En el sistema educativo actual cada día se presta mayor atención al desarrollo cognitivo de los más pequeños a través de nuevas técnicas, con el único objetivo de prepararlos para un futuro en el que sean capaces de resolver problemas y desenvolverse con éxito en cualquier ámbito de la vida. El ajedrez es una potente herramienta para ello y está cada vez más asentada en el proceso de enseñanza. No es una moda pasajera, recordemos que en marzo de 1995 el Senado ya lo propuso como materia optativa en las aulas españolas. Y es que, gracias a sus características lúdicas, este deporte consigue que los niños desarrollen sus capacidades intelectuales de forma divertida y eficaz, implicándoles activamente en su propio proceso de aprendizaje.

Así lo corrobora Joaquín Fernández Amigo, escritor, conferenciante, tallerista de ajedrez y coordinador de ajEdu (ajedrez y educación) de la Universidad Autónoma de Barcelonam en su libro Las transversalidades del ajedrez. "Entendemos el ajedrez como un extraordinario recurso educativo que permite el estudio de las materias curriculares de una manera más motivadora y divertida, influyendo de esta manera en la mejora del rendimiento académico. Cuando se intenta implementar el ajedrez como asignatura en los centros educativos, es fundamental hacer hincapié en el carácter interdisciplinar en el marco de una educación integral con acentuado perfil transversal que interrelacione las materias académicas entre sí alrededor del eje ajedrez".
Según un estudio realizado por el psicólogo y profesor de la Univerisidad de La Laguna Ramón Aciego, la docente y psicopedagoga Lorena García y el profesor Moisés Betancort, están más que comprobados los beneficios que este deporte tiene para el desarrollo cognitivo de los niños. De hecho, según planteó el Club de Ajedrez Magic de Extremadura, se podría contemplar como herramienta de ayuda en el caso de niños TDAH, con autismo o asperger. Como dicen, entre otras bondades enseña los valores del trabajo duro y el compromiso, infunde confianza y autoestima, mejora el rendimiento académico, las habilidades de comunicación, la comprensión y el reconocimiento de patrones y reglas.

Tal y como argumenta Fernando Braga (Maestro Internacional de Ajedrez) y María Enriqueta Granero Duarte (Licenciada en Psicología) otros aspectos relevantes del ajedrez a la hora de potenciar el desarrollo cognitivo de los niños son los siguientes:
Beneficios a nivel cognitivo del ajedrez en los niños
- Ayuda a la resolución de problemas: Según estos expertos del ámbito educativo, este deporte ayuda a desarrollar un estilo de juego propio en cada niño, lo que implica que cada contrincante será distinto, por lo que tendrán que aprender a “leer” y adivinar las tácticas de su oponente. Cada partida, por tanto, representa un nuevo reto para cada jugador.
- Potencia la memoria: Aseguran que una parte fundamental de los entrenamientos es memorizar jugadas, lo cual ayuda a que el alumno se habitúe a hacer un esfuerzo constante por recordar los caminos a través de los cuales puede conseguir ganar la partida. Con el paso del tiempo, adquirirá una mayor capacidad de memorización de una forma lúdica y divertida, dentro de un ambiente distendido en el que hay menos presión que en un aula.
- Desarrollo del pensamiento lógico: Del mismo modo, estos expertos explican que en el ajedrez, los niños analizan la situación actual del juego y son capaces de predecir las posibles jugadas futuras y sus consecuencias. Esta capacidad de razonamiento lógico puede ayudar a futuro a resolver problemas de su vida cotidiana, desde conflictos en la escuela hasta la toma de decisiones importantes en su vida adulta.
- Favorece la creatividad: Hablamos de una práctica que obliga a cada niño a pensar de una manera diferente, ya que el propio juego exige que se busquen varias vías para conseguir un mismo resultado. Es un ejercicio para explorar, que impulsa al niño a encontrar nuevas combinaciones de movimientos. Con la práctica, se habitúan a no rendirse hasta conseguir la jugada que les dará el jaque-mate.
- Aumenta la concentración: Hoy en día es difícil mantener la concentración debido a los miles de estímulos externos, notificaciones y aplicaciones digitales que invaden a cada segundo nuestro espacio mental y visual. Por eso, es importante desde bien pequeños trabajar y reforzar esta capacidad, vital para lograr el éxito en el ámbito académico y en el futuro laboral de los pequeños. El ajedrez es un deporte que requiere mantener la atención por largos periodos de tiempo, ya que una pequeña distracción podría desembocar en un gran error para el resultado de la partida.
- Orden y planificación: El ajedrez es un juego de estrategia, en el que los niños siempre tendrán que anticiparse y estar pensando en el siguiente paso que hay que dar. De esta manera, ayuda a desarrollar el pensamiento lógico, del que hablábamos anteriormente, y estructurado (similar al de las matemáticas). Los niños que ejercitan este hábito son más ordenados, porque se acostumbran a pensar en lo que viene después.
- Reduce los problemas de comportamiento: Este deporte no solo se limita al ámbito intelectual, sino que se extiende al humano y social. Tal y como reconoció Emmanuel Lasker, campeón mundial de ajedrez, “en el tablero, las mentiras y la hipocresía duran poco”.