El guisante suele ser uno de esos alimentos que dividen a las familias: o se adoran o se dejan en el borde del plato. Su sabor dulce y su textura cremosa parecen aliados, pero muchos niños lo rechazan sin explicación aparente. En realidad, detrás de ese “no me gusta” puede esconderse una simple cuestión de presentación, textura o asociación negativa con otros platos.
En la infancia, la forma en la que se ofrecen los alimentos influye mucho en la aceptación. Si solo se han probado hervidos, sin color ni gracia, es lógico que no despierten entusiasmo. Pero si los transformamos en purés suaves, salsas o hamburguesas vegetales, los guisantes pueden convertirse en un básico lleno de proteínas, fibra y vitaminas.
Además, los guisantes son un alimento ideal para introducir en la alimentación complementaria del bebé, como mostramos en este puré de guisantes y zanahoria para bebés. Su textura es perfecta para comenzar a masticar y descubrir sabores nuevos de forma natural.
En este artículo te contamos por qué el guisante es una legumbre, y te damos algunas ideas de platos para que los niños se reconcilien con él.
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El guisante es una legumbre (aunque no lo parezca)
Aunque a menudo se asocie con las verduras, el guisante (Pisum sativum) pertenece al grupo de las legumbres, igual que las lentejas o los garbanzos. La diferencia es que se consume fresco o congelado, antes de que la semilla se endurezca, lo que le da ese sabor dulce y textura tierna que tanto lo distingue.
Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), los guisantes son una excelente fuente de proteínas vegetales, fibra, hierro y vitaminas del grupo B, además de contener compuestos bioactivos con función antioxidante. También aportan hidratos de carbono complejos y muy poca grasa, lo que los convierte en una opción equilibrada dentro de una dieta infantil saludable.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) los incluye dentro del grupo de legumbres, y recomienda su consumo regular para diversificar la ingesta de proteínas vegetales y reducir la huella ambiental de la dieta familiar.

Ideas para que los niños coman guisantes sin protestar
No hay una fórmula mágica que haga que los niños y niñas coman guisantes porque ya sabes que los niños rechazan probar alimentos nuevos por instinto y porque no ayuda el color de esta legumbre, ese verde que suele generar rechazo en los peques si se trata de un alimento. De hecho, un estudio demostró que cómo el color afecta a lo que comen los niños utilizando galletas normales y verdes.
Pero, dicho esto, los guisantes pueden camuflarse, reinventarse o brillar con luz propia en recetas divertidas y fáciles de hacer. Tenemos que intentarlo porque como adultos sabemos lo ricos que están y lo que se pierden los peques al no comerlos. Además, por descontado, sabemos también de los beneficios nutricionales de esta legumbre.
Ya te dimos en día una receta ideal paraempezar a introducir guisantes desde muy pequeños, la del puré de guisantes y zanahoria para bebés. Como habrás probado con el clásico de guisantes con jamón y huevo poché, nos ahorramos esta idea porque buscamos ofrecerte otras que no conozcas. Aquí tienes algunas otras ideas para servirlos que suelen funcionar con los peques:
- Tortitas saladas de guisantes y avena. Perfectas para comer con las manos.
- Hamburguesas vegetales con guisantes y arroz integral. Una forma divertida de introducir legumbres. Igual que triunfan las de espinacas, que también son verdes, les encantarán a tus hijos opciones como esta con guisantes y arroz.
- Arroz salteado con guisantes, pavo y huevo revuelto. Colorido y equilibrado, es una versión exprés del arroz tres delicias, quizá el único plato en el que comen guisantes los niños (si no los apartan), cuando van al restaurante de gastronomía china con la familia.
- Pasta con salsa de guisantes y queso parmesano. Sustituye parte de la nata en una elaboración similar a la carbonara por guisantes triturados. Mucho más nutrititva y saludable.
- Croquetas de guisantes y pollo. Textura crujiente por fuera y suave por dentro. Introducir guisantes en el concepto croqueta es un éxito asegurado.
- Pizza verde con base de guisantes. Igual que se puso de moda la pizza de coliflor, podéis prepararla con guisantes. Tritura guisantes con harina y aceite para la masa.
- Mini muffins salados de guisantes y queso. Ideales para meriendas o picnic, y también como aperitivos en cenas y comidas.
- Guisantes salteados con maíz y calabacín. Dulces y suaves, con colores que atraen. Estamos seguros de que no se te habría ocurrido la mezcla. y los fideos son siempre una base que capta la atención de los peques.
- Huevos rellenos con puré de guisantes. Si les gustan a tus hijos los huevos rellenos con tomate y atún, podéis probar una alternativa utilizando la misma base, los huevos duros. En este caso, rellenándolos con un puré de guisantes y algún otro ingrediente que creáis que les pueda gustar.
- Paté vegetal de guisantes con tostadas o crudités. Para untar o mojar, si a tus peques le gustan estos snacks, tenéis que probar esta opción con guisantes. No tenéis nada que perder.

Referencias
- Fundación Española de la Nutrición (FEN). Ficha de alimentos: guisante. Disponible en: fen.org.es.