Los millenials son los nuevos papás en 2020 y lo seguirán siendo, en la mayoría de los casos, en 2021. Ellos son los responsables de un cambio de tendencia enorme en los nombres, al menos en lo que a variedad se refiere.
Es cierto que las estadísticas mandan y estas dicen -se puede consultar en el INE- que los nombres clásicos siguen liderando las listas de los que más se ponen. Hugo, Lucía, María, Lucas, Isabel o Mateo aparecen inamovibles en las primeras posiciones, entre otros nombres muy familiares para todos los que hablamos castellano como primera lengua. Sin embargo, hay otras conclusiones que se pueden extraer al respecto de los nombres que los millenials ponen a sus hijos.
Por ejemplo, todos tenemos un conocido o alguien muy cercano, ¡quizá tú mismo!, con un hijo que tiene un nombre importado de otra lengua, ya sea una de las oficiales de nuestro territorio, como puede ser el euskera, fuente inagotable de inspiración para los nombres, o de más allá de nuestras fronteras. Este es el caso del francés o del italiano, idiomas de los que cada vez tomamos más referencias para hacerlas nuestras.
También que ya no solo los futbolistas inspiran a los nuevos papás, sino que las series de televisión y las películas son otra de esas fuentes de las que beben para extraer nombres originales y homenajear en muchos casos a sus personajes favoritos. Véase el boom de los nombres de mujer de las protagonistas de Juego de Tronos.
Y por último, una tercera tendencia evidente es que se han reinterpretado muchos nombres clásicos. ¿Cómo? Sobre todo, apostando por la abreviatura como nombre a inscribir en el registro, aprovechando la libertad que existe hoy en día para ello.
Todos los argumentos expuestos en este análisis los reflejan, al fin y al cabo, los nombres que representan a los millenials, y estos seis que hemos elegido son una muestra perfecta de ello:
Lola
Es el nombre clásico, Dolores, que mejor muestra el ‘efecto millenial’ en los nombres tradicionales porque de un tiempo a esta parte abundan las niñas que se llaman Lola. Así lo dice su dni, nada de Dolores.

Enzo
Zinedine Zidane marcó tanto a los millenials que el hecho de que su hijo mayor se llamara Enzo ha tenido repercusión dos décadas después. Ahora este nombre, que él puso a su primogénito por el futbolista Enzo Francescoli, es uno de los que más se escuchan en las clases de niños pequeños.

Arya
La serie favorita de los millenials no podía pasar desapercibida para los papás en busca de nombres originales y aunque Daenerys también se pone, Arya es el nombre que más ha calado en nuestro país. Cada vez son más; de hecho, ya no sorprende escucharlo.

Bruno
El de Bruno es otro de esos nombres que estaban en un tercer o cuarto plano en las quinielas de los papás y mamás españoles y por arte de magia se ha colocado entre los favoritos de muchos millenials que se estrenan como padres de un niño. Su origen es germánico, aunque suena muy nuestro porque no es un nombre para nosotros.

Martina
Igual que Valeria, son dos nombres a los que la generación millenial ha dado protagonismo. Desaparecidos durante mucho tiempo entre las niñas españolas, en la actualidad es raro que en una clase de los primeros ciclos de la educación no haya al menos una niña que se llame de una forma o de la otra. Para lo mismo con Martín, que ya no es solo un apellido, en niños.

Nicolás
Los millenials tienen gusto por las abreviaturas, como ya hemos visto en el caso de Lola, y por eso les deben atraer mucho los nombre de varón que se pueden dejar en cuatro letras. Los clásicos Javi y Dani son sendos ejemplos, pero si hay un nombre que de este estilo al que se le puede etiquetar como millenial, ese es Nicolás, que casi siempre se queda en Nico.
