Si las próximas vacaciones habéis decidido salir de España, pero tampoco queréis ir demasiado lejos, lo que viene a continuación os podrá servir para inspiraros y tomar algunas ideas útiles para elegir vuestro próximo destino.
Los destinos que os recomendaremos a continuación están todos ubicados en el viejo continente, en Europa. Aquí podréis encontrar una serie de propuestas urbanas, ya que hemos decidido centrarnos en ciudades cosmopolitas europeas en las que, tanto tú como tus hijos, disfrutareis de lo lindo explorando sus calles y monumentos. En el continente europeo existen una gran cantidad de destinos para crear recuerdos inolvidables en familia junto a los más pequeños de la casa.
El viaje lo vais a hacer con vuestros hijos; niños, así que antes de elegir destino, permitidnos que os demos tan solo un par de recomendaciones para que el viaje sea fácil, práctico y cómodo. La primera es llevar siempre con vosotros una pequeña mochila con las cosas básicas de los peques de la casa (toallitas, galletas, algún juguete...); y la segunda es no abusar de las chuches ni de las golosinas durante el viaje para conseguir que duerman en los trayectos. Y por si no se duermen, siempre es bueno llevar algún libro para colorear, algún juego pequeñito o la tablet con sus películas y juegos preferidos.
Todos los destinos que hemos seleccionado hoy en Ser Padres, están pensados para que adultos y niños puedan disfrutar de unos días de descanso en los que, sin embargo, no falte ese puntito de aventura y sorpresa. Así que, como siempre decimos, prepara la libreta y el boli y empieza a apuntar estos destinos que estamos a punto de proponerte. Estamos seguros de que ninguno te dejará indiferente.

15 destinos en Europa para viajar con niños
Europa encierra una miríada de capitales con tesoros arquitectónicos únicos, que parecen joyas engastadas en una naturaleza digna de ser descubierta palmo a palmo. Además, el viejo continente también sabe cómo hacer las delicias de los más pequeños, hay tantos parques, museos y atracciones infantiles que los niños recordarán el viaje toda su vida. Sin embargo, existen quince ciudades europeas que se distinguen del resto.
Viena
Abrimos la lista de las mejores ciudades europeas para viajar con niños viajando a Viena, la señorial capital austríaca. Sus espacios verdes, como los jardines de Schönbrunn, donde se encuentra el zoo de Viena o el parque Prater, uno de los parques de atracciones en funcionamiento más antiguos de Europa, serán del agrado de nuestros hijos.

Milán
Milán, la capital lombarda, es la segunda ciudad italiana en población y un destino de ideal para pasarlo en grande en familia. Recomendamos visitar el Planetario Civico, el planetario más grande de Italia, ubicado en del parque Indro Montanelli. También resultan recomendables el Acquario Civico di Milano, inaugurado en 1906 con motivo de la Exposición Universal de Milán, y el Museo de Historia Natural, donde se puede contemplar una vasta colección de animales prehistóricos, uno de los cuales aún conserva sus órganos internos fosilizados.

Berlín
Berlín ofrece un montón de planes para compartir con tus hijos. Uno de sus principales reclamos es el Legoland Discovery Center. Para quienes quieran descubrir la fauna acuática, nada mejor que el AquaDom Sea Life, considerado como el mayor acuario cilíndrico del planeta. Por otro lado, el antiguo distrito de Kurfürstendamm alberga el famoso zoo de Berlín, uno de los zoológicos más grandes en Alemania y con la mayor cantidad de especies animales en cautividad del mundo.

Amsterdam
La principal ciudad neerlandesa es uno de los mejores destinos para viajar con niños. Entre lo mucho que hay que hacer en Amsterdam, cabe referirse al Tropenmuseum, un museo de antropología situado a las afueras de la ciudad, y que combina exposiciones permanentes y temporales con muestras de fotos antiguas que gustarán a toda la familia.

Oporto
En Oporto, puedes pasear por la colorida Ribeira, donde verás los tradicionales rabelos, embarcaciones típicas que se utilizaban antiguamente para trasladar el vino y que hoy se emplean para dar paseos por el río Duero. La Livraria Lello e Irmão, el magnífico edificio que inspiró a la escritora J. K. Rowling para la librería de Harry Potter. Inaugurada en 1869, es una de las librerías más bonita del mundo.

Bruselas
La capital belga y de la Unión Europea también es una de las mejores ciudades europeas para viajar con niños. Un lugar que les encantará será Mini Europa, cerca del emblemático Atomium. Inaugurado en 1989, este recinto reúne unas 350 maquetas hechas a escala 1/25 y que recrean 80 ciudades de la Unión Europea. También podéis acercaros al Museo del Cómic de Bruselas.

Copenhage
Entre los lugares que se pueden visitar con niños en Copenhague, habría que referirse a los jardines Tivoli o Blue Planet, inaugurado en 2013 y considerado como el acuario más grande del norte de Europa. Si lo visitáis, no dejéis de contemplar sus sobrecogedores tiburones.

París
La ciudad más visitada de Europa. Además de subir a la Torre Eiffel y ver la Ciudad de la Luz desde las alturas, los niños podrán jugar en los Jardines de Luxemburgo, donde podrán participen en carreras de veleros y montar en su histórico tiovivo. París es un lugar perfecto para visitar algunos parques temáticos que harán las delicias de los niños: el Parque Astérix, el Playmobil Fun Park y, por supuesto, Disneyland París.

Londres
¿Ponemos rumbo a este destino? Londres es otra de las mejores ciudades europeas para viajar con niños. Si les apetece correr libremente, en Saint James Park, Kensington Gardens y Hyde Park, tres de los pulmones verdes de la ciudad, tendrán espacio más que suficiente. También disfrutarán subiendo al London Eye, una noria gigante desde la que se obtienen unas vistas panorámicas de excepción, entre otros muchos y emblemáticos enclaves.

Dublín
La capital de Irlanda nos queda muy cerca, y es perfecta para unas vacaciones familiares. La ciudad más grande de la isla nos regala su arquitectura de estilo georgiano, con sus famosas puertas pintadas de colores brillantes, una característica de la ciudad que a los niños les encantará. Rica de historias y leyendas, Dublín ofrece rincones para todos los gustos.

Brujas, Bélgica
En esta ciudad belga no hay cabida para el aburrimiento. Los niños podrán visitar el Museo de las Patatas Fritas, el primer y único museo dedicado a esta temática, dar un paseo en barco por los canales que atraviesan la ciudad o divertirse al aire libre en el Parque Reina Astrid. Una ruta obligada recorre los monumentos más emblemáticos de la ciudad, desde la Lonja de los Burgueses y la Poertoren Tower hasta la Grote Markt con su campanario y la Basílica de la Santa Sangre de Brujas. También podréis hacer una parada en el Beaterio o “Beguinaje de Brujas”, un recinto muy interesante declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Sin embargo, uno de los planes que seguramente más disfrutarán los peques será la ruta del chocolate, en la que no puede faltar la visita al Museo del Chocolate, el Choco-Story, así como una degustación en toda regla de esta delicatessen en algunas de las chocolaterías del casco antiguo, como The Chocolate Corner, Lady Chocolates o The Chocolate Crown.

Lisboa, Portugal
Lisboa es una ciudad portuguesa que tiene mucho que ofrecer a las familias. Cuenta con diversos espacios para descubrir con los niños, desde sus increíbles monumentos como el Castillo de San Jorge y la Torre de Belén hasta sus centros de entretenimiento educativo como el Oceanario de Lisboa y el Pavilhão do Conhecimento de la ciudad. Además, ofrece múltiples experiencias únicas que no vivirán en ninguna otra parte del mundo, como los paseos en tranvía por el centro histórico de la ciudad, los recorridos en barco por el Tajo y la degustación de los pasteles de Belem en las pastelerías del centro, una de las especialidades de la cocina portuguesa. Sin embargo, uno de los sitios que los niños seguramente adorarán será KidZania, un parque temático infantil en el que podrán convertirse por un día en aquello que siempre han soñado ser.

Roma, Italia
Roma es uno de los destinos europeos que deberíais visitar con los niños al menos una vez en la vida. La Ciudad Eterna, como también se le conoce, atesora muchísimas joyas arquitectónicas como el Coliseo y la Capilla Sixtina e impresionantes obras de arte como La Piedad y el Moisés de Miguel Ángel o la Fuente de los Cuatro Ríos que merece la pena visitar. Sin embargo, la ciudad también tiene bajo la manga diversas atracciones para que los niños se diviertan. Está Explora, IL Museo Dei Bambini Di Roma, un espacio mágico en el que los peques podrán experimentar en un laboratorio, plantar y recolectar en un huerto o conducir un camión de bomberos. Y para los que preferís las actividades al aire libre también está el Parque de Villa Borghese, un paraíso natural en la mismísima Roma donde podéis disfrutar de un picnic en familia o visitar el Bioparco, un jardín zoológico que se encuentra dentro del parque y que atesora más de 220 especies animales.

Liubliana, Eslovenia
La capital de Eslovenia no es precisamente uno de los destinos europeos más populares, pero en realidad tiene mucho que ofrecerle a las familias. La ciudad destaca por su pintoresca arquitectura y sus espacios naturales, lo que os permitirá disfrutar de planes urbanos y en la naturaleza en un solo viaje. Para empezar podéis recorrer el casco histórico de la ciudad y subir a la torre del Castillo de Liubliana o visitar la iglesia barroca Catedral de San Nicolás. Otros sitios que merecen la pena visitar es la Plaza Preseren que alberga muchos de los monumentos más importantes de Liubliana y la ruta de los tres puentes, el Puente de los Dragones, el Puente de los Carniceros y el Puente de los Zapateros. Para los amantes de la naturaleza también hay preciosos rincones por descubrir como el parque Tivoli y ya fuera de la ciudad la Garganta de Vintgar, el Lago Bled o el Lago Bohinj. Y por supuesto, no podéis iros sin dar un paseo en barca por el río que recorre la ciudad, un plan que a los niños les encantará.

Budapest, Hungría
Historia y diversión se conjugan a partes iguales en esta ciudad y la convierten en una alternativa ideal para visitar con niños. Para empezar el recorrido podéis visitar el Puente de las Cadenas, uno de los símbolos de la ciudad que cruza el Danubio para unir a las antiguas Buda y Pest. Tampoco puede faltar la visita al Laberinto del Castillo de Buda, la Basílica de San Esteban, el edificio religioso más grande de Hungría, y el icónico Parlamento de Budapest, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Para los peques más curiosos está Miniversum, un mundo a pequeña escala que incluye unas 14 ciudades, 600 edificios, 5 000 figuras y unos 1 300 metros de vías ferroviarias, donde los niños pueden jugar e interactuar con las miniaturas en las salas de juego. También podéis llegaros hasta Aquaworld, uno de los parques acuáticos interiores más grandes de Europa, o si preferís los planes al aire libre podéis visitar el parque Városliget que alberga el zoológico de la ciudad y el Gran Circo de Budapest. Y para los más atrevidos, está el Tren de los Niños, un tren que recorre unos 11 kilómetros por las colinas de Budapest y en el que los pequeños podrán tomar el control, vender los billetes, hacer las revisiones e incluso dar avisos por megafonía.
