Con la pandilla de amigos, con la familia, a veces incluso solos, el caso es que los juegos de cartas son una opción perfecta para entretenernos a mayores y a pequeños, para pasar un rato divertido prácticamente en cualquier lugar y en cualquier momento.
Puede ser muy complicado llevarnos en el bolsillo un juego de mesa y sin embargo es muy sencillo cargar con la baraja de cartas para jugar cuando surja la necesidad.
Además de eso, que ya es interesante, hay que sumarle que los juegos de cartas, como los que podemos practicar con la baraja española, tienen numerosos beneficios para los niños. Mientras jugamos estamos trabajando la rapidez mental, la capacidad de concentración y atención a lo que está pasando en el juego, la capacidad resolutiva al prever qué pueden estar intentando hacer los demás jugadores.
A lo que hay que sumarle que al ser juegos que se realizan en grupo son perfectos para fomentar y desarrollar las relaciones sociales entre los niños, entre niños y adultos y siempre en un ambiente entretenido y divertido lo que ayuda a fortalecer los vínculos familiares y de amistad.
Tres juegos con la baraja española perfectos para aprender a sumar
El cinquillo
Es el más sencillo de los tres y es perfecto sobre todo si entre los jugadores hay niños y niñas que están aprendiendo a contar. Es un juego muy conocido que lleva jugándose en nuestras casas desde hace décadas, un juego perfecto para jugar con los abuelos y pasar un rato divertido juntos.
Empieza quien tenga el cinco de oros, lo coloca sobre la mesa y a partir de aquí hay que seguir colocando las cartas que siguen al cinco o sacando otro cinco.
Gana el primero que se queda sin cartas porque las ha podido colocar todas correctamente sobre la mesa.
Las siete y media
El objetivo del juego es muy sencillo, hay que sumar siete y media con las cartas de la mano, más las que se pueden ir pidiendo, lo importante es que no puedes pasarte de esos puntos o perderás la partida.
No hay límite de jugadores por lo que podemos jugar desde 2 personas a todos los amigos, el caso es aprenderse lo que valen las figuras (que es medio punto) e ir sumando mentalmente para plantarse antes de pasarse de las siete y media.
La escoba
Es uno de los juegos de cartas más conocidos y de los que más se ponen en práctica cuando hay niños en casa. Su origen viene de Italia y su dinámica es bastante sencilla, por lo que los niños la entienden enseguida pero además, hay que desarrollar agilidad en el cálculo mental para que sea más divertido para los participantes.
El objetivo es conseguir hacer una escoba con las cartas que hay encima de la mesa y alguna de las que tenemos en la mano. Una escoba es conseguir sumar 15 con las cartas de que disponemos.
Cuantas más escobas lleguemos a hacer a lo largo de la partida, más posibilidades tendremos de ser los ganadores de esa mano.
Además hay que tener en cuenta que el valor del palo de los oros es superior al del resto de palos, así que hay que trabajar el cálculo mental y al mismo tiempo, la capacidad de concentración y de observación de lo que está pasando sobre la mesa.

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