Termina el comedor escolar y comienzan las vacaciones de verano. Lo más probable es que se flexibilicen las rutinas a la hora de desayunar, comer, merendar o cenar. El calor también puede influir en la pérdida de apetito de algunos niños. En definitiva, es normal que la dieta de los más pequeños sufra cambios en verano, pero hay que tener en cuenta que hay una serie de nutrientes que son indispensables en la alimentación de los niños y que no deben faltar durante esta época.
Le hemos preguntado a la nutricionista especializada en alimentación infantil, Mapi Herrero, cuál es el alimento que ella considera que no debe faltar en la dieta de los niños durante el verano y nos ha aclarado que no existen alimentos imprescindibles, sino nutrientes, por lo que nunca pueden faltar aquellos alimentos que contienen los nutrientes esenciales como fibra, vitaminas, minerales, proteínas, grasas insaturadas o hidratos de carbono.
“Para resumir, los platos de los peques tienen que estar llenos de colores, pero no solamente en verano, sino durante todo el año. Y, ¿dónde encontramos la mayor variedad de colores? En el reino vegetal, por supuesto. Frutas, verduras, hortalizas, legumbres y frutos secos son la base de la alimentación de cualquier peque sano”, afirma la nutricionista.
Herrero apunta que, además de seguir ofreciendo a los niños vegetales, tanto crudos como cocinados, los niños necesitan energía por lo que también tienen que comer alimentos con hidratos de carbono como el arroz, la pasta, la patata y sin olvidar las legumbres.

“Los niños también tienen que comer legumbres en verano”
"Sí, los niños necesitan comer legumbres también verano", afirma Herrero. Las lentejas, por ejemplo, es el alimento que los expertos de Harvard recomiendan comer cuatro veces a la semana a niños y a adultos. Sobre esta recomendación, la nutricionista opina que aunque no hay duda de que las lentejas son un alimento nutritivo y saludable no es el único alimento con estas características: “En general, todas las legumbres son similares en cuanto a cantidad de vitaminas y minerales, con pequeñas diferencias entre ellas. Por esta razón, más que recomendar 4 veces el mismo alimento, yo apuesto por variedad de legumbres a lo largo de la semana”, aconseja la experta en alimentación infantil.
Además, apunta que una característica importante para que un alimento sea saludable es que sea agradable de comer, así que “si a tu peque no les gustan las lentejas, pero disfruta de los garbanzos, las alubias, los guisantes, o incluso, la soja, no hay problema”.
La experta también resalta que un plato de legumbre no necesita segundo plato proteico. Y si haces un arroz o pasta completo, tampoco.
Consejos prácticos para una alimentación infantil saludable durante el verano
Mapi Herrero comparte información, trucos y consejos en sus redes sociales (@mapiherrero_nutricion) Además, Herrero es autora del libro “Te invito a comer” que recorre todas las etapas de la vida en las que la alimentación desempeña un papel clave e incluye recomendaciones para que los niños tengan una relación saludable con la comida.
La experta recomienda los siguientes consejos para una alimentación saludable a la vez que apetecible durante las vacaciones de verano:
- Una buena presentación: Herrero expone a Ser Padres que cuando pensamos en una alimentación saludable, solemos pensar únicamente en los ingredientes que componen el plato y, aunque lo que compone el plato es importante, para los peques lo es más lo que está alrededor del plato: “Es decir, si quieres que tus hijos disfruten de los alimentos saludables presentarlos como merecen es la clave”.
- Ideas para crear un buen ambiente a la hora de comer algo saludable: “Una cena en la terraza, un picnic en vuestro lugar favorito, un desayuno en la cama… Imaginación en la mesa y en la cocina pensando en una puesta en escena para que sea memorable”, aconseja la experta. Herrero añade que esto no garantiza que los niños vayan a comer lo que nosotros queremos pero, sin duda, les de la oportunidad de probar alimentos saludables. “Solo daría un consejo, que la preocpación por que pruebe y coma estos alimentos nutritivos y saludables no empañe el momento”.
- Que no falte tampoco un poquito de proteína: No tiene por qué ser siempre de origen animal matiza Herrero. “La cantidad de proteína que necesitamos es pequeña, así que no es algo que deba preocuparte en exceso. Un poquito de carne (mejor blanca), un poco de pescado (alternando blancos y azules, excepto los grandes) y algún huevo. Pero ten en cuenta que los frutos secos o las legumbres también son muy buena fuente de proteína”.
- Para evitar sustos con la hidratación, Herrero aconseja Ingerir alimentos frescos que aporten agua (los vegetales y las frutas son excpecionales). Además, es importante tener agua siempre a mano: "si tienes niños pequeños, ofrécele agua con frecuencia, porque muchas veces, se les olvida".

- Organiza el menú semanal. Puede que hasta ahora no tuvieras que preocuparte porque tu hijo o tu hija comía en el comedor escolar pero ahora conviene que el menú mantenga cierta variedad de alimentos con esta frecuencia:
- Legumbres: un par de veces a la semana.
- Pescado blanco y pescado azul: entre 2 y 3 veces por semana.
- Carne roja: una vez por semana, máximo.
- Carne blanca: dos o tres veces por semana.
- Huevos: alrededor de tres veces por semana.
- Vegetales: crudos y cocinados, a diario, tanto en comida como en cena.
- Arroz: una vez por semana
- Pasta: una vez por semana
- Si el calor le quita el apetito, nunca le obligues a comer: Igual que, si hace mucho calor, los adultos preferimos beber a comer, los peques también sufren este efecto, sostiene Herrero.“Lo importante es que nunca le obligues a comer. Simplemente tenlo en cuenta y ofrece con frecuencia pequeñas ingesta completas (fruta, leche fresquera, batidos caseros). Conviene evitar zumos y refrescos que, aunque aportan agua y energía, les quitan el apetito y no aportan nutrientes”.
- ¿Qué hábitos que son frecuentes en el verano conviene evitar? Por último, la nutricionista nos responde a esta pregunta comentando que con el verano llegan las vacaciones y nos relajamos en todos los sentidos, incluida la alimentación: beber menos agua, comer más helados y dulces o cenar más tarde son algunas de las licencias que nos tomamos durante estos días y es normal, dice Herrero. Sin embargo, añade que “no debemos perder de vista que el cuerpo sigue teniendo las mismas necesidades así que mi consejo es no dejar lado lo que sí debe estar todos los días en la mesa, aunque además se permita algún que otro homenaje”.
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