El atún en conserva es práctico, nutritivo y muy presente en la dieta familiar. Sin embargo, cuando se trata de bebés y niños pequeños, surgen dudas: ¿a qué edad pueden empezar a tomarlo?, ¿es seguro por el mercurio?, ¿con qué frecuencia se recomienda? Te contamos cómo introducir el atún en lata en su alimentación de manera saludable.
El pescado es un alimento básico en una dieta equilibrada gracias a su aporte de proteínas de alta calidad, ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales. En la infancia resulta clave para un correcto desarrollo, ya que favorece el crecimiento, el sistema inmunitario y la salud cardiovascular.
El atún, por su sabor suave y versatilidad, suele ser una de las primeras opciones para las familias. Sin embargo, en el caso del atún en conserva (en lata o en tarro de cristal), conviene tener en cuenta aspectos importantes como el tipo de pescado, el contenido en sal y la posible presencia de mercurio.
Es cierto que no todos los formatos de atún son iguales: no es lo mismo el atún claro enlatado que el atún rojo o fresco. Pero todo el atún es un alimento con alto contenido en mercurio. Y por eso, la recomendación pediátrica es priorizar variedades con menor concentración de mercurio, moderar su consumo y limitarlo en los más pequeños.
Además, en caso de ofrecerlo, es importante ofrecerlo en preparaciones adecuadas para su edad, evitando condimentos fuertes o excesiva cantidad de sal, y siempre como parte de una dieta variada.

Atún en conserva y niños: seguridad y recomendaciones oficiales
El mercurio es uno de los principales riesgos asociados al consumo de pescado en la infancia. Este metal pesado puede afectar al desarrollo neurológico y cognitivo de los niños si se consume en exceso. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que los peces grandes como el atún, pez espada o tiburón tienden a acumular más mercurio en sus tejidos, por lo que conviene moderar su ingesta.
¿Desde qué edad pueden tomar atún los niños?
La Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda introducir el pescado a partir de los 6 meses de edad, dentro de la alimentación complementaria, siempre bien cocinado y en pequeñas cantidades. Y ya sabes: de alimento nuevo en alimento nuevo, no más de uno a la vez, para controlar y detectar rápidamente posibles alergias infantiles a alimentos.
En lo que respecta al atún, la Asociación Española de Pediatría (AEP) y también la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomiendan evitar el consumo de atún rojo y otros pescados con alto contenido en mercurio (pez espada, tiburón, lucio) hasta los 3 años de edad.
En el caso del atún en conserva, la variedad atún claro suele contener menos mercurio que el atún blanco o rojo, y es la opción más recomendable para la población infantil. Por eso, se puede ofrecer de forma ocasional atún en lata a partir de los 12 meses y más regularmente a partir de los 2 años, preferiblemente en versiones sin sal y al natural.
Esperar al año de vida es lo más seguro porque es cuando el sistema digestivo del niño está más preparado y es más fácil controlar la textura y la cantidad de sal.
Porciones recomendadas
La AESAN aconseja un consumo de 2 a 3 raciones semanales de pescado bajo en mercurio, variando entre diferentes especies. Dado que no cumple el requisito de ser bajo en mercurio, es preferible evitar el atún o limitarlo lo máximo posible.
En todo caso, si se ofrece a la infancia atún en conserva, es clave no abusar y combinar con otros pescados seguros para niños. Estas son las cantidades máximas en función de la edad:
- 1 a 3 años: 30-50 g por ración.
- 4 a 10 años: raciones un poco mayores (50-70 g).

Cómo elegir atún en conserva para los más pequeños
Como ya te hemos avanzado, no todas las latas de atún son iguales. A la hora de ofrecer este pescado a los niños, conviene fijarse en algunos detalles para asegurarnos de que sea una opción nutritiva y segura:
- Optar por atún claro (menos mercurio).
- Preferir atún al natural y sin sal añadida, evitando excesos de sodio.
- Revisar las etiquetas y elegir marcas de confianza que cumplan con normativas de calidad y seguridad alimentaria.
El atún al natural es versátil y puede incorporarse a ensaladas, purés o pequeñas tortillas, siempre en las porciones adaptadas a la edad que hemos señalado anteriormente
Alternativas al atún en conserva
Si quieres variar el pescado y reducir la exposición al mercurio que supone comer atún, puedes ofrecer a los niños estas alternativas saludables:
- Sardinas
- Caballa
- Salmón
- Trucha
Estas opciones son seguras, ricas en omega-3 y fáciles de incorporar a recetas infantiles.
