Matrescencia: esta es la transformación que sufren todas las mujeres al convertirse en madres

El proceso de convertirnos en madre es uno de los más trascendentales y transformadores de nuestras vidas y, a la vez, uno de los menos estudiados. Ser madres nos transforma a nivel social e individual, entre otros.
Madre hablando con su hijo

Sí, el embarazo genera cambios físicos y químicos que están detrás de la mayoría de las experiencias personales y emocionales que atravesamos las mujeres durante la transición a la maternidad.

Descripción de la imagen - Getty Images/iStockphoto

El embarazo produce modificaciones en cada uno de los sistemas y órganos de las mujeres, ¿el origen de estos cambios? Que es un periodo en el cual el cuerpo de la mujer está expuesto a niveles hormonales muy altos. Es más, hoy en día ya sabemos que los niveles de estrógenos que producimos durante estas 40 semanas de gestación superan a los que produce otra mujer que nunca ha estado embarazada a lo largo de toda su vida. Y estos altos niveles de estrógenos tienen la capacidad de modificar la estructura del cerebro. Lo sabemos gracias a estudios como los realizados por la Doctora Susana Carmona y su equipo, que investigan los cambios cerebrales en humanas durante el embarazo. Este equipo confirma también que estas cantidades de estrógenos sólo son comparables con las que liberamos durante la adolescencia.

¿Qué es la matrescencia?

Por eso, desde hace unos años y gracias a Dana Raphael (1973) utilizamos el término matrescencia para referirnos a esta transición.

Madre hablando con su hijo - Getty Images

Matrescencia que nace de la increíble fusión entre maternidad y adolescencia. Matrescencia, el término que nos ayuda a comprender por qué las mujeres sienten cómo se sienten cuando nacen como madres.

Si como sociedad somos capaces de entender que durante la adolescencia nos sentimos confundidos, dudosos, caóticos, cambiantes o con una situación emocional ambivalente debido a la transformación corporal y hormonal, ¿por qué no comprender que estos mismos cambios producidos durante el embarazo en la mujer tiene repercusión en cómo se van a sentir después?

La matrescencia no es una enfermedad, es una etapa, es la etapa que transitamos para llegar a la maternidad. Porque sí, cada vez que nace un bebé, nace una mamá. Pero ser madre no es un fin, es un proceso constante al que necesitamos adaptarnos sobre todo los primeros meses de vida de la criatura, y de la madre. Nuestro cerebro se ha visto modificado y preparado para poder atender al bebé, sabemos que en concreto son las zonas relacionadas con el placer, el estado de alerta y la regulación emocional las que se ven ampliadas, justo lo necesario para poder maternar. El cerebro se prepara y en el posparto, con los estímulos del bebé todo empieza a rodar.

La transformación de la maternidad

deducción de maternidad - Getty Images

Pero claro, no solo somos biología. Mientras nuestro cuerpo nos enfoca en el cuidado del bebé, en que nuestra criatura esté en el centro del mundo la mujer puede sentir que anhela otras realidades que tenía antes de ser madre como las amistades, tiempo para ella, el trabajo, la pareja y por supuesto sus necesidades básicas como descansar o comer, y es justo ahí, cuando aparece el malestar emocional, la culpa, el no saber qué hacer o cómo hacerlo.

Y esta dualidad es normal, es parte de la transición a la maternidad, proceso que resulta mucho más sencillo de atravesar si entendemos que esa tendencia a atender a nuestro bebé tiene que ver con la biología y que a la vez, formamos parte de un contexto. 

La psicóloga Alexandra Sacks en esta charla TED habló sobre ello y sirvió como pistoletazo de salida para conseguir nombrar más la realidad que muchas mujeres viven y pocas escuchan.

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