Mi recién nacido no engorda con el pecho, ¿qué hago?

A veces el bebé apenas engorda con el pecho. El doctor Carlos González explica las posibles causas y cómo solucionarlo.
Madre lactante: ¿necesito ingerir más calorías?

En ocasiones, un bebé no engorda suficiente con el pecho. Las causas pueden ser muy variadas, y a veces la madre necesitará la ayuda de un profesional para distinguirlas. Pero el tratamiento inicial es el mismo: darle al bebé más leche. Y hay que hacerlo rápido.

Hay que saber qué pasa

La mayoría de las veces, un bebé no engorda lo suficiente porque no mama bien:

  • Puede que no le den el pecho a demanda sino que se lo limiten con un horario;
  • puede que le entretengan con un chupete aunque no esté tan bien colocado).

Mucho más excepcional es que el bebé no engorda lo suficiente porque está enfermo. Y éste es un importante motivo para empezar pronto el tratamiento: si no engorda rápidamente al tomar medidas, habrá que hacerle pruebas para descartar una infección u otro problema.

Más raro aún, puede que la madre tenga una auténtica hipogalactia, falta de leche. Puede darse (pero no siempre) en madres con hipotiroidismo o hipertiroidismo, con ovarios poliquísticos, con pechos atróficos o deformados, o que hayan sufrido ciertos tipos de reducción mamaria.

El problema tiene solución

Todos los recién nacidos pierden peso. Tradicionalmente se dice que pueden perder hasta un 10% de su peso al nacer. Algunos, nacidos con un peso elevado, pueden perder incluso un poco más. No están tan claro cuánto pueden llegar a tardar en recuperar ese peso; algunos hablan de dos o tres semanas.

Pero lo importante aquí es ponerse en marcha mucho antes. No podemos esperar tranquilamente a que un bebé pierda el 10% sin hacer nada. La mayoría de los bebés pierden menos del 6%, y lo recuperan y superan su peso de nacimiento en menos de una semana. Y en cuanto supera ese 6% o esa semana, o antes incluso si ya se ve que hay problemas (no se coge, duerme demasiado, la lactancia es dolorosa...) hay que empezar a actuar en cuatro aspectos:

  1. Dar el pecho realmente a demanda
  2. Mejorar la posición del bebé al pecho
  3. Comprimir el pecho durante la toma
  4. Sacarse leche

¡Importante! Los dos últimos puntos, comprimir el pecho y sacarse leche, sólo se han de hacer si existe un motivo, si el bebé no engorda bastante o si le duelen los pezones.

Si la lactancia va bien, no intente “tener más leche” (lo mismo que, si su hijo toma biberón y le dice el pediatra que le dé 120 ml, no es buena idea darle 240 “para que tome más leche”).

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