Cromoterapia o color terapia, ¿de verdad influye el color de la habitación de tus hijos en su conducta?

De igual forma que un día lluvioso o soleado puede hacerlo en la de los adultos, el tono en el que están decoradas las paredes del cuarto de los niños también puede influir en su estado de ánimo y su actitud.
colorterapia

Hay una disciplina propia de la medicina natural o alternativa, la cromoterapia, que profundiza en esta idea de que los colores tienen impacto en nuestra actitud. En ella, cada color tiene un significado definido, de ahí que sea recomendable usar uno u otro dependiendo de cuál sea el objetivo, pero también es importante dónde se utiliza.

No vamos a insistir en ella porque no existe un consenso científico sobre los beneficios de la cromoterapia, sino que nos vamos a quedar en la base, en esa esencia compartida con la opinión de muchos expertos en psicología, de que los colores que nos rodean influyen, en mayor o menor medida dependiendo de cada uno y de sus circunstancias, incide en el estado de ánimo.

Solo hay que ver nuestra reacción ante un día lluvioso cuando miramos por la ventana y la que tenemos, en general, cuando es el sol el que brilla en lo alto, para entender que es cierto que el color. Y ocurre en todos los ámbitos, también en el interior del hogar. De hecho, el color de la habitación lo hace.

A grandes rasgos, los colores se dividen entre cálidos, que son los que derivan del sol -naranjas, rojos y amarillos- y los fríos, aquellos que provienen del cielo y del agua -azules, grises, verdes y morados, entre otros-. Añadiendo matices, también se pueden incorporar los tonos propios de la naturaleza, como los marrones, y los tonos pastel. Y a todos ellos hay que añadir el negro y el blanco, si bien el primero de estos apenas se usa para pintar las paredes de una vivienda, y menos de una habitación infantil.

A modo de orientación por si estáis eligiendo color para la habitación de vuestro hijo y queréis tener este aspecto en cuenta, así relacionan algunos expertos en psicología y también los defensores de la cromoterapia cada color con la conducta y las emociones.

Azul

Sus efectos son relajantes a nivel mental y físico por lo que facilitan la concentración y la calma.

Verde

Es un color que tranquiliza y que da confianza y seguridad. Además, favorece la relajación porque ayuda a que el ojo humano descanse.

Amarillo

Hay quien dice que es un color que hace llorar a los bebés, aunque la ciencia tampoco ha profundizado más en ello hasta la fecha. En general, los expertos lo recomiendan para decorar espacios comunes y amplios, no habitaciones.

Blanco

Ideal para crear una atmósfera armoniosa en la que se fomente la serenidad y el descanso. Además, aporta mucha luz por lo que puede ayudar a que un niño activo se relaje.

Lila

Estimula la creatividad, relaja, favorece el sueño y reduce la impaciencia.

Naranja

Estimula la mente, fortalece el estado de ánimo y reduce la irritabilidad. Es un tono cálido apropiado para las habitaciones infantiles desde este punto de vista.

Marrón

Es un color que no favorece la entrada de luz en la habitación, pero que los expertos en emociones relacionan con espacios confortables y acogedores, por lo que no es una mala opción para una habitación infantil.

Rojo

Ideal para estimular a niños que tienden a la apatía y la pasividad, ya que aumenta el entusiasmo. En cambio, no es recomendable si el objetivo es ayudar a la relajación al niño.

Rosa

Es un color relacionado con los sueños y la fantasía, pero en todo caso se recomienda en tonos suaves, que no sean un estímulo excesivo para la conducto de los pequeños.

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