Las complicaciones con la glándula tiroides pueden aparecer en cualquier momento de la vida, y eso también incluye la gestación y el posparto. Si acabas de dar a luz y es tu caso, conoce aquí los síntomas más habituales y las causas que pueden dar lugar a la tiroiditis posparto.
Cuando en la glándula tiroides se producen alteraciones justo en los meses después de dar a luz, puede aparecer una condición que conocemos como tiroiditis posparto. Se trata de una enfermedad autoinmune que provoca que los anticuerpos de la mujer ataquen a la tiroides, lo que causa que la producción de sus hormonas tiroideas se altere.
La tiroiditis posparto es una afección poco frecuente en la glándula tiroides -ubicada en la base del cuello- que provoca que se inflame durante los primeros meses tras el parto. Se estima que afecta a una de cada 20 madres recientes.
Suele tener una duración de unas semanas o incluso meses. En la mayoría de los casos las funciones de la tiroides vuelven a su normalidad entre el año o año y medio después de que hayan comenzado los síntomas; aunque también hay mujeres que pueden presentar problemas permanentes. Por desgracia, la tiroiditis es algo difícil de identificar porque muchas veces los síntomas que presenta se asocian a otros trastornos emocionales que se dan tras el parto.
Síntomas de la tiroiditis
Al presentar tiroiditis posparto se presentan dos fases, una en la que aparece hipertiroidismo y otra en la que se da hipotiroidismo. No obstante, no todas las mujeres que la padecen llegan a sufrir el cuadro completo y solo sufren los síntomas de una condición o de otra.
En la primera etapa (hipertiroidismo) se produce una producción de hormonas en exceso. Suele durar entre 2 y 4 meses -más o menos- y aparece entre el primer y el sexto mes después del parto. Los síntomas en este período suelen ser leves, y los más típicos son los siguientes:
- Cansancio, fatiga y debilidad.
- Pérdida de peso sin razón aparente.
- Insomnio o problemas para conciliar el sueño.
- Sudores.
- Latidos rápidos y palpitaciones.
- Irritabilidad, ansiedad y nerviosismo.
- Sensibilidad al frío.
En la segunda (hipotiroidismo) la tiroides, que ha quedado algo débil, no tiene la capacidad de producir las hormonas diferentes. Es una etapa que suele durar entre 6 meses y un año. La sintomatología más común de esta fase es la siguiente:
- Aumento de peso inexplicable.
- Incapacidad para perder el exceso de peso.
- Cansancio y falta de energía.
- Depresión.
- Estreñimiento.
- Pérdida de pelo.
- Sequedad de piel.
- Fragilidad en las uñas.
- Sensibilidad al frío.
- Hormigueo en manos y pies.
- Dificultad para la concentración.
¿Por qué se produce?
A día de hoy se desconoce cuál es la razón exacta que lleva a esta alteración, aunque puede que intervengan factores genéticos y ambientales.
No obstante, también es importante saber que corres más riesgo de sufrir esta alteración si:
- Padeces un trastorno autoinmunitario como la diabetes tipo 1.
- Tienes antecedentes familiares que hayan pasado por tiroiditis pospartos o por otros problemas de tiroides.
- Si con anterioridad has tenido antecedentes propios de problemas con la tiroides.
- Tienes una concentración alta de anticuerpos antitiroideos.