Compota de cerezas

A partir de 10 meses. Muchos niños rechazan la fruta; en ese caso, conviene ofrecerle distintas alternativas (sin agobiarle), como esta compota de cerezas, que es blanda y tiene un bonito color rojo. La compota se puede tomar de postre, en la comida o la cena y también a media mañana, para reponer fuerzas, o en la merienda.
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La cereza no solo es tremendamente seductora y atrayente por su color carmesí y su irresistible sabor. También es un auténtico tesoro nutricional que aporta buenas dosis de vitaminas C, A y K, minerales (potasio, magnesio, hierro, calcio), fibra y ácido fólico. Aunque si por algo destaca, es por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que la convierten en un alimento casi terapéutico y medicinal. 

Esto se debe al ácido elágico y a las antiocioninas, que hacen que la cereza sea la fruta que mayor cantidad de flavonoides −como la quercetina−, concentra. También es una fruta pobre en grasas, proteínas y colesterol, rica en fibra e hidratos de carbono y con un aporte calórico medio. Pero además de esta larga lista de buenas noticias para la salud, esta fruta tan deliciosa todavía guarda una última propiedad que, de hecho, muy pocos alimentos contienen, y que es la melatonina, la hormona encargada de los ciclos del sueño y que, además ayuda a regular nuestro ritmo cardíaco. 

Vamos a ver a continuación, además, algunos más de los numerosos beneficios que las cerezas aportan a nuestro organismo si se consumen de una manera regular y sobre todo cuando están en su momento óptimo de consumo. 

Beneficios de las cerezas para la salud

Todo ese catálogo de propiedades nutricionales de las cerezas se traduce, por supuesto, en beneficios directos para nuestra salud.

Cerezas frescas

Propiedades depurativas. Desde hace siglos que las cerezas son famosas por su efecto depurativo intestinal. Y es que, gracias a las antocianinas, también encargadas de darles ese color rojizo azulado, las cerezas ayudan a eliminar las toxinas de nuestro cuerpo y a combatir el estreñimiento. 

Reumatismo, gota y artritis. Sus propiedades depurativas, unidos a su efecto antioxidante y al ácido salicílico –componente principal de la aspirina–, también contribuyen a reducir de forma significativa los marcadores de inflamación y oxidación de nuestro organismo. Por eso, también se aconsejan para combatir el dolor de músculos y tendones de una forma de lo más sana y natural. 

Recomendadas para fortalecer la memoria. Los especialistas médicos incluyen las cerezas en la lista de alimentos más beneficiosos para prevenir la pérdida de memoria. De ahí, que a veces se hable de la cereza como “el alimento del cerebro” y, por lo tanto, muy recomendada para los niños y jóvenes en edad escolar y que tienen que estudiar. 

Trastornos hepáticos. Una de las grandes cualidades de las cerezas para nuestra salud es que nos ayudan a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre y evitan su posible acumulación en el hígado, a la vez que contribuyen a que no se formen cálculos biliares en la vesícula.

Contra el sobrepeso. Las cerezas también son uno de los alimentos más recomendados por los nutricionistas para perder peso gracias a sus propiedades saciantes, laxantes y diuréticas como ocurre con otras tantas frutas sanas y deliciosas por lo que son muy aconsejables si se da un caso de sobrepeso o de obesidad en uno de nuestros hijos. 

Lo primero de todo para hacer esta compota tan deliciosa es, como muchos pueden adivinar, quitar los rabos a las cerezas y tras esto, cortarlas por la mitad para deshuesarlas. Una vez tengamos las cerezas listas, las ponemos en un cazo, agregamos la piel de la naranja y su zumo y cubrimos con suficiente agua para taparlas. 

Y poco más habría que hacer para tener lista esta compota más que cocer 20 minutos a fuego medio, retirar la piel de naranja y dejar enfriar. Finalmente se sirve en un tazón y se disfruta de una merienda de lo más sana y deliciosa.

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