La elección del nombre del bebé debe ser una decisión que decidan, de forma unilateral, los padres. Aquí no cabe más opinión ni consejos; tan solo nosotros, como futuros progenitores del pequeñín, deberíamos tener la patria potestad de una de las decisiones más importantes.

Y es que, el nombre definirá irremediablemente parte de la personalidad del bebé y afectará, de una u otra forma, a su futuro (esto es algo que afirman los expertos y que ha demostrado la ciencia).
Además de este hecho, la ciencia también ha demostrado que uno de los factores que los padres tenemos más en cuenta a la hora de elegir nombre para nuestro futuro hijo o hija es la sonoridad. En otras palabras, nos decantamos por nombres que, o nos suenan familiares, o tienen un sonido bonito al decirlo en voz alta (entendiendo por ‘bonito’ aquel que entra dentro de los cánones establecidos de belleza sonora). Así lo afirmó este estudio que referenciamos que aquí. El mismo definió, además, cuáles son los nombres más bonitos, según la ciencia y basó ese resultado, entre otros, en el patrón que acabamos de nombrar.
No hay nombres bonitos y feos
Eso sí, hace algunos días aprovechamos para preguntar a la IA de ChatGPT por el nombre más feo del mundo y su respuesta nos hizo reflexionar: “No puedo establecer nombres bonitos y feos porque la belleza es subjetiva y depende de cada persona”, nos dijo. Vamos, que el nombre que puede ser perfecto para unos padres, puede ser el más feo para otros. (Cabe destacar que, finalmente, conseguimos que ChatGPT nos diera la lista de los nombres más feos del mundo; y también la de los nombres más bonitos).

Hoy, sin embargo, queremos ir un paso más allá, aparcar por un ratito a esta inteligencia artificial e intentar hacer una aproximación al nombre con el significado más feo.
El nombre con uno de los significados más feos
Así las cosas, veamos cuál es ese nombre tan común entre los españoles (también entre los recién nacidos) y al que, sin embargo, su significado no hace justicia. Su sonoridad es preciosa (de ahí su popularidad) pero, como veremos, no tiene una acepción fuerte y poderosa.
El nombre en cuestión es Camila. Un nombre que aparece en la lista de los nombres más populares para bebés nacidos entre 2020 y 2021 ofrecida por el Instituto Nacional de Estadística y que comparten 5888 mujeres en España actualmente.
Aunque, como vemos, su sonoridad es bastante dulce, su significado no lo es tanto: se trata de un nombre de origen latino que podría traducirse como ‘la que espera sacrificios’. Una traducción bastante desafortunada.
Sin embargo, este no está solo en la lista de nombres menos afortunados para niños (o con un significado poco agraciado). A su lado encontramos al nombre Blas que, si bien ahora no está entre los más populares, sí que es compartido por 10.633 hombres, por lo que es más común en España que Camila.
Blas es un nombre que proviene del latín Blasius, que se traduce como el tartamudo, el balbuciente o el de lengua torcida.
Nombres con significado feo: ¿cómo pueden afectar al bebé?
Decíamos al principio que el nombre afecta irremediablemente al niño y que es algo avalado por expertos. Pues bien, escoger un nombre con un significado feo, puede afectarle negativamente. “El nombre es algo muy importante y está muy presente, con él nos identifican, con él han querido nuestros padres que nos identifiquen, así que, por supuesto que influye en la personalidad”, explicaba el psicólogo Rafa Guerrero a Ser Padres.
Escoger uno con un significado feo o banal podría hacer que el niño repudiase llamarse así desde la infancia y esto, de acuerdo a la ciencia, dificulta su capacidad de relacionarse con los demás.