¿Qué necesita el bebé para empezar a gatear?

Los expertos hablan de la 'etapa del suelo' . Es el momento en el que los bebés desean aventurarse a descubrir mundo por ellos mismos. Algunos gatean, otros reptan, otros culean... pero todos se mueven. Son movimientos básicos para el desarrollo de su cuerpo y para empezar a dar sus primeros pasos.
¿Qué necesita el bebé para empezar a gatear?

¿Qué necesita el bebé para gatear? Desde luego, no estar recostado en una hamaca, sino lo que todos los seres vivos necesitan para moverse: un medio donde hacerlo y un motivo. El motivo es intrínseco, es decir, un bebé sano desea moverse. El medio, de momento, hemos de facilitarlo nosotros, y normalmente basta con suelo, suelo y más suelo.

Sí, ese lugar lleno de gérmenes a nuestros pies es imprescindible para que su desarrollo psicomotor siga la evolución natural. Muchos expertos hablan de “la etapa del suelo”. “Pero con todos los adelantos que hay”, decimos con reparo… Justamente: sobran adelantos y falta suelo. Muchos de esos adelantos, mal utilizados, entorpecen el desarrollo psicomotor del bebé.

Recomendaciones

No vale cualquier suelo: no sirve uno frío por motivos obvios (todo su cuerpo está en contacto con la superficie y se puede resfriar), pero tampoco vale un suelo con una mantita que se arruga conforme él se mueve. Lo mejor son los suelos cálidos, como el parquet o la tarima flotante. También podemos recubrir su habitación con una alfombra pesada y amplia, que no se mueva cuando él lo haga, o con piezas de puzzle de goma dura. 

Sea lo que sea que pongamos, durará hasta que gatee. Cuando gatee, apoyado sobre cuatro puntos y a toda velocidad, el frío del suelo no debe preocuparnos tanto.

Cuando no esté en nuestros brazos, el bebé debe pasar la mayor parte del tiempo tumbado boca arriba, en una superficie dura. Los primeros meses vale la cuna.

Errores más frecuentes

Uno de los errores más comunes es poner al bebé en el suelo cuando pensamos que ha llegado el momento de gatear. Para entonces se ha perdido miles de oportunidades de entrenar los músculos necesarios. 

No gatea porque llega el momento sino porque lleva meses entrenándose secretamente para ello, tumbado sobre su espalda y sobre su vientre, dando vueltas y haciendo croquetas. 

A partir de los tres meses empezará a necesitar más espacio para moverse y darse la vuelta; quizá durante un corto periodo de tiempo, uno o dos meses, sirva un parquecito. 

Después necesitará más espacio, ya que empieza a voltearse con agilidad de un lado a otro. También empezará a girar sobre su ombligo, y más tarde, si tiene sitio, a arrastrarse para alcanzar objetos (o hará la croqueta para alcanzar sus objetivos). Algunos niños no se arrastran y gatean directamente, o al revés: algunos prácticamente no gatean porque se arrastran y llegan a todas partes así. 

Es igual de válido siempre que utilice los dos hemisferios, es decir, que coordine derecha e izquierda. No vale cualquier suelo: no sirve uno frío por motivos obvios, pero tampoco una mantita que se arruga conforme él se mueve. Lo mejor son los suelos cálidos, como el parqué o la tarima flotante.

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