Agudeza visual
Juegos de mesa para trabajar la agudeza visual con niños
Trabajar la agudeza visual es clave para evitar problemas oculares como el comúnmente conocido como ojo vago, el estrabismo o la vista cansada. Además, son súper muy divertidos y pueden servirnos para pasar un buen rato en familia.
La visión se desarrolla en un proceso de aprendizaje que se inicia en el momento en que venimos al mundo. Cómo todos los aprendizajes, se puede estimular mediante juegos y actividades que trabajen habilidades visuales motoras, sensoriales, perceptuales y de integración de la visión con otros sentidos y con el sistema motor.
Si las habilidades visuales motoras y sensoriales son adecuadas, los ojos “envían” al cerebro imágenes nítidas y bien coordinadas, de modo que vemos una única imagen en 3D perfectamente enfocada. A partir de ahí, son las habilidades visuoperceptuales las que se encargan de organizar y procesar la información visual que llega al cerebro (niños con buenas habilidades motoras – que en los exámenes visuales ven muy bien- pueden tener dificultades de aprendizaje si sus habilidades visuoperceptuales no están bien desarrolladas); la coordinación con otros sentidos nos permite ampliar la información recibida por vía visual relacionándola con la información que reciben los otros sentidos; y la coordinación del sistema visual con otros sistemas motores permite dar una respuesta motora a una información visual si eso fuera preciso.
Hace unos días os hablábamos de la ‘terapia visual’ o entrenamiento visual como tratamiento para fortalecer la vista desde la infancia. Os contábamos que se trata de una serie de ejercicios llevados a cabo por un especialista y que, incluso, puede acabar con dificultades del aprendizaje o con síntomas oculares asociados a determinadas tareas que pueden producir bajo rendimiento académico, laboral y deportivo.
Pues bien, tal y como nos explicaba Ana María Calahorro, optometrista en CECOP y Centro Óptico Paracuellos, para llevar a cabo la terapia primero se prepara un programa de ejercicios personalizados en función de los resultados obtenidos en un examen de eficacia visual. “Los ejercicios están orientados a desarrollar y potenciar al máximo las habilidades visuales comprometidas y la integración de dichas habilidades con el resto de los sentidos”.
Pero, además, más allá de estos ejercicios, la especialista comentaba que también es posible trabajar la agudeza y el entrenamiento visual en casa de manera sencilla. Para ello, considera una buena herramienta a los juegos de mesa.
Y es que, ¿sabías que la mayoría de juegos infantiles tradicionales y los juegos de mesa trabajan varias de estas habilidades motoras y visuales a la vez? Así lo afirma Elena Garcia Rubio, optometrista y directora de INOP.
Son geniales para jugar con los peques en casa porque, además, nos ayudarán a pasar un rato muy entretenido. Tanto ella como Ana María Calahorro nos proponen un montón de juegos de mesa para trabajar la agudeza visual con peques de diferentes edades:

Los puzzles de encajar piezas tanto en 2D como en 3D se pueden emplear desde edades muy tempranas y jugar con ellos durante todo el desarrollo incrementando su nivel de dificultad. Con ellos se trabajan las habilidades de discriminación visual, percepción figura-fondo, cerramiento de formas, la coordinación oculo-manual.

Es otro de los juegos que se puede trabajar desde edades tempranas hasta avanzadas. Con este juego se trabaja movimientos oculares, atención visual, memoria visual, discriminación visual, percepción figura-fondo, cerramiento de formas, orientación espacial y coordinación oculo-manual.

Ya sean construcciones inventadas o de tipo Lego, estos juegos estimulan casi todas las habilidades visuoperceptuales: La discriminación visual, la constancia formas, la organización, la orientación espacial y las relaciones visuoespaciales, la visualización, la memoria visual, además del pensamiento lógico y creativo.

Ya sea mediante juegos de cartas o tablillas o en una lámina, se trata de emparejar imágenes, que o bien son iguales o se complementan. Este juego trabaja los movimientos oculares de rastreo y sacádicos, la atención visual, la memoria visual, la localización espacial y la coordinación oculomotora gruesa entre otras habilidades.

Es un juego para jugar entre varios niños o con adultos; tiene cartas en las que según la edad del niño y lo que queramos trabajar hay sólo dibujos, dibujos y letras o dibujos y números. Se van poniendo cartas en la mesa de dos en dos y siempre hay en ellas dos un dibujo, letra o número que está en ambas cartas, el que antes lo encuentre se lleva las dos cartas, y el que más cartas tenga cuando se acaben las cartas del taco es el que gana.
Este es uno de los juegos que más me gusta, para niños a partir de seis años, especialmente si se quiere reforzar la soltura con las letras y los números. Es un juego muy completo en lo que a estimulación se refiere, pues trabaja la atención, los movimientos oculares de rastreo, la discriminación visual, la memoria visual, la localización y orientación espacial, la constancia de forma y la velocidad de reacción.

Es un juego que se puede hacer con niños de distintas edades según el tamaño de los objetos que usemos como cuentas. Trabaja la atención y la fijación visual, la constancia de forma, la organización espacial, la integración ojo mano mediante coordinación fina ojo-mano.
En los niños más pequeños podemos usar pasta grande que tenga agujeros de gran tamaño (ditali, ditalini, chiocciole, rigatoni, etc…) e ir reduciendo el tamaño según aumente la edad o la habilidad hasta llegar a sopa de estrellas. El primer paso es pintar la pasta con rotuladores, témperas o la pintura que creamos más adecuada para la edad y la habilidad del niño de diferentes colores y esparcir las piezas coloreadas sobre la mesa, para a continuación ir ensartándolas, alternando colores, en un hilo de nylon (de pescar) que tenga consistencia (más grueso al principio y más fino según el orificio de la pasta se va haciendo más pequeño).
Finalmente quedan collares de colores muy vistosos y divertidos que los niños pueden regalar a quien ellos quieran.

Además de estos, Ana María Calahorro nos completa la lista:
Mejora la discriminación visual (habilidad que nos permite diferenciar las diferentes propiedades de los objetos que tenemos a nuestro alrededor como el tamaño, el color o la simetría) y la concentración.

Ayuda a desarrollar la lógica, la simetría y en el reconocimiento de colores y formas.

Nos ayuda a trabajar la espacialidad y la motilidad ocular (el movimiento automático y coordinado de ambos ojos).

Este juego nos ayuda a trabajar la velocidad de procesamiento, así como la atención y los reflejos.

Estimulamos con esto la discriminación, reflejos, y ayudamos a mantener la atención durante más tiempo.