchos padres querrán poner en práctica el masaje. Os propongo algunos consejos para que lo realicéis de manera adecuada.

Descripción de la imagen - Konstantin Postumitenko

Procurad que sea en un entorno tranquilo, con luz indirecta y temperatura elevada. La idea es dar un masaje, no que el niño "coja frío". El mejor momento para que le deis un masaje a vuestro bebe será después de su baño, puesto que seguramente ya esté más relajado y receptivo.

En principio no es necesario ningún tipo de aceite, loción o crema. Pero si decidís usar una, optar por un aceite de origen biológico y de calidad. También es recomendable una música tranquila pues facilita la relajación del bebé.

Los movimientos de las manos tienen que ser firmes y con un ritmo constante y suave. Lo recomendable es que empecéis el masaje en el pecho y después lo extendáis hasta los brazos. De ahí conducir el masaje a las manitas, estirando los dedos con mucho cuidado. Debéis hacer lo mismo con los pies y los deditos.

Una vez hecho esto los padres deben centrarse en la zona del vientre. Es la zona que debe masajearse durante más tiempo porque es en la que, como he dicho, más beneficios vais a generar a vuestro bebé. Primero mediante movimientos circulares y después deslizando los dedos desde el vientre del bebé hacia abajo.Si lo hacéis bien mejorará el tracto digestivo y se aliviarán gases y dolor de estómago de vuestro peque.

Descripción de la imagen - Getty Images/iStockphoto

Para terminar, nada mejor que un masaje sobre la espalda del bebé con movimientos suaves desde la zona vertebral hasta las extremidades.

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