Si bien es un hábito de ocio pasivo, el contenido que los niños y niñas consumen en televisión tienen un gran impacto potencial en ellos y ellas. Puede ser positivo, o al menos no ser negativo, o puede derivar en consecuencias no deseadas que les afecten en otros contextos y aspectos de la vida. Por eso, en uno de sus últimas publicaciones divulgativas, el psicólogo Alberto Soler comparte un consejo basado en la evidencia científica y en la psicología para escoger contenidos audiovisuales para los peques.
Dice Alberto Soler, psicólogo que recomienda estos hábitos recomendados para premiar adecuadamente a los niños, que “se ha visto que después de ver dibujos con muchos cambios de plano, niñas y niños tienen peor rendimiento en funciones ejecutivas relacionadas con la flexibilidad mental, atención, demora de la gratificación o tolerancia a la frustración”. Además, asegura que el tipo de dibujos animados que ven los peques "puede estar relacionado con la cantidad de rabietas que tienen”.
Esto ocurre, agrega el psicólogo, “porque su cerebro está desarrollándose, y tiene una capacidad limitada para procesar la información. Si se expone a un bombardeo de estímulos que le gastan recursos mentales, luego no los va a tener para otras tareas". En definitiva, añade, "su cerebro está agotado".

Para comprobar qué son dibujos animados rápidos, Alberto Soler recomienda hacer un experimento cuando tus hijos e hijas vean la televisión. Es el siguiente: ponte a su lado viendo la tele y coge un cronómetro. Cuenta cuántos cambios de plano hay durante un minuto. Podrás ver entonces, dice el psicólogo, “que hay unas diferencias enormes entre unos programas y otros”.
Alberto Soler, que tiene las claves para detectar la ansiedad infantil, pone el siguiente ejemplo para explicarlo de manera concreta: "Bob Esponja tiene el récord, 35 cambios de plano por minuto”. En comparación, los perros de la Patrulla Canina tienen unos 25 cambios por minuto, mientras que dibujos animados como Caillou se mueven, según Alberto Soler, entre 12 y 14 cambios de plano cada 60 segundos. Todavía menos tienen Poco Yo, y clásicos como Tom&Jerry, que tienen 8 cambios de plano al minuto de media.
¿Cuál es su consejo de Alberto Soler atendiendo a la evidencia científica demostrada por la psicología y otras ramas vinculadas a la crianza y la infancia? Que te quedes con dibujos animados para tu hijo o hija con menor frecuencia de cambios de plano por minuto. “Te van a montar más pollos”, apunta el experto en términos coloquiales, si ven dibujos con más cambios de plano.

Además, se produce en paralelo una segunda consecuencia negativa derivada del hábito de ver dibujos animados con muchos cambios de plano.
El niño o niña, advierte Alberto Soler, coautor de La gran guía de la crianza que estabas esperando, “se va a habituar a contenidos muy rápidos y luego otros más pausados le producirán aburrimiento y dificultades para mantener la atención”. Da igual si es una peli antigua o las explicaciones de la profe en clase. Le va a ocurrir, según la teoría del psicólogo.
Por todo ello, reitera su consejo avalado por la psicología Alberto Soler, sobre todo en niños y niñas más pequeños: “Intenta limitar la exposición a estos contenidos tan rápidos y elige otros más lentos”, afirma. Esto no implica que alguna vez consuma tu hijo o hija dibujos animados de dinámica rápida como La Patrulla Canina, “pero si no son los primeros, mejor que mejor”, apostilla el psicólogo.