Cuando la caída es desde una altura baja y el niño no tiene ningún síntoma, lo más probable es que el trauma haya sido leve. Hay que observarle durante 24 horas, incluso mientras duerme, para comprobar que sigue estando bien. Pero si la caída es desde una altura considerable o si el pequeño en las horas siguientes está mareado, somnoliento, se queja de dolor de cabeza, tiene vómitos o pierde el conocimiento, hay que llevarle a urgencias sin demora.
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