Un bebé empieza a desarrollar sus órganos reproductores entre las semanas 4 y 5 del embarazo y este desarrollo continúa hasta la semana 20 del embarazo. Algunas niñas tienen algunos problemas en los órganos reproductores (la vagina, los ovarios, el útero y el cuello uterino) que ocurren mientras ella está creciendo en el vientre de la madre.

El desarrollo es un proceso complejo. Puede interrumpirse por muchas razones. La gravedad del problema del bebé depende de cuándo ocurrió la interrupción. En general, el problema será más extenso cuanto más temprano ocurran los problemas del desarrollo en el útero. Los problemas en el desarrollo de los órganos reproductores de una niña pueden ser causados por:
Vulvitis y vulvovaginitis
El trastorno genital más frecuente en las niñas son las vulvitis y vulvovaginitis, favorecidas por factores anatómicos (proximidad del ano, un menor desarrollo de labios menores …) y factores hormonales (baja tasa de estrógenos). A esto se suman la acción de productos irritantes y mala higiene. La mayoría de las ocasiones se trata de vulvovaginitis inespecíficas irritativas, aunque en ocasiones podemos aislar una bacteria, hongos del tipo cándida, parásitos intestinales como los oxiuros (lombrices intestinales que habitan en él intentino grueso y en el recto-año, príncipes niños por contagio de otros niños infectados, y produce Picor intenso perianal), y cuerpos extraños en vagina. Tratamiento para la vulvovaginitis
Salvo en los casos específicos, responden muy bien al tratamiento tópico local y las medidas de higiene. Mantener la zona seca y limpia y evitar irritantes suele ser la solución en la mayoría de los casos.
Sinequias vulvares

Si la vulvitis es recurrente puede complicarse con la formación de sinequias vulvares ocasionando fusión de los labios menores. En este caso el tratamiento incluye cremas hidratantes o con estrógenos dependiendo del grado de fusión y edad de la niña, siendo poco frecuente la necesidad de tratamiento quirúrgico al llegar a la pubertad.
La sinequia vulvar o de los labios menores la gran mayoría de veces se resuelve sola.
Es la adherencia entre los labios menores, lo que no permite ver completamente la entrada a la vagina ni, en ocasiones, el meato uretral (orificio por donde sale la orina). No se trata de una malformación congénita sino de una condición adquirida. Es uno de los problemas ginecológicos más frecuentes antes de la pubertad siendo más común entre los 3-6 meses y los 6 años.
La mayoría son transitorias y se resuelven espontáneamente cuando aumenta la producción de estrógenos al llegar la pubertad. En la mayoría de los casos es identificada en las revisiones rutinarias realizadas por el pediatra.
¿Cuáles son los síntomas? Las sinequias pueden ser totales o parciales (la más habitual) y generalmente no ocasionan síntomas, y son detectadas en las exploraciones rutinarias por el pediatra. Si son totales pueden ocasionar molestias o dificultad para orinar, goteo después de orinar, molestias vaginales o flujo vaginal más abundante o con mal olor y menos frecuente, infecciones de orina.
¿Por qué se produce? La sinequia no se debe a un defecto en el desarrollo intrauterino, sino que se produce durante los primeros meses de vida. Puede deberse a múltiple causas, como el bajo nivel de estrógenos de las niñas antes de la pubertad, el uso casi exclusivo de toallitas húmedas en la higiene genital, irritación local (dermatitis del pañal), etc.
Cuando la sinequia es amplia, puede ocasionar síntomas como infecciones de repetición urinarias o a nivel local, precisará entonces tratamiento.
Hímen imperforado
El himen imperforado es una anomalía obstructiva del tracto genital inferior femenino que se da en menos del 0,1% de los recién nacidos.
El himen es una membrana delgada. Con frecuencia cubre parte de la abertura de la vagina. La imperforación del himen es cuando este cubre toda la abertura de la vagina. La imperforación del himen es el tipo más común de obstrucción de la vagina.
Un himen imperforado bloquea completamente la abertura vaginal, de tal manera que la sangre menstrual o el moco no pueden salir del cuerpo, lo que lleva a menudo a que se presente hinchazón dolorosa de la vagina. Algunas veces, el himen tiene sólo una abertura muy pequeña.
El diagnóstico es casual en el 90% de los casos de niñas menores de 10 años; en el caso de las adolescentes, se manifiesta inicialmente con síntomas en el 100% de los casos.
El retraso en el diagnóstico es más la norma que la excepción. Típicamente, el diagnóstico no se realiza hasta la pubertad, cuando la paciente se presenta con dolor abdominal recurrente, síntomas de presión abdominal y una masa pélvica sugestiva de un gran hematometrocolpo (gran colección de sangre a nivel de vagina).
Algunas bebés nacen sin himen. Esto no se considera anormal.