¿Estás embarazada y has notado que tu pareja experimenta síntomas parecidos a los tuyos que son propios del embarazo? Antojos, fatiga, inquietud, dificultad para conciliar el sueño… Entonces, es posible que padezca “el síndrome de la covada”, un fenómeno psicológico que se da en personas que pertenecen al círculo más cercano de la mujer embarazada y que, sobre todo, afecta con más frecuencia, al padre del bebé.
Como explica la psicóloga Laura Palomares, fundadora de www.avancepsicólogos.com, el embarazo no solo es un proceso biológico, sino que también es un fenómeno psicológico que modifica por completo la realidad de la mujer que va a convertirse en madre. Pero, además, “las implicaciones psicológicas del embarazo no terminan en la piel de la mujer embarazada, sino que tiene también consecuencias en su entorno, especialmente en su pareja, en caso de tenerla”, puntualiza la experta.
Palomares añade que el ejemplo más claro de este tipo de implicaciones es lo que se conoce cómo “el síndrome de la covada” y explica en qué consiste, cuáles son sus príncipales síntomas, las causas que lo provocan, cómo se manifiesta en los hombres y qué se puede hacer al respecto.

¿Qué es "el síndrome de la covada"?
El síndrome de la covada se conoce también como “el síndrome de Couvade” y no hace referencia al nombre de su descubridor, sino que procede de la palabra francesa “couvade” que quiere decir “incubar”. Fue en 1865 cuando un antropólogo francés utilizó por primera vez el término para describir los hábitos y costumbres de los nacimientos en algunas comunidades primitivas de la Antigua Grecia.
La psicóloga Laura Palomares define el síndrome de la covada como “un fenómeno psicológico que se da en personas muy cercanas a la mujer embarazada, especialmente, el padre del bebé y se caracteriza porque éste experimenta síntomas típicos de mujeres embarazadas aunque en menor intensidad”.
Palomares apunta que como suele ser la pareja de la mujer embarazada quien vive el embarazo más de cerca en ocasiones este síndrome también se identifica como “embarazo psicológico masculino”.
Sin embargo, aunque mayoritariamente lo desarrollan hombres que van a convertirse en padres, el síndrome de la covada no es un síntoma exclusivamente masculino y pueden desarrollarlo otras personas cercanas a la mujer embarazada: “No existen mecanismos psicológicos específicos que nos indiquen que el síndrome de la covada solo puede ser desarrollado por hombres”, explica la psicóloga.
Síntomas del síndrome de la covada
Los síntomas del “síndrome de la covada” o “síndrome de couvade” son muy similares a los que padecen las mujeres embarazadas. Si se experimentan al menos cinco de los síntomas que Palomares indica se considera que la persona está padeciendo este fenómeno psicológico, que en la mayoría de las ocasiones no suele ser grave.
Los síntomas del “síndrome de la covada”, según la fundadora de Avance Psicólogos son los siguientes:
- Ansiedad, cambios de humor y mayor sensibilidad emocional
- Problemas de digestión como náuseas y vómitos, especialmente por las mañanas
- Trastornos del sueño e insomnio
- Antojos y repulsión por comidas y olores específicos
- Dolores musculares y abdominales parecidos a una contracción
- Alteraciones cutáneas
- Fatiga
Causas del síndrome de la covada
Las causas de los que muchos definen como un embarazo masculino no están del todo claras y responden a un cúmulo de factores: “Al ser un fenómeno psicológico complejo, no existe una sola causa que permita explicar cómo surge el síndrome de la covada: cada caso es único y tiene sus características, y siempre hay involucradas variables tanto biológicas y genéticas como ambientales y dependiente del aprendizaje (voluntario o inconsciente)”, sostiene la psicóloga Laura Palomares.
Por otra parte, hay teorías que apuntan la hipótesis de que el síndrome de la covada es fruto de un mecanismo de adaptación por selección natural: “En concreto, se han observado indicios de que la regulación hormonal de los hombres tiende a coordinarse con la de sus parejas cuando estas están embarazadas; de este modo, ambos prestan especial atención al proceso de desarrollo del bebé y eso facilita que nazca sano (y que la madre disponga de ayuda)”, sostiene la misma psicóloga.

¿Qué hacer si se sospecha que se padece el síndrome de la covada?
El síndrome de la covada no está considerado como un problema grave y no supone un peligro importante para la salud de los hombres que lo padecen. Según afirma la psicóloga Laura Palomares “este síndrome no es en sí un trastorno psicológico ante el cual sea necesario buscar ayuda profesional en todos los casos”. Sin embargo, la misma experta sostiene que “es verdad que algunas personas que han desarrollado este fenómeno pueden llegar a un punto en el que se sienten desesperadas por la situación”. En estos últimos casos, si es recomendable buscar ayuda profesional y acudir a terapia, aconseja, por último esta psicóloga.
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