Aunque todavía no tenemos los datos definitivos del cierre de año 2022, ya podemos decir que los nacimientos en España siguen cayendo en picado. Tanto es así que nuestro país sigue a la cola de la natalidad en Europa.

Así lo avalan los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística presentados este mismo miércoles. Los mismos han resumido el estado de la natalidad en nuestro país en los dos primeros meses de este 2023, comparándolos con el mismo periodo de tiempo del año pasado.
Y, como decimos, todo apunta a que 2022 cerró peor que 2021 y que en 2023 volverá a haber menos nacimientos que el año pasado.
En enero y febrero de este 2023 han tenido lugar un total de 51929 nacimientos en nuestro país; cifra que supone 676 niños menos respecto al año pasado.
La natalidad en España: un punto por debajo de la media mundial
La natalidad en nuestro país es un tema de preocupación en estos últimos años. Tanto es así que el número de nacimientos es, en España, relativamente más bajo en comparación con otros países.
Tal y como afirman las cifras de un estudio llevado a cabo por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la media de hijos por mujer en España es de 1,3. Eso es un punto por debajo de la media mundial, que es 2,3.
Una media que lleva bajando desde 2017, cuando también empezaron a bajar los nacimientos: en ese año nacieron 62188 niños, en 2018 59700, en 2019 58182, en 2020 el número bajó hasta 57157 y, por último, en 2021 48.251.
Son varios lo factores que han contribuido a esta tendencia. Entre ellos se encuentran el envejecimiento de la población, el aumento de la tasa de mujeres que retrasan la maternidad para desarrollar sus careras profesionales, la falta de políticas de conciliación laboral y familiar, así como la inseguridad económica y la incertidumbre sobre el futuro.

¿Es realmente un problema que la natalidad sea ‘baja’?
“Las preocupaciones demográficas se plantean una y otra vez en torno a las tasas de fecundidad o natalidad pero, ¿alguien se preocupa por qué desean las personas para su propia vida reproductiva?”. Esta reflexión esta sacada directamente del último informe del UNFPA hecho público, de igual manera que las cifras, este mismo miércoles.
Y es que, de acuerdo al mismo, no deberíamos seguir preocupándonos tanto por las cifras de natalidad, pues son solo eso: cifras. El estudio se plantea que, quizás, el modelo de vida de la población, simplemente, no es el mismo que hace unos años. Y que los gobiernos deberían dejar de tratar a los humanos como cifras y de modificar las políticas para controlar o activar la natalidad según lo que indiquen las estadísticas anuales. “La reproducción humana no es ni el problema ni la solución”, argumenta Natalia Kanem, directora ejecutiva del UNFPA. “La planificación familiar no debe ser una herramienta para alcanzar objetivos demográficos, sino para empoderar a las personas”.
Políticas que fácilmente se pueden identificar: en España, sin ir más lejos, el gobierno autonómico de Madrid ofrece directamente una ‘Estrategia de Natalidad’. Fuera de nuestras fronteras encontramos el caso de Irán, por ejemplo, que ha restringido el aborto y prohibido repartir anticonceptivos. O China, con el caso contrario, donde se están implantando medidas para controlar los nacimientos (como el máximo de dos hijos por mujer).