La merienda es un momento importante para la alimentación de los más pequeños. Y es que, repartiendo la comida, garantizamos la asimilación de los nutrientes y el adecuado desarrollo del organismo del niño a nivel físico y psíquico. Además, una merienda saludable mejora el rendimiento académico y deportivo, favorece la salud dental y contribuye a interiorizar hábitos saludables para toda la vida.

Pero hay mucho más ya que las meriendas saludables ayudan a garantizar que los niños pequeños reciban las calorías y los nutrientes que necesitan.
Y para que sean sanas lo mejor es combinar frutas y verduras frescas con proteínas y/o cereales integrales. Ten en cuenta que muchos alimentos procesados contienen altos contenidos de azúcar y sal.
Y algo importante: es bueno crear rutinas de merienda sirviéndolas a la misma hora cada día, justo entre las comidas. Anima a tu niño a sentarse para merendar, igual que lo haría para comer. Esto fomenta una alimentación consciente (y segura).
Beneficios de las uvas
A pesar de su fama de alimento con mucho azúcar, las uvas no tienen un índice glucémico elevado y no son demasiado calóricas y, lo mejor de todo, es que ayudan a regular los niveles de glucosa en sangre. Además, ricas en fibra en hidratos de carbono de rápida asimilación; contienen vitamina C y entre sus minerales destacan el potasio, el cobre y el hierro, aunque también calcio, fósforo, magnesio, manganeso, azufre y selenio.
Uno de sus aspectos más destacados es su capacidad depurativa. Contienen más de un 80% de agua que ayuda a aligerar el organismo, y su calcio y otros elementos alcalinos estimulan el hígado (órgano que equilibra la acidez de la sangre y la limpia). Sus fitoquímicos ayudan al equilibrio glucémico de la sangre, porque estimulan el páncreas y la producción de insulina. Por todo ello, la OMS recomienda su consumo habitual.
Las uvas son deliciosas tanto crudas como parte de una receta como este divertido y apetecible flan que vamos a preparar para media tarde o como postre. Pues manos a la obra y para ello necesitaremos estos ingredientes si somos cuatro comensales:
● 150 g de uva.
● 2 huevos grandes.
● 100 g de harina.
● 75 g de azúcar.
● 1/2 bolsita de azúcar avainillado.
● 1,25 l de nata líquida.
● 20 ml de vino manzanilla.
● 350 ml de leche.
● 1 cucharada de azúcar glass.
Con todo listo, ahora lavamos las uvas y se procede a deshuesarlas. A continuación se pasan a un bol con la manzanilla y 30 g de azúcar y se tapan y se dejan macerar durante una media hora aproximadamente. Ahora ponemos en un cazo la leche y la nata y se lleva a ebullición.
El siguiente paso es mezclar en un bol la harina con el resto del azúcar y el azúcar avainillado. Agregamos los huevos; uno a uno, y procedemos a la preparación de la leche y la nata. Es importante escurrir las uvas y añadirlas a la masa junto con el jugo que hayan soltado.
Y ya lo último para este flan es enmantequillar un molde grande (o 4 individuales) y rellenarlo con la masa. A continuación cocerlo todo en el horno precalentado a 210ºC durante 50 minutos. Finalmente, se saca del horno y se deja que se temple. Desmoldar y servir el flan espolvoreado con el azúcar glass. Delicioso.