Diez consejos para mejorar la alimentación de tus hijos que, según una nutricionista, funcionan de verdad

No podemos negarlo: la dieta de nuestros hijos tiene algunas carencias y ciertos excesos. Saber qué alimentos hay que evitar y cuáles debemos incrementar, nos ayudará a conseguir que crezcan más sanos y fuertes.
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Como padres, siempre queremos lo mejor para nuestros hijos, y una alimentación saludable juega un papel crucial en su crecimiento y desarrollo. Saber qué alimentos deben reducirse y cuáles se deben incluir en su dieta puede marcar la diferencia en su salud y bienestar a largo plazo. 

  • Evitar: Bebidas azucaradas

Las bebidas azucaradas, como los refrescos y zumos, son altos en azúcares y calorías vacías. Es mejor optar por agua, que es la bebida por excelencia o por zumos naturales sin azúcar añadida.

  • Incluir: Frutas y verduras frescas

Las frutas y verduras son ricas en vitaminas, minerales y fibra. Fomenta el consumo diario de una variedad de estos alimentos para proporcionar a tus hijos los nutrientes que necesitan. Puedes hacerlo divertido incorporándolos en batidos, ensaladas coloridas o como meriendas.

Niña comiendo fruta
  • Evitar: Comida rápida y alimentos procesados

La comida rápida y los alimentos procesados suelen ser altos en grasas saturadas, sodio y aditivos. Estos pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y otros problemas de salud. En su lugar, prepara comidas caseras utilizando ingredientes frescos y saludables.

  • Incluir: Fuentes de proteínas magras

Las proteínas son esenciales para el crecimiento y desarrollo muscular de tus hijos. Opta por fuentes de proteínas magras como pollo, pavo, pescado y legumbres.

  • Evitar: Bollería y alimentos altos en azúcares refinados

Los productos de bollería suelen estar cargados de azúcares refinados y grasas poco saludables. Estos alimentos pueden llevar a picos de energía seguidos de caídas bruscas y carencia de nutrientes. Mejor sustituirlos por opciones más saludables como frutas, yogur natural o nueces.

  • Incluir: Granos integrales

Los granos integrales, como la avena, el arroz integral y el pan integral, son ricos en fibra y nutrientes esenciales. Estos ayudan a mantener niveles estables de energía, mejoran la digestión y brindan una sensación de saciedad duradera.

  • Evitar: Alimentos fritos y grasas saturadas

Los alimentos fritos y ricos en grasas saturadas pueden aportar u exceso de energía en la alimentación del peque. Limita el consumo de alimentos fritos y elige métodos de cocción más saludables, como asar, hervir o cocinar al vapor.

  • Incluir: Lácteos, pero no tienen por qué ser bajos en grasa

Los productos lácteos, como el yogur, el queso y la leche o bebida vegetal, son excelentes fuentes de calcio y proteínas. Estos nutrientes son fundamentales para el desarrollo óseo y muscular adecuado.

  • Evitar: Snacks salados y altos en sodio

Los snacks salados, como papas fritas y palomitas de microondas, suelen ser altos en sodio. Un consumo excesivo de sodio puede aumentar el riesgo de presión arterial alta y problemas de salud a largo plazo. Elige opciones más saludables, como nueces sin sal, palitos de zanahoria o crujientes de manzana.

  • Incluir: Agua como bebida principal

El agua es esencial para mantener una hidratación adecuada y promover un funcionamiento óptimo del organismo. Fomenta el consumo regular de agua como bebida principal para tus hijos y limita la ingesta de bebidas azucaradas.

Mejorar la alimentación de tus hijos es fundamental para que crezcan sanos y fuertes. Recuerda que establecer buenos hábitos alimentarios desde temprana edad les proporcionará una base sólida para una vida saludable en el futuro.

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