¿La bronquiolitis puede dejar secuelas en la salud infantil?

La bronquiolitis está colapsando los servicios de urgencias pediátricos, los centros de salud y hasta las unidades de cuidados intensivos. Los padres no hablan de otra cosa y crece el miedo a que sus bebés la padezcan. Pero incluso aquellos que ya han pasado por la enfermedad se preguntan ¿Y ahora, qué? ¿Es posible volver a pasarla? ¿Le habrá dejado secuelas?
¿La bronquiolitis puede dejar secuelas en la salud infantil?

La bronquiolitis es una enfermedad vírica, producida por los mismos patógenos responsables de los resfriados. El más frecuente es el virus respiratorio sincitial, más conocido entre los sanitarios como “VRS”.

Factores de riesgo de la bronquiolitis

Al contagiarse como cualquier otro virus respiratorio, las medidas higiénicas son fundamentales. Factor de riesgo sería por tanto que los padres estén resfriados y, sobre todo, tener hermanos acatarrados, que acuden a escuela infantil. Es muy frecuente escuchar en la consulta de pediatría que el hermano de dos o tres años le ha “pegado” el catarro al bebé. La edad es otro importante factor de riesgo que condiciona la gravedad, los lactantes de menos de tres meses están mucho más indefensos ante la bronquiolitis y los que tienen antecedentes de prematuridad o enfermedades graves, como cardiopatías, muchísimo más, siendo otros factores de riesgo importante.

¿Es posible que la bronquiolitis pueda dejar algunas secuelas en la salud del bebé o del niño pequeño? - Istock

Cuánto tiempo dura

Esta es una de las preguntas más frecuentes cuando le decimos a los padres que su bebé tiene bronquiolitis. La media son unas dos semanas, aunque hay síntomas que mejorarán antes y otros, después.

Al inicio, la bronquiolitis se manifestará como cualquier otro catarro, con mucosidad, congestión nasal, quizá algunas décimas de fiebre, y tos. La congestión mejorará, pero el bebé seguirá eliminando mocos bastantes días, que al inicio serán claros y conforme avance la infección serán más espesos y verdosos. También pasarán de la nariz a la garganta, de forma que al inicio la tos será seca y después será productiva o húmeda, es decir, del tipo que intenta arrastrar las secreciones de la garganta. A este respecto aclarar que la tos suele ser el último o de los últimos síntomas en desaparecer, aunque al final lo más probable es que se deba a este mecanismo de “limpieza” de flemas y no implique necesariamente un empeoramiento.

En cuanto a la alimentación, pueden pasar entre 10 y 14 días hasta que el bebé vuelva a alimentarse con normalidad. Durante un cuadro de bronquiolitis es normal que el lactante, congestionado y con respiración dificultosa, coma menos. Es muy posible que el bebé se mantenga en el mismo peso sin hacer ganancia ponderal las dos semanas que le dure la bronquiolitis o incluso pierda algunos gramos. Este peso se recuperará cuando mejore.

Cuántas veces se pasa

Por definición, una sola vez. La bronquiolitis es el primer episodio de sibilancias (“pitos” en el pecho) en un lactante. A partir de ahí puede haber recaídas que se denominarán bronquitis. Hay bebés que, tras pasar este primer episodio de bronquiolitis, van a quedar condicionados a sufrir recaídas frecuentes en forma de episodios de bronquitis con cada cuadro catarral. Esta situación se conoce como hiperreactividad bronquial.

Es posible que el bebé sufra distintas bronquitis de repetición. - Istock

Bronquitis de repetición

Esta circunstancia se da en niños que experimentan varios episodios de bronquitis durante el invierno, precisando tratamiento con aerosoles. En la mayoría de ocasiones estos niños pasaron por un primer cuadro de bronquiolitis cuando tenían pocos meses. Es importante señalar que muchos de los niños que padecen esta hiperreactividad bronquial mejorarán con la edad, cada invierno que pase los cuadros serán menos frecuentes, hasta llegar a los 4- 6 años sin precisar tratamiento.

Existe un porcentaje de niños en los que persistirán los síntomas y la necesidad de tratamiento, sobre todo aquellos con otros factores de riesgo, como antecedentes familiares de asma y alergia. En estos casos es muy recomendable el estudio y seguimiento por parte del especialista en Neumología infantil.

¿Se puede prevenir la bronquiolitis?

Lo que para ti es un catarro, para un bebé es una bronquiolitis. Si estás resfriado o tienes niños en casa que acuden a escuela infantil y, en consecuencia, están de mocos “hasta la bandera” extrema las medidas de higiene en casa. Lavado frecuente de manos, distancia de seguridad y hasta mascarilla si es necesario. Lo importante es no contagiar el catarro al bebé.

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