Doctora, ¿este color de cacas es normal? Esta es cuestión diaria planteada a los pediatras. Cuántas fotos de pañales, de heces, se nos podrá enseñar durante toda nuestra vida profesional. Y no, no os preocupéis, no se nos revuelve el estómago. Si hay algo a lo que estemos acostumbrados, es a esto.
El color, la forma, consistencia, textura y frecuencia de las deposiciones es motivo infinito de consulta en pediatría. Los padres, sobre todo los primerizos, se preocupan al cambiar los pañales a sus pequeños, si las heces no son como siempre.
Comprendiendo el color de las heces en niños
Del amarillo al verde: lo normal
Los primeros días de vida, el recién nacido expulsará unas deposiciones negruzcas y pegajosas llamadas “meconio”. Son completamente normales al inicio y, conforme pasen los días, se irán aclarando y transformando en las heces propias de los bebés.
Un recién nacido puede tener diferentes tipos de deposiciones, en función de su alimentación. Lo habitual es que un bebé de pocas semanas alimentado a pecho tenga deposiciones amarillentas, color mostaza, blandas y con grumos, sin que esto signifique ninguna enfermedad. En cuanto a la frecuencia de las deposiciones, es muy probable que el recién nacido las presente prácticamente tras cada toma, y es importante explicar a los padres que esto no lo consideramos diarrea, sino lo normal.

Esto cambia si el bebé se alimenta a base de leche de fórmula, en cuyo caso las heces suelen ser más verdosas y consistentes, sin que esto tampoco tenga ninguna repercusión especial. También suele suceder, en caso de optar por lactancia artificial, que las deposiciones sean menos frecuentes, eliminándose las heces cada uno o dos días.
También puede ocurrir que las heces tornen más verdosas con la ingesta de espinacas o acelgas. Podríamos decir que deposiciones desde el verde oscuro al amarillo mostaza, pasando por todas las tonalidades de marrón, son normales en un niño en un contexto de salud y con ganancia de peso adecuada.
¿Y qué color me debe preocupar?
Hay tres tonalidades en las heces que deben hacer que nos salten las alarmas. Son el blanco, el negro y el rojo.
Heces blancas: ¿qué indican?
Cuando nos referimos a que las heces blancas son motivo de consulta, hablamos de heces completamente blancas. Como la nieve, como el papel, como la cáscara de un huevo. Es importante hacer hincapié en el este punto porque en el contexto de un cuadro de diarrea es frecuente que las heces sean más claras, marrón muy claro, o amarillo muy claro, pero no es frecuente que sean completamente blancas.

En la tinción o color de las heces influyen varios factores. Pero uno muy fácil de entender es el tiempo que tardamos en hacer la digestión. Todos hemos comprobado como las deposiciones son más claras cuando tenemos diarrea y más oscuras cuando estamos estreñidos.
Sencillamente, cuanto más tiempo tardemos en eliminar las heces, más tiempo tienen éstas para pigmentarse. Es por ello que es completamente normal que un niño con diarrea tenga las deposiciones más claras, pero no blanco nuclear. Si encuentras heces totalmente blancas, acude a tu pediatra, puesto que podrían significar enfermedades del hígado o vías biliares.
Heces negras: posibles causas
Es normal presentar deposiciones más oscuras en un contexto de estreñimiento, pero si encontramos heces negras podemos estar ante alguna patología digestiva, sobre todo aquellas que produzcan sangrado en esófago, estómago, o parte alta del intestino delgado, ya que la sangre digerida aparece con tonalidad oscura en las deposiciones. Estos casos no suelen ser habituales en pediatría, si obviamos el mencionado meconio, que suele ser negro, pero totalmente normal los primeros días de vida.
Heces rojas: cuándo buscar ayuda
Presentar deposiciones de color rojo es motivo de acudir a urgencias a la carrera. Pero una cosa es que las heces tengan sangre, y otra distinta que tengan una coloración rojiza. Si estamos ante un niño que por lo demás está “sano como una pera” debemos preguntar qué ha comido. Existen algunos alimentos que pueden teñir de rojo el color de las deposiciones, como: remolacha, arándanos, zumo de uva y colorantes de gelatinas o chucherías como regaliz, algodón de azúcar o gusanitos naranjas.
¿Y si hay sangre?
En este caso, debemos acudir al pediatra. Podemos tener heces manchadas con hebras de sangre roja brillante en el contexto de un estreñimiento, en cuyo caso es casi seguro que nos encontraremos con alguna fisura del esfínter anal, ya que no es habitual el hallazgo de hemorroides en los niños.
Si además de sangre estamos ante un bebé con otros signos como vómitos, estancamiento de peso… debemos pensar en alguna intolerancia o alergia digestiva, por lo que debemos consultar lo antes posible.
Importancia de la consulta pediátrica
Consultar a un pediatra ante cambios preocupantes en el color de las heces es fundamental para asegurar la salud y el bienestar del niño. Un pediatra puede realizar una evaluación exhaustiva, que incluye un examen físico y pruebas de laboratorio, para determinar la causa subyacente de cualquier cambio inusual en las deposiciones.
La intervención temprana puede prevenir complicaciones y asegurar que cualquier condición médica se maneje de manera efectiva. Los padres deben sentirse cómodos discutiendo cualquier preocupación con su pediatra, ya que la orientación profesional es clave para entender qué es normal y cuándo es necesario actuar.
Factores que influyen en el color de las heces
Alimentación y su impacto
La dieta es uno de los factores más significativos que influyen en el color de las heces de un niño. La introducción de nuevos alimentos, especialmente sólidos, puede cambiar el color de las deposiciones. Por ejemplo, las espinacas y otras verduras de hoja verde pueden dar un tono verdoso a las heces, mientras que las remolachas pueden teñirlas de rojo. Los padres deben estar atentos a la dieta de sus hijos y considerar los alimentos recientes cuando observen cambios en el color de las heces.
Además, la leche materna y la fórmula tienen diferentes impactos en el color de las heces. Los bebés alimentados con leche materna suelen tener heces más amarillas y blandas, mientras que aquellos que consumen fórmula pueden tener heces más verdosas y consistentes. Estos cambios son normales y no suelen ser motivo de preocupación a menos que se acompañen de otros síntomas.

Edad del niño y cambios digestivos
La edad del niño también juega un papel crucial en las características de las heces. En los recién nacidos, el meconio es negro y pegajoso, pero con el tiempo, las heces se aclaran y se vuelven más amarillas o verdes. A medida que los niños crecen y su sistema digestivo madura, las deposiciones pueden cambiar en color y consistencia, especialmente cuando se introducen alimentos sólidos.
Estos cambios son parte del desarrollo normal y reflejan la adaptación del sistema digestivo a diferentes tipos de alimentos. Sin embargo, si los padres observan cambios drásticos o persistentes en el color de las heces, especialmente si se acompañan de otros síntomas, deben consultar a un pediatra para asegurarse de que no haya problemas subyacentes.
Efecto de enfermedades como la gastroenteritis
Las enfermedades gastrointestinales, como la gastroenteritis, pueden afectar significativamente el color y la consistencia de las heces. Durante un episodio de gastroenteritis, es común que las heces se tornen más acuosas y de color más claro debido a la rápida evacuación intestinal. Aunque esto suele ser temporal, los padres deben estar atentos a la duración y gravedad de los síntomas.
Si un niño experimenta diarrea persistente o heces de color inusual durante una enfermedad, es importante buscar atención médica. El pediatra puede evaluar la situación y determinar si se necesita tratamiento adicional para prevenir la deshidratación y otras complicaciones.
Preguntas frecuentes sobre el color de las heces en niños
¿Por qué mi hijo tiene caca blanca?
La caca blanca en los niños es una preocupación seria que requiere atención médica inmediata. Este color puede indicar problemas con la producción o el flujo de bilis, que es esencial para la digestión y da color a las heces. La ausencia de bilis puede ser un signo de condiciones hepáticas o biliares que deben ser evaluadas por un pediatra. Ante la presencia de heces blancas, los padres deben actuar rápidamente y llevar al niño al médico para un diagnóstico adecuado.
Color de caca en niños de 2 a 3 años
En niños de 2 a 3 años, el color de la caca puede variar ampliamente dependiendo de la dieta y otros factores. Las heces pueden ser de color marrón, verde o amarillo, y estas variaciones suelen ser normales. Sin embargo, los padres deben estar atentos a cambios drásticos o persistentes en el color, especialmente si se acompañan de síntomas como dolor abdominal o cambios en el apetito. En caso de duda, siempre es mejor consultar a un pediatra para asegurarse de que el niño esté sano.
Cuándo preocuparse por heces claras
Las heces claras pueden ser motivo de preocupación si persisten durante un período prolongado o si se presentan junto con otros síntomas como ictericia, fatiga o pérdida de peso. Este color puede indicar problemas con el hígado o el páncreas y debe ser evaluado por un médico. Los padres deben observar cualquier cambio en el color de las heces y buscar atención médica si las heces claras son recurrentes o están acompañadas de otros signos de enfermedad.
¿Qué hacer ante caca negra en un niño de 4 años?
Si un niño de 4 años presenta caca negra, es importante determinar la causa. Las heces negras pueden ser el resultado de la ingestión de ciertos alimentos o medicamentos, pero también pueden indicar sangrado en el tracto gastrointestinal superior. Si no hay una explicación dietética clara, los padres deben consultar a un pediatra para una evaluación completa. El médico puede realizar pruebas para determinar la causa exacta y recomendar el tratamiento adecuado si es necesario.