Llega un momento en la vida de todo niño en el que surge la posibilidad de pasar una noche fuera de casa, ya sea en casa de un amigo, un viaje escolar, un campamento o en casa de un familiar. Esta experiencia puede ser emocionante para los niños, pero ¿cómo saber si están preparados para ello?

Signos clave para determinar si tu peque está listo para dormir fuera de casa por primera vez
- La edad, obviamente, es uno de esos factores. No es lo mismo un niño de 3 años que uno de 6. En general, la mayoría de niños comienzan a sentirse cómodos pasando la noche fuera de casa alrededor de los 6 o 7 años. A esas edades, suelen haber adquirido cierta independencia y habilidades básicas de autocuidado.
- Uno de los factores más importantes a considerar es la independencia y autonomía que demuestra tu hijo en su vida diaria. Si un niño muestra una capacidad creciente para realizar tareas básicas por sí mismo como vestirse, cepillarse los dientes o hacer la cama, es un indicador de que está desarrollando habilidades para cuidar de sí mismo.

- Si el menor muestra su deseo personalmente de dormir fuera, y si ya ha dormido fuera de casa con anterioridad en “entornos de seguridad”. Esto es, no es lo mismo que el niño tenga que dormir fuera por obligación o imposición (totalmente desaconsejable esto último) que lo haga porque le apetece, ni tampoco es lo mismo que sea su primera experiencia fuera de casa o que en cambio ya acumule otras situaciones previas así en casa de sus abuelos, de sus tíos, etcétera.
- La capacidad de comunicarse de manera efectiva es fundamental para que un niño se sienta seguro y confortable fuera de casa. Asegúrate de que tu hijo pueda expresar sus necesidades, emociones y preocupaciones de manera clara y abierta. Si tu peque puede decir lo que piensa y lo que siente, será más fácil para él y para quien lo cuide entenderse mutuamente y abordar cualquier inquietud que pueda surgir durante su noche fuera de casa.
- En caso de que el niño esté psicológicamente preparado, lo notarás en cuanto ye comuniques con él porque va a expresar su deseo de irse a dormir fuera, ya sea con sus primos, un amigo o en una actividad escolar. Si tu peque muestra interés y entusiasmo por la idea, es probable que esté emocionalmente preparado para afrontarla.

- Como padre o madre, tú conoces mejor que nadie a tu hijo. Observa su comportamiento, estado de ánimo y nivel de independencia en general. Considera cómo ha lidiado con situaciones similares en el pasado y confía en tu instinto. Si sientes que tu peque está preparado y seguro para pasar la noche fuera de casa, es muy probable que tengas razón.
Y, ¿si tiene miedo a dormir solo?
Si tu peque tiene temor a dormir solo, es importante abordar este tema antes de considerar que esté preparado para dormir fuera de casa por primera vez. Aquí te dejo algunos consejos prácticos para afrontar esta situación:
- Habla con él sobre sus miedos.
- Valida sus emociones y ayúdalo a encontrar una solución.
- Crea un ambiente seguro y acogedor en su habitación.
- Establece rutinas consistentes, sobre todo a la hora de dormir.
- Practica la separación gradual.
- Hazle saber que dormir solo tiene muchos beneficios.
Si ves que a pesar de ello no supera el miedo a dormir solo, puede ser recomendable que busques el asesoramiento de un profesional de la salud infantil.