La contaminación acústica en el colegio baja el rendimiento escolar: atención y memoria se resienten

Así afecta el ruido de tráfico y obras al rendimiento en el cole, que afecta negativamente a la atención y la memoria. Claves para reducirlo y por qué la climatización ayuda.
Niño de primaria en su pupitre, manos cubriendo las orejas, gesto de molestia; compañeros desenfocados y ventana con tráfico exterior.
El ruido de la calle se cuela en el aula: un alumno se tapa los oídos mientras la clase continúa. Midjourney-RG

El ruido es uno de los factores que más cambian en función de la ubicación de un colegio. En un centro urbano, de ciudad, el ruido parece un alumno más: entra por la ventana con las obras de la calle, se cuela con el tráfico, aparece en forma de sirenas o de camiones que frenan justo a la hora de matemáticas o de la lengua. A veces, por qué no, en medio de un examen. Y no es sólo molesto: la ciencia ha demostrado que el ruido en el colegio afecta a cómo aprenden los niños.

La evidencia más sólida que tenemos en España sobre le impacto del ruido en el rendimiento escolar lo ha medido durante un curso escolar completo y el resultado es concluyente: en los centros más ruidosos la atención mejora menos y la memoria de trabajo avanza más despacio.

La memoria de trabajo y la atención sostenida son habilidades clave para seguir una explicación, resolver un problema o entender un texto. En Primaria están en pleno desarrollo. Si el entorno es ruidoso —y, especialmente, si hay picos intermitentes como taladros o acelerones— ese progreso se frena, tal y como ha constató un estudio de esta década realizado por un equipo español con miles de alumnos y alumnas de 7 a 10 años.

La mala noticia es que el ruido de la escuela pesa más de lo que creemos; la buena, que se puede actuar: reorganizando espacios, mejorando el aislamiento y planificando la ventilación y la climatización para ganar silencio sin pasar calor.

Zona deportiva y escolar en medio de la ciudad
Zona escolar y deportiva en mitad de calles llenas de tráfico. Fuente: Midjourney / E. F.

El estudio que demuestra que el ruido en la escuela frena la atención y la memoria

Investigadoras de ISGlobal, UPF y CIBERESP, lideradas por Maria Foraster, siguieron durante 12 meses a 2.680 escolares de 38 centros educativos para dar forma al estudio BREATHE.

Los expertos midieron el ruido fuera (calle y patio) y dentro del aula, y evaluaron cuatro veces la memoria de trabajo y la atención. ¿Resultado? Más ruido en el colegio es igual a peor evolución de estas funciones. El efecto fue claro tanto con el nivel medio como —y esto es importante— con los picos intermitentes de ruido. Curiosamente, no observaron esa relación con el ruido en casa, lo que señala a la escuela como la “ventana crítica” de exposición.

Los niños y niñas que asistían a centros con ≥55 dB en la calle o patio mostraron peor trayectoria de atención y memoria que quienes iban a centros más silenciosos; en aulas con ≥30 dB, la atención también mejoraba menos con el tiempo. Son referencias que encajan con las guías de la Organización Mundial de la Salud, que fija en sus Guías Europeas de Ruido para las aulas un umbral máximo de ruido de ≤35 y de ≤55 dB en zonas exteriores de escuelas.

El del estudio español no es un caso aislado. A nivel internacional, el proyecto RANCH —dirigido por Stephen Stansfeld— mostró que la exposición crónica a ruido de aviones se asocia a peor comprensión lectora; el ruido de tráfico también afectó a la atención cuando la exposición era en el colegio. Es la gran referencia previa, publicada en la prestigiosa revista The Lancet, que ya apuntaba en la misma dirección.

Un aula de Formación Profesional con estudiantes jóvenes
Un aula de Secundaria con estudiantes jóvenes (RG)

Cómo se traduce en clase el ruido

Cada tipo de ruido habitual en un colegio, sobre todo urbano, afecta de una manera concreta al rendimiento escolar:

Tráfico constante

Baja la inteligibilidad del habla (hay que “adivinar” palabras) y sube la fatiga atencional. En el estudio barcelonés, los centros con más ruido exterior vieron un progreso más lento en tareas de memoria de trabajo a lo largo del curso.

Picos de ruido (obras, sirenas, camiones)

Son especialmente disruptivos. Los investigadores comprobaron que cuantos más “eventos” de ruido, peor evolucionan atención y memoria, incluso si el promedio parece aceptable. La intermitencia dentro del aula fue un predictor más fino que el nivel medio.

Patios y cambios de clase

Si el patio supera ~55 dB, el “arrastre” de ruido a la dinámica del centro también se nota en las trayectorias de aprendizaje.

Clase de un colegio
Ilustración digital de un colegio con una clase en marcha (Midjourney-RG)

Qué pueden hacer los centros (y las familias pueden pedir)

La buena noticia de la relación entre el ruido y el rendimiento escolar es que hay margen de mejora. Estas son algunas medidas que los centros pueden tomar y las familias exigir:

Reordenar espacios

Colocar a los cursos con mayor carga cognitiva (3º–6º de Primaria) en aulas interiores o más tranquilas; reservar las fachadas más expuestas para usos menos sensibles.

Mejorar el aislamiento

Ventanas con buen sellado y doble/triple acristalamiento, juntas en buen estado, puertas macizas; pantallas o barreras verdes donde proceda.

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Mejorar la climatización

Una climatización bien diseñada permite cerrar ventanas en los picos de ruido sin que el aula se convierta en un horno, mantener una ventilación adecuada y acercarse a los niveles recomendados para comprender al docente (≤35 dB en aula).

En ciudades, esto es clave para “blindar” las horas de mayor concentración y no depender del ruido de la calle. Además, reduce el estrés por calor, un problema cada vez más frecuente en los centros españoles y que también condiciona el aprendizaje.

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Afinar la acústica interior

Techos y paneles fonoabsorbentes para reducir la reverberación (las guías hablan de entornos alrededor de 0,6 s en aulas), cortinas en bibliotecas, topes de goma en sillas/mesas.

Gestionar los tiempos

Programar exámenes y tareas que requieren máxima concentración fuera de las franjas más ruidosas (entrada/salida, obras cercanas).

Hablar con la administración

Para pedir, por ejemplo, si hay obras próximas, pedir horarios compatibles con la actividad escolar; si hay carriles ruidosos frente al centro, explorar calmado de tráfico. Y también para demandar barreras naturales como lo son las plantaciones de arbustos o árboles en el perímetro del centro escolar.

Un aula completamente vacía
Un aula de un colegio vacía, aislada del ruido exterior por vegetación. (Midjourney-RG)

Referencias

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