El menú ideal para un niño a partir de un año

Estas son las claves para diseñar un menú saludable y completo para los peques que ya han soplado por segunda vez las velas.
El menú ideal para un niño de dos años

A los dos años, los niños tienen ya la capacidad de comer prácticamente de todo. Salvo excepciones como es el caso de los alérgicos, o grupos de alimentos que  pueden comer pero mejor machacados, los frutos secos por ejemplo, están capacitados para alimentarse como cualquier otra persona.

Es responsabilidad de los adultos a cargo que prueben cuantos más alimentos y combinaciones de estos mejor, ya que este es el mejor momento para que vean la comida con la mente abierta, sin los prejuicios que muchos adultos tenemos de determinadas comidas.

Por lo demás, se deben seguir las líneas maestras de lo que cualquier nutricionista o endocrino considera una dieta saludable y completa. Esto es sinónimo de reducir el consumo de carnes rojas y de técnicas culinarias como la fritura para darle mayor protagonismo al pescado, las carnes blancas, y el cocinado al vapor o el horno, respectivamente. Y por encima de todo, la prioridad número uno son las frutas y las verduras, que junto a las legumbres y los cereales -integrales a ser posible- son grupos de alimentos que juegan un papel fundamental en la dieta del ser humano. Además, conviene evitar todo lo posible los alimentos ultraprocesados y los edulcorantes, así como los productos que los incluyan.

Sí hay que tener en cuenta que las cantidades no pueden ser las mismas que en una persona adulta, ni siquiera que las de otro niño que sea mayor. No son las mismas las necesidades nutricionales de un peque de dos años que uno de diez, por ejemplo.

Con todas estas directrices, un menú diario a modo de ejemplo que pueda servir de guía sería el siguiente, si bien es recomendable diseñar el de toda la semana para tener una visión global del mismo y poder variar tal y como recomiendan los expertos:

  • Desayuno: Fruta troceada en porciones pequeñas, un vaso de leche y una tostada de pan integral con tomate, hummus o aceite de oliva virgen extra, por ejemplo.
  • Comida: guiso de garbanzos, ensalada variada y fruta.
  • Merienda: leche o bebida vegetal y yogur con cereales y fruta.
  • Cena: un cacito de crema de verduras, albóndigas de pavo (cantidad moderada) y un fruta. 

Al ser niños con un ciclo de sueño largo, no es necesario incluir cinco comidas puesto que pasa menos tiempo entre una y otra, pero en caso de que algún día se tenga que hacer por el motivo que sea, lo ideal sería un pequeño snack entre desayuno y almuerzo. Un yogurt o un poco de fruts es suficiente.

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