Un 31 de julio de 1556 murió San Ignacio de Loyola. Un soldado y sacerdote español al que se le conoce todavía hoy por haber sido el creador de la Compañía de Jesús y el primer general. Aunque también se le recuerda por todas las enseñanzas que nos dejó y que permanecen a día de hoy, tantos años después de su muerte. Enseñanzas en forma de frase de las que todos los niños pueden aprender un poquito más sobre la felicidad y sobre el día a día.

Y es que, la ciencia ha demostrado la importancia que cumple el lenguaje que empleamos con los niños en su felicidad, su autoestima y su desarrollo emocional. Sin ir más lejos, un vídeo que circuló la Atlante Speech School hace unos años demuestra de forma gráfica el daño que pueden hacer las malas palabras a los niños. El vídeo muestra a un niño en un día de su vida: va a la escuela y ve cómo nadie le saluda y nadie le dice una frase cariñosa; pese a que al pequeño se le ve feliz al inicio de la grabación, poco a poco su rostro va tornándose triste y disgustado.
“El poder de las palabras en la autoestima de los niños y de los adultos es enorme. Cada frase deja huella en el cerebro y determina la forma de actuar y sentirse, aun inconscientemente”, afirma la certificada en Disciplina Positiva Mariana Martínez en su blog.
Por ello, es necesario que escuchen palabras positivas de nuestro lado. Palabras y frases que les animen a reflexionar y a pensar por sí mismos y que les recuerden cada día que han llegado a la vida para ser felices y para no conformarse con cualquier cosa.

Frases de San Ignacio de Loyola para niños
San Ignacio de Loyola sabía bien el sentido de esto último y sus frases así lo reflejan. Así que, hemos hecho una selección de las diez mejores frases de San Ignacio de Loyola con las que los niños pueden aprender a ser felices si las escuchan en su día a día.
- El examen de conciencia es siempre el mejor medio para cuidar bien el alma
- El amor se ha de poner más en las obras que en las palabras
- Poner todos los medios como si todo dependiese de uno, pero confiando totalmente en Dios, porque todo depende de él
- ¿De qué te sirve ganar el mundo si al final pierdes tu alma?
- No satisface el saber mucho, sino el sentir y gustar internamente de las cosas
- Cuando el bien es más universal, es más divino
- Porque no mucho saber harta y satisface al ánima, más el sentir y gustar de las cosas internamente
- Qué pequeña me parece la tierra cuando miro al cielo
- Alcanza la excelencia y compártela
- Así como hace daño el hablar mal en ausencia de los mayores a la gente menuda, así puede hacer provecho hablar de las malas costumbres a las mismas personas que pueden remediarlas