El aquagym es una gimnasia parecida al aeróbic que se practica dentro del agua. Los movimientos son suaves y lentos, ya que hay que vencer la resistencia del agua durante esa sesión de ejercicios.
Características del aquagym
Es un deporte armónico, que puedes hacer estando embarazada como otros, con un componente aeróbico que se practica con música, siguiendo un ritmo, en grupo y dirigidos por un monitor que va dando las indicaciones precisas. Para hacerlo correctamente, el cuerpo debe estar sumergido dentro del agua hasta el pecho o los hombros a una profundidad de entre 1,20 y 1,50 m.

Como es una actividad enfocada al trabajo de la fuerza y la flexibilidad las calorías que se consumen se podrían calificar dentro de un esfuerzo medio ya que en una sesión normal de 45 minutos se consumen unas 200 calorías.
Como cualquier otro deporte, antes de empezar a practicarlo conviene consultar con el médico, sobre todo en caso de embarazo, diabetes, tensión alta, obesidad o lesiones musculares anteriores.
Y una última recomendación: el agua no debe estar demasiado fría. En invierno, cuando el aquagym se practica en piscina cubierta, la temperatura debe oscilar entre los 28 y 30 grados. Esta temperatura nos ayuda a relajarnos y evita que cojamos frío, por lo que no es bueno que esté más caliente porque haría trabajar mucho al corazón.
Ventajas de la gimnasia en el agua
- El agua minimiza el impacto de los saltos e impide hacer movimientos demasiado bruscos.
- También disminuye el impacto en las articulaciones, los músculos y la columna vertebral. El riesgo de lesiones es muy bajo.
- Tonifica los músculos (trabaja la fuerza) aunque de forma ligera. Así se fortalece la musculatura pero no se aumenta la masa muscular, es decir, no se saca molla.
- Refuerza los huesos y ayuda a prevenir la osteoporosis.
- Activa la circulación sanguínea y favorece la reeducación de la respiración y la postura.
- Tiene un efecto muy relajante para los músculos, gracias al masaje que el agua ejerce sobre el cuerpo.
- Dentro del agua, el peso corporal disminuye entre un 80 y un 90 por ciento, lo que facilita cualquier movimiento. Es recomendable para personas con unos kilos de más. Al estar dentro del agua pesan menos, se mueven con más facilidad y se sienten ágiles y flexibles.
¿En qué consiste la clase?
Para que el aquagym resulte eficaz conviene practicarlo tres veces a la semana en una clase con grupos que no deben superar las 18 personas y se trabaja siempre con música.
Cada sesión dura unos 45 minutos más cinco o diez de calentamiento y cinco más de relajación. Lo primero de todo es comenzar la clase con unos ejercicios de estiramiento que se pueden hacer fuera del agua y posteriormente un calentamiento específico, dentro del agua, con movimientos lentos y tranquilos.
Después se inicia el periodo aeróbico (de 15 a 20 minutos) en el que aumenta la frecuencia cardiaca. Se basa en saltos, desplazamientos y ejercicios para desarrollar la coordinación, el ritmo y la agilidad. La sesión sigue con un periodo de 10 a 15 minutos en el que se trabaja la fuerza y la resistencia muscular y se utilizan elementos como mancuernas, tablas, rulos de goma, etc.
Por último, se vuelve a la calma con estiramientos y gimnasia de relajación.
Asesora: Sandra López, licenciada en Educación Física