Desde su estreno en cines, la versión live action de Lilo&Stitch está triunfando en taquilla. Disney ha revivido el clásico de 2002 con una adaptación que mantiene el corazón de la historia original: una niña hawaiana huérfana, un experimento alienígena creado para destruir y una familia, también la que elegimos, reconstruida desde el amor.
Más allá del fenómeno comercial y nostálgico, Lilo&Stitch ofrece una oportunidad valiosa para hablar con los niños y niñas pequeños sobre temas profundos de forma accesible y emocionalmente significativa.
Así lo señala Javier de Haro, psicólogo infantil especializado en crianza consciente, del que hemos aprendido, por ejemplo, cómo crear complicidad con tus hijos, en una reciente publicación en sus redes sociales, donde destaca cinco enseñanzas esenciales que los más pequeños pueden interiorizar con esta película. “Es valiosísimo lo que tu hijo va a poder hacer contigo viendo la película”, dice.

Cinco enseñanzas de Lilo&Stitch
Javier de Haro explica hasta cinco enseñanzas que deja Lilo&Stitch a todos los espectadores pequeños que vean la película en familia:
Las etiquetas son injustas: no hay que juzgar a los niños
“Lilo lo pasa mal porque sus compañeras le dicen que es mala y eso hace que incluso ella diga que es mala”, dice de Haro.
Las palabras que los niños reciben de su entorno, especialmente de sus iguales y adultos de referencia, pueden convertirse en verdades internas muy dañinas. Este punto conecta con la importancia de fomentar una autoestima sólida desde edades tempranas y evita el etiquetado, como ya hemos abordado en artículos como este sobre los efectos del lenguaje que usamos con los niños.
Todos merecemos una segunda oportunidad
“Fíjate cómo Stitch fue creado para destruir, y con paciencia y mucho amor, Lilo le enseñó que podía cambiar”, argumenta el psicólogo infantil.
Este mensaje invita a trabajar con nuestros hijos la empatía y la idea de que los comportamientos difíciles no definen a la persona. La paciencia y el vínculo afectivo transforman.

Lo diferente no es malo: es valioso y necesario
En palabras de Javier de Haro: “Cuando Lilo fue a la protectora y vio al perro más diferente, ni se lo pensó. Mira qué vínculo crearon”.
Esta escena permite abordar con los niños y niñas la diversidad, el respeto por lo inusual y cómo muchas veces lo que se sale de la norma puede enriquecer nuestras vidas.
El amor no es perfecto, pero puede ser profundo
“La relación de Lilo con su hermana está llena de errores, conflictos, dificultades, pero también de esfuerzo, sacrificio, amor verdadero”, explica Javier de Haro.
Las relaciones entre hermanos, especialmente cuando un mayor asume un rol casi parental como ocurre en esta historia, nos recuerdan que el amor familiar no siempre es armónico, pero sí poderoso. Es un buen punto de partida para hablar con nuestros hijos e hijas sobre el valor del esfuerzo en los vínculos.
El verdadero significado de familia: “Ohana”
“Ohana significa familia, y familia significa que siempre estaremos juntos: nadie se queda detrás y nadie se olvida”, cuenta Javier de Haro, que reconoce “tener grabado” este aprendizaje para los niños y niñas desde que vio la película por primera vez.
Esta frase clave de la película resume un concepto de familia amplio e inclusivo, que va más allá del parentesco biológico. Tal como apunta el psicólogo, “las familias no tienen que ser perfectas para ser buenas. “Y no solo se refiere a la familia que tiene su hogar: Ohana es una palabra hawaiana que significa familia, la que tienes, pero también la que eliges y Lilo&Stitch lo son”, concluye.
En definitiva, con películas para ver en familia como Lilo&Stitch, siempre y cuando compartamos el visionado con ellos y ellas, pueden abrir conversaciones fundamentales sobre cómo se sienten, cómo se vinculan con los demás y cómo interpretan el mundo que los rodea.
Además, permite a los adultos observar ciertas reacciones emocionales de los niños y niñas en tiempo real: ¿se identifican con Lilo?, ¿qué opinan de Stitch?, ¿cómo perciben el conflicto con la hermana o la burla escolar? Estas respuestas pueden dar lugar a un trabajo emocional conjunto, reforzando el vínculo afectivo y las habilidades sociales y de autocuidado.