Iniciar la alimentación complementaria (AC) es un momento trascendental de la primera etapa de la crianza. Un punto de inflexión en la rutina y, sobre todo en el caso de padres primerizos, también una época de (lógicas) dudas: ¿qué alimentos son los adecuados para empezar?, ¿cómo cocinarlos para que el bebé pueda comerlos de forma segura?, ¿cuándo ofrecer la leche?
El inicio de la alimentación complementaria no es cuestión de cantidades, sino de aprendizaje y exploración. El bebé necesita tiempo para descubrir texturas, sabores y nuevas formas de comer. La leche sigue siendo la base de su nutrición, y los sólidos llegan para complementar poco a poco la dieta. Por eso hay tantas personas partidarias del método Baby-Led Weaning, aunque si no estáis cómodos con la alimentación sólida no hay mayor problema en optar por un híbrido o en iniciarse con alimentos líquidos como los famosos purés.
En este caso, nos centramos en quienes deseéis probar el método Baby-Led Weaning, en el que especialista la dietista Nuria Moreno, divulgadora de todo tipo de consejos y recetas de alimentación infantil en las redes sociales.
Moreno destaca la importancia del tiempo de cocción antes incluso de elegir los primeros menús para ofrecer al bebé de 6 meses. “Si ofrecemos los alimentos en sólido no debe estar excesivamente cocinado por que cuando el bebé lo coja lo deshará con mucha facilidad”, apunta.
Es un error habitual en el método BLW cocinar demasiado los alimentos, lo que los vuelve blandos en exceso y difíciles de manipular. Por el contrario, si están muy duros, no resultan seguros para el bebé. “El punto perfecto es aquel que haciendo una ligera presión se deshace con facilidad sin que esté excesivamente cocinado”, explica Nuria Moreno.

Menú de la primera semana de alimentación complementaria
Nuria Moreno, una vez hecha esta advertencia o recomendación previa, propone un menú estándar para la primera semana de alimentación complementaria en el que se siga el método BLW.
Como comprobarás a continuación, coincide con las recomendaciones médicas de ir introduciendo poco a poco, uno a uno, los alimentos nuevos para poder controlar posibles episodios de alergias alimentarias:
- Día 1: Patata → cocción 20 min.
- Día 2: Zanahoria → cocción 18-20 min, según grosor de los bastoncitos.
- Día 3: Brócoli → cocción 20 min.
- Día 4: Tomate → cortado en cuartos, siempre maduro.
- Día 5-7: Salmón → a la plancha o al horno, siempre bien hecho.
Cada día se introduce un alimento nuevo, lo que permite comprobar la tolerancia del bebé y darle tiempo a familiarizarse con el sabor. Este esquema no significa que deba comer grandes cantidades, sino que se inicia un proceso de adaptación.
👉Aquí tenéis otra opción de menú BLW para la primera semana de alimentación complementaria.

La leche, ¿antes o después de los sólidos?
Una de las dudas más frecuentes es si la leche debe ofrecerse antes o después de los alimentos sólidos durante la alimentación complementaria. Nuria Moreno deja claro que la leche siempre va antes del alimento sólido, tanto si se trata de leche materna como de fórmula.
“La leche va siempre antes que el sólido o el triturado y esto es así porque la leche es el alimento principal del bebé hasta los 12 meses. Tanto leche de fórmula como leche materna cubren la mayoría de las necesidades del bebé en esta etapa (6-12)”, señala la experta.
Estos son los pequeños matices a tener en cuenta en función de si toma biberón o pecho:
- Si el bebé toma biberón: debe seguir con las mismas tomas que hacía antes de iniciar la alimentación complementaria, siempre a demanda. Tras el biberón se puede esperar unos 30 minutos antes de ofrecer el sólido o triturado.
- Si el bebé toma pecho: la lactancia también continúa a demanda. Se puede dar el pecho y, justo después, ofrecer el alimento sólido, o bien esperar unos 15 minutos.
Los sólidos se ofrecen como complemento, respetando los ritmos de cada niño. Y no hay que preocuparse de si comerá o no porque “la leche es comida”, subraya la dietista profesional.
A menudo se piensa que a partir de los 6 meses deja de alimentar, pero no es así: gracias a ella el bebé ha crecido y ganado peso desde que nació, y seguirá haciéndolo mientras incorpora, poco a poco, nuevos alimentos.