Cómo ayudar a tu hijo a aceptar y entender la verdad sobre los Reyes Magos

¿Ha llegado el momento de contarle la verdad? Sigue las recomendaciones de los psicólogos para hacerlo y habrá menos posibilidades de que se sienta enfadado o decepcionado. 
Madre e hijo hablando

Si consideras que tu hijo ya tiene la suficiente madurez emocional y ha llegado el momento de contarle la verdad sobre los Reyes Magos, las siguientes recomendaciones de los psicólogos te pueden ayudar no sólo a que tu hijo entienda y acepte esa realidad, sino también a reforzar vuestro vínculo de confianza y continuar manteniendo los valores (alegría, ilusión, afecto por los seres queridos) que hay detrás de esta tradición.

¿Cómo puedes ayudar a tu hijo a aceptar y entender la realidad sobre los Reyes Magos? Lo primero de todo es determinar si ya ha llegado el momento de contárselo porque consideras que ya tiene la suficiente madurez emocional para aceptarlo, afirma el psicólogo Iván Pico, en su blog www.psicopico.com.

Esta es la clave para saber si es el momento adecuado: la madurez emocional del niño y no una edad determinada, coinciden en señalar los expertos y psicólogos  como  Iván Pico. Aunque, en líneas generales, se puede determinar un rango de edad entre los siete y los once años.

Es en esas edades  (7 y 11 años) cuando los niños empiezan a cuestionarse la existencia de los Reyes Magos y otros personajes ficticios (como por ejemplo, el Ratoncito Pérez). ¿Por qué? Porque va desapareciendo la etapa del pensamiento mágico que se inicia en los primeros años de vida. Un periodo que oscila entre los dos y los siete años y en el que la mente de los niños no es capaz de distinguir entre realidad y ficción. 

Durante la etapa del pensamiento mágico, para los más pequeños no hay imposibles: los Reyes Magos, los dragones, los duendes y las hadas, la magia…los límites entre realidad y ficción están desdibujados. Según los psicólogos, esta es una etapa de pensamiento muy creativa y necesaria y la creencia en las tradiciones como la de los Reyes Magos la refuerza de una forma muy positiva.

Cuando los niños van creciendo y su cerebro va madurando, empiezan a plantearse ciertas cuestiones que no les cuadran demasiado, como puede ser la existencia de los Reyes Magos. No hay una edad concreta a la que esto suceda, aunque se suele dar entre los siete y los once años que es cuando el pensamiento mágico se va diluyendo y comienza a aparecer el pensamiento abstracto.

Dejar regalos bajo el árbol es una de las tradiciones más arraigadas de la Navidad, pero ¿quiénes han sido los encargados de entregar los presentes a lo largo de la historia?

Lo que hay que tener en cuenta es el grado de maduración de cada niño y es importante que como padre o como madre respetes el proceso natural de crecimiento, madurez y búsqueda de respuestas, según los expertos.

Consejos prácticos para responder la temida pregunta

Entonces, si llega la temida pregunta “¿Es verdad que los Reyes sois los padres como “alguien” me ha dicho?” y consideras que tu hijo ya tiene la madurez suficiente, lo mejor es buscar un momento adecuado para resolver de una forma natural, clara y sincera todas sus dudas.

Las siguientes recomendaciones, elaboradas por psicólogos, pueden ayudarte a transmitir el mensaje de la mejor forma posible y a que tu hijo lo entienda y lo acepte de forma positiva:

  • No le mientas: "Si aparece la pregunta, no hay que mentir, pero sí mostrar delicadeza y ser cuidadosos. Su mundo imaginario se está diluyendo y hay que ofrecer una respuesta coherente y congruente", aconseja Pico.
  • Es un secreto, no una mentira: Para evitar que se sienta decepcionado y crea que como padres le habéis estado mintiendo durante todo este tiempo, plantéale que no era mentira, sino un secreto para mantener la ilusión, la alegría y la magia a la hora de hacer regalos en Navidad, señala en la misma línea la psicóloga Adriana Morón.
  • Una buena respuesta: Déjale claro los valores que explican por qué habéis mantenido esta creencia durante ese tiempo. El amor, la gratitud, la ilusión y el afecto que hay detrás de buscar regalos para las personas más queridas, apunta la misma psicóloga..
  • No se lo digas en Navidad: Iván Pico considera que si tu hijo  ya ha escrito su carta con toda la ilusión del mundo, no conviene frustrarle en este momento. Es mejor esperar a que pasen estas fechas para contarle la verdad. No se lo digas tampoco cuando han recibido los juguetes y están disfrutando de los mismos. Lo más adecuado es después de unas semanas o unos meses, cuando ya ha pasado "el efecto Navidad".
  • Díselo con tus propias palabras: Aborda el tema de una forma clara, directa y sencilla. No utilices tecnicismos, ni te andes por las ramas. Los niños son más listos de lo que creemos y si se lo cuentas de forma natural, seguro que lo entiende. Es más, al ver que confías en él y te abres de forma natural puede servirle para que él también confíe en ti y más adelante, te cuente sus problemas y sus secretos.
  • Él es ahora el responsable de guardar el secreto: Cómo se encuentran en una etapa de descubrimiento, puedes enfocarle la cuestión de esta manera: “Ahora que has descubierto el secreto, eres responsable de guardarlo y mantenerlo para los niños que todavía siguen creyendo en él”. De esta forma, puedes  hacerle sentirse importante, mayor y responsable.
  • Si está preparado emocionalmente y se lo transmites de una forma adecuada, hay muchas menos posibilidades de que se sienta enfadado o decepcionado. Pero si, aún así, muestra enfado y/o decepción, hay que entender que son emociones normales y aceptarlas. Muéstrale tu comprensión y transmítele que le entiendes pero que la ilusión y el afecto no tiene por qué desaparecer y pueden seguir manteniéndose aún sabiendo cómo llegan los regalos al Arbol o a la chimenea.

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