Estas posturas te ayudarán a aliviar el dolor del parto

La dilatación transcurre de forma más rápida cuando la embarazada se mueve, en lugar de permanecer todo el tiempo tumbada. Hay ejercicios y posturas que ayudan a hacer más llevaderas las molestias del dolor del parto.

En algo estaréis de acuerdo con nosotros: cualquier ayuda, por pequeña que sea, que ayude a calmar el dolor del parto, será bienvenida. Como sabemos el parto es un proceso largo en el que entran en juego muchos factores: las contracciones, que cada vez serán más largas y dolorosas, las ganas de pujar que, quizás, tengan que esperar un poquito más o los temidos centímetros de dilatación.

Para paliar los dolores asociados son cada vez más técnicas que se ponen a disposición de la parturienta. Desde la mítica anestesia epidural, que algunas intentan evitar, hasta los paseos, las sentadillas en la pelota de pilates o, incluso, el parto en el agua. Además, es cada vez más habitual ver centros donde ofrecen el conocido como ‘gas de la risa’ para paliar también los dolores asociados al momento del parto.

Es posible que una vez que la mujer llegue al hospital no pueda volver a moverse (si le monitorizan o le aplican la anestesia epidural) pero, una parte importante de la dilatación ocurre, a menudo, en casa.

Seguro que has escuchado hablar de las técnicas de hypnoBirthing o técnicas de hipnoparto, que no es más que un método para el parto que utiliza técnicas de respiración y de relajación para conseguir que la mamá se sienta física, emocional y espiritualmente preparadas para el momento de dar a luz. Como consecuencia de ese bienestar, el dolor asociado al parto, así como el temor y la ansiedad que desencadenan el momento pueden verse reducidas drásticamente.

Basándonos en estas y otras técnicas y con ayuda de expertos, te ofrecemos una galería de imágenes en las que encontrarás diferentes posturas que facilitan la respiración y que ayudan a que el periné se dilate mejor, así como a que la espalda se relaje. Como consecuencia, el parto podrá ser un poquito menos doloroso.

Eso sí, antes de practicar cualquiera de estas posturas, será mejor que te asegures de que puedes hacerlo. ¿Cómo? Consultándolo con tu ginecólogo en alguna de las visitas rutinarias que tendrás que hacerle antes del momento de dar a luz.

¡Ánimo porque vuestro bebé ya casi está aquí!

Primero: un buen masaje

Entre contracción y contracción resulta muy relajante recibir un suave masaje a la altura de los riñones. Si te puedes mover, la mejor postura es sentada a caballo en una silla, de forma que el peso del cuerpo descanse sobre el respaldo. El masaje se realiza trazando amplios círculos (como si se amasara pan) en la zona lumbar, con cuidado de no tocar la columna vertebral.

Para aliviar el dolor de espalda

Si te sientas a horcajadas, con las piernas abiertas y los pies apoyados en el suelo (los puedes subir a dos pequeños taburetes), el peso de la tripa recae sobre el respaldo y se relajan los músculos de la espalda.

Las respiraciones

Para practicar las respiraciones que alivian el dolor, es mejor sentarse en el borde de la silla con las rodillas separadas, los pies apoyados en el suelo (con la espalda bien recta) y las manos sobre la tripa.

Durante la monitorización

En el hospital la movilidad se ve limitada por la monitorización (salvo que el centro disponga de un equipo portátil). Se aconseja descansar recostada sobre el lado izquierdo porque así se favorece el retorno venoso al corazón, con las rodillas flexionadas y una almohada entre ellas.

Si hay que estar tumbada mucho tiempo

Si tienes que estar mucho tiempo tumbada, puedes probar esta variante de la posición de la izquierda y que consiste en doblar una pierna por delante del cuerpo, apoyándola en un almohadón y dejando la pierna de abajo un poco flexionada.

Para facilitar la salida del bebé

Para aliviar el dolor puedes sentarte en el suelo sobre los talones, con las rodillas separadas, para que la tripa quepa entre las piernas, y los brazos apoyados en una silla. Al echar la pelvis hacia atrás, se relajan los músculos de la espalda y se facilita la bajada del bebé.

Sin silla

Una variante de la posición anterior (sin silla) es echar el cuerpo hacia delante y apoyar los brazos en el suelo (puedes usar un almohadón para estar más cómoda). No conviene estar mucho tiempo en esta postura, pues las piernas se pueden entumecer.

Para favorecer la respiración

Sentarse sobre los talones con la espalda recta favorece la respiración y el descenso del bebé. No estés mucho rato en esta postura, pues también dificulta la circulación.

Para relajar el periné

La pelota gigante es una gran ayuda para relajar el periné. Siéntate sobre ella, con las piernas muy separadas y traslada el peso del cuerpo a un lado y a otro. El movimiento también favorece la dilatación y el encajamiento del bebé.  Virginia Urcelay es fisioterapeuta.

Recomendamos en